Rafael Cespedes Morillo
En el desarrollo de la estrategia debemos tener pendiente lo que identificamos como EE, es decir ‘’Efectos Especiales’’, o contra campaña, campaña sucia, cual que sea el nombre. Por mi parte los uso y mucho, pero jamás con mentiras ni engaños, digo siempre la verdad, creo que mentir en publicidad y más si es publicidad política, es muy peligroso, de ahí que jamás miento y recomiendo no hacerlo, una mentira en estos casos pudiera en un momento determinado significar hasta la derrota.
Otra cosa que me gusta hacer en el desarrollo de la estrategia es especializar las tareas, sin duda que no todos estamos en capacidad de hacer lo que sea, la disposición puede ser así, pero las cualidades pueden ser otras y al final esto gobierna, por lo menos en términos de resultados. Poner un médico a construir un edificio debe ser menos efectivos que poner a un ingeniero. También es en este momento donde los tiempos deben estar claramente definidos y llevar un control sobre esto, pues cada cosa tiene su momento, espacio, y requiere un tiempo para hacerse. De ahí que siempre recuerdo que mantener un control sobre el tiempo es evitar que se nos venga encima.
Finalmente estoy convencido de la importancia de la forma, por eso la cuido, hay una palabra que pronunciada de tres formas diferentes quiere decir tres cosas distintas.
Pizarra de análisis
Con los años vamos acumulando experiencia, vamos descartando y asumiendo cosas, posiciones y otras cosas más. Fruto de esas experiencias fuimos intentando crear algún elemento que nos ayudara a tener un mejor control y supervisión del escenario y sus integrantes. Eso nos llevó a diseñar este elemento que bautizamos como pizarra de análisis. ¿para qué usamos esto y cómo lo usamos? Las explicaciones aparecen debajo de la imagen de esta, donde digo: ¿qué es? ¿cómo es y para qué es?
Detalles que no podemos olvidar
Trabajamos para una persona, con sentimientos, gustos, formada, con costumbres y normas, una persona es diferente a otra persona, aun en los gemelos por muy parecidos que luzcan habrá diferencias, por eso es importante tener pendiente con quien o para quién es que estamos trabajando.
En mis más de 30 años de experiencia en esta carrera, he llegado a dividir los tipos de candidatos en cuatro y es muy importante siempre tener presente lo que llamo el pecado del círculo
Conociendo el entorno, el pecado del círculo
En esto también debemos conocer con la mayor precisión posible lo que he venido llamando el pecado del círculo.
Alrededor de un candidato hay muchos tipos de personas, con diferentes funciones y acciones, diferentes niveles económicos, morales, intelectuales, etc. Toda persona que está alrededor de un candidato y los no tan cerca, tiene por lo menos dos aspiraciones u objetivos. Uno es el que su candidato gane y el otro es el personal. Yo quiero que si gana mi candidato me designe en el ministerio de Salud. Por ejemplo, a veces hay un tercero y hasta más, estoy convencido de que esto no es malo, lo veo natural, o lógico, es solo eso, aspiraciones y deseos, lo que pudiera ser malo o bueno. Y la causa y la razón por la que se quiera ser tal o cual cosa. Y lo otro es cuando anteponen sus deseos al primario que es que el candidato obtenga la victoria.
Esos individuos que desempeñan funciones diversas alrededor del candidato se crean sus propios espacios, sus fueros privados, por eso los de seguridad manejan a su criterio esa área, los asistentes y secretarias hacen lo mismo, se reconocen entre ellos como propietarios de sus respectivos espacios, y llegan hasta a respetarse entre sí. Hacen como se dice popularmente, como los bomberos, que no se pisan la manguera.
El problema de esta situación es que la mayoría de las veces el candidato ni siquiera se entera de lo que pudiera en verdad estar pasando en su entorno en lo referente a esta situación, y puede, como sin duda ocurre, cometer errores por ignorancia de estas cosas. Un candidato se encuentre con un amigo, que ha intentado hablarle, y ha llamado cualquier cantidad de veces. Le ha dejado mensajes y llega el momento que ese amigo, ni llama ni deja mensaje. Por casualidad, ellos se encuentran y el candidato le reclama que no lo ha visitado, ni siquiera llamado a pesar de la gran amistad entre ellos.
¿Qué fue lo que paso aquí? Que quienes fueron receptores de los mensajes y llamadas, al no conocer el gran amigo, decidieron por ellos mismos, no pasar el dato, porque este debe ser un molestoso más, así le evito un problema al jefe.
Pero lo grave se presenta cuando esa decisión de alguien del círculo lo hace para mostrar quién manda, quién decide en tal o cual zona de trabajo. Ahí es que hace daño. ¿Se puede evitar esta situación? Creo que no, creo que lo que sí se puede hacer es poner reglas internas por parte del candidato que tiendan a minimizar esto y que sea lo menos posible y afecte en lo más mínimo.
Más para recordar
La gama de personajes y figuras que aparecen en estos ambientes son tantas y diversas que resulta más que difícil enumerarlas una por una, pero algunas son seguras, y más aún, tienen hasta su tiempo en aparecer. Por ejemplo, unos días después de su entrada a la campaña, conseguirá algunos rivales, que quieren la posición que tú tienes por méritos y seguro que por capacidad. Ellos no la tienen justamente porque no tienen esas dos cosas básicas, pero quieren estar allí, también estarán los críticos ocultos, todo lo que el asesor hace son disparates, copias de otras campañas e inventos que no sirven para nada.
Recuerdo el caso de ‘’los merenguitos’’, mientras yo dirigía una campaña en un estado de Venezuela, un amigo le comentó al asesor del competidor, algo así como: ‘’tienes de frente un experto, tienes que emplearte a fondo para vencer a Céspedes’’. El asesor en cuestión le respondió: ‘’¿Cómo tú puedes creer que haciendo merenguitos Céspedes me puede ganar a mí, que tengo más años que él en esto?”. Unos meses más tarde, yo salía victorioso en esa campaña.
Ese asesor y yo nos encontramos en un aeropuerto, mientras esperábamos para abordar, nos saludamos, porque, aunque no éramos grandes amigos, nos conocíamos y habíamos compartido en ocasiones. Me pregunto ¿cómo te va? Le respondí casi sin pensarlo, haciendo merenguitos. No me respondió nada y me sentí algo mal. No debí hacerlo, pero confieso que tenía gana de hacerle saber que esos merenguitos solo son una parte de las cosas que se hacen según corresponda hacer en una campaña política, que no debió tomarlo tan a la ligera.
Él solo tomó en cuenta la parte más sonora, no necesariamente la más efectiva. Siguiendo con el tema de los que aparecerán, habrá algunos celosos que harían todo lo que sea hasta llegarse donde ti, para ver de cómo pueden satisfacer sus aspiraciones de convertirse en lo que eres tú, según ellos. En medio del camino aparecerán los experimentados, se te acercarán a decirte qué es lo que debes hacer y cómo hacerlo, y finalmente llegarán los genios, los que viendo que la campaña va bien, no pueden darse el lujo de quedarse afuera y llevan sugerencias. Primero se las llevan al candidato o a alguien que ellos saben o asumen no es de la gracia del asesor.
Si esto no le diera resultado pudiera acercarse a ti, llevarán lo último y mejor para que la campaña se enderece, como si estuviera torcida. ¡Claro! Ahí juntos con todos esos personajes también habrá grandes, buenos y muchos amigos, reales, sinceros y que quieren el triunfo.
Cómo neutralizarlos
La mayoría de las figuras que de algún modo hemos señalado que aparecerán siempre en el proceso de una campaña, no tiene relación con la inventiva, que lo hemos vivido, solo que si ellos tienen esa situación y usted no, ello quiere decir que usted está por encima de esas situaciones y a veces mezquindades. De modo que a aquellos que tienen necesidad emocional hágale sentirse bien, valórelos y hágales saber lo valioso que puede ser su trabajo, haciéndolo bajo los parámentos de organización que ya existe, otros que necesitan por encima de lo que sea destacarse, blíndele oportunidad, bajo algún control y tal vez consiga una gran aliado y de gran ayuda, aquellos que les hace falta ser reconocidos, sugiero tocarlos por vía del corazón, si es posible, antes de tocarle la mano, hágales ver que usted no fue allí a competir con ellos. Usted está allí para competir con sus contrarios y siendo así, usted es y quiere ser su aliado y colaborador.
Una cosa si debe tenerse claro, un asesor no puede jamás perder su autoridad y control del trabajo, porque lo otro es un riesgo que lo puede llevar a la derrota, y recuerde que las victorias tienen muchos padres, pero las derrotas son todas huérfanas.