Por Héctor Linares
El mercado laboral dominicano sigue expandiéndose y en último año, medido de septiembre 2024 a septiembre 2025, lo hizo en una proporción similar al de la economía en general, pero su crecimiento cualitativo necesita mayor celeridad para que los empleos nuevos sean de mayor calidad.
Las cifras oficiales del mercado de trabajo reflejan una ligera baja en el crecimiento del mercado informal. Al cierre del tercer trimestre del 2025 la tasa de informalidad se situó en 54.6 %, nivel que reflejó una baja de 0.7 puntos porcentuales en comparación con la posición del mercado en el trimestre julio-septiembre 2024.
Esas cifras indican que casi el 55 % de los empleados dominicanos estaban fuera de la seguridad social en aspectos de salud y pensiones. La formalidad laboral se mide por la integración de los empleados al sistema dominicano de Seguridad Social en tres áreas esenciales: pensiones, salud y riesgos laborales. El gasto en salud es alto en el país y los empleados informales deben financiarlo totalmente en lo que se conoce como “gasto del bolsillo”. A diferencia de los formales, que solo pagan una proporción que si se cumplieran las normativas sería un máximo del 20 % del valor de los servicios médicos, incluidos los honorarios de consulta. En la práctica no es así porque hay médicos especialistas que no cogen seguros y los que los aceptan cobran diferencial de RD$2,000 en adelante. Pero aun con ese copago, los empleados del mercado formal tienen menores gastos médicos que los del informal.
Origen de la informalidad
Las micro y pequeñas empresas, principalmente las originadas en proyectos de emprendedurismo, nacen en la informalidad. Cuando se analiza la elevada proporción de informalidad de la economía, reflejada en su mercado laboral, se asocia la situación a las elevadas tasas impositivas que hay en el país, las que según declaró recientemente el presidente de Codopyme, Fernando Pinales, hacen que una pequeña empresa tenga que tributar desde que nace, sin haber realizado operaciones.
Se ha planteado, como alternativa, la creación de un monotributo, con una carga fija para las pequeñas y microempresas, que abarque diferentes gravámenes, incluido el ITBIS. El economista y profesor universitario Antonio Ciriaco , decano de la facultad de Economía de la UASD, ha sido uno de los mayores propulsores de la idea, acogida institucionalmente por asociaciones y federaciones de pequeñas empresas.
En la reforma fiscal creada por la Ley 253-12 se estableció un monotributo de RD$12,000 anuales para pequeños negocios minoristas, pero el impuesto nunca se ha aplicado, al igual que otras disposiciones de esa legislación que entró en vigor en enero del 2013. Para no incluirlo en la programación de recaudación de los presupuestos sometidos desde entonces por los diferentes gobiernos, en cada proyecto se ha solicitado al Congreso dispensa para no aplicar el cobro del monotributo.
La informalidad sigue alta
Mientras tanto, el mercado laboral sigue creciendo y también la informalidad, aunque con una menor tasa de expansión que en períodos anteriores.
La medición trimestral que realiza el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su última entrega registra un aumento interanual de 119,965 ocupados netos en julio- septiembre de 2025.
Los resultados más recientes de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), que levanta trimestralmente el BCRD, evidencian que el mercado laboral continúa exhibiendo gran resiliencia, con niveles de ocupación en su nivel máximo y tasas de desocupación e informalidad que se mantienen en torno a los mínimos históricos de la serie de la referida medición. Según expresa el documento, este comportamiento se ha registrado pese al entorno internacional adverso, que ha generado incertidumbre y ha afectado principalmente el desempeño de la inversión privada, lo que, combinado con una ejecución de la inversión pública por debajo de su promedio de largo plazo, se ha traducido en una moderación del crecimiento económico.
Según la encuesta, los ocupados formales contribuyeron con 73.8 % (88,583 plazas) del incremento en los ocupados netos en los últimos doce meses, mientras que los informales representaron el 26.2 % (31,382 puestos) restante.
Resalta que la informalidad total, “es decir, la proporción de ocupados que no tiene acceso a la seguridad social vía su ocupación se situó en 54.6 % en el tercer trimestre de 2025, lo que representa una reducción interanual de 0.7 puntos porcentuales al comparar con el nivel de 55.3 % registrado en julio–septiembre de 2024”.
La encuesta da cuenta que la tasa de desocupación abierta (SU1), es decir, el porcentaje de los desocupados que están buscando activamente trabajo como proporción de la fuerza laboral se mantuvo en 5.3 %, sin variación con respecto a la tasa observada en igual período de 2024.
El nivel total de ocupados se ubicó en 5,149,829 trabajadores, para un incremento interanual de 2.4 %, equivalente a 119,965 ocupados netos con respecto al período julio-septiembre de 2024. La tasa de ocupación (TO), que es la relación entre el total de ocupados y la población en edad de trabajar (PET), se situó en 63.1 % para julio-septiembre de 2025, superando en 1.0 punto porcentual a la tasa observada en el
tercer trimestre del año 2024, señala el documento.
Explica que, al analizar la composición demográfica de los 119,965 nuevos ocupados netos, se “observa que el 82.2 % (98,626 puestos de trabajo) de los mismos corresponde a la
población femenina, concentrado principalmente en el grupo de 25 a 39 años, mientras que los hombres aportaron el 17.8% restante (21,339 puestos de trabajo). Asimismo,
se evidencia que, dentro de los 119,965 ocupados netos adicionales, 68,327 personas
poseen estudios universitarios, en tanto que 52,358 cuentan con nivel educativo secundario”. Estos resultados reflejan que la generación de empleos en estos últimos doce meses estuvo concentrada principalmente en mujeres y personas con educación superior.
Formalidad vs informalidad
En términos de composición del empleo, el estudio indica que se evidencia que, del aumento interanual de 119,965 trabajadores, los ocupados formales contribuyeron con un total neto de 88,583 personas (73.8 %) en julio-septiembre de 2025, mientras que, los informales aumentaron en 31,382 trabajadores (26.2 %). Como resultado, la tasa de informalidad se ubicó en 54.6 % en el tercer trimestre de 2025 para una disminución de 0.7 p.p. respecto al 55.3 % registrado en igual período de 2024.
Los resultados sugieren que aunque el mercado laboral requiere seguir creciendo, creando más empleos, su expansión debe ser en el empleo de mayor calidad, que es el formal, donde el empleado obtiene por lo general un mayor ingreso salarial, cuyo paquete se engrosa por la cobertura de la seguridad social, que garantiza al trabajador y sus dependientes servicios de salud con una alta proporción cubierta por el seguro médicos, financiado por el empleador en un 70 % y el empleado en un 30 % de los dependientes legales. También incluye la cobertura del riesgo laboral a cargo del empleador, y la de pensiones, en igual proporción que la salud, es decir, siete de cada 10 pesos a cargo del patrón y tres para el empleado.
La parte previsional, sin embargo, está funcionando como un ahorro forzado para los empleados, porque el nivel de pensión digna no se ha logrado en el esquema actual y las AFP, en vez de pensionar, están devolviendo los aportes a los empleados que ingresaron al sistema con 45 o más años y que han salido de nómina sin llegar a las 360 cuotas fijadas por la Ley 87-01, que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Ir a la formalidad es un reto del mercado laboral y también crear un modelo previsional que realmente pensione.





