En un giro político sin precedentes, el Partido Liberal de Canadá, liderado por el recién nombrado primer ministro Mark Carney, logró una sorpresiva victoria en las elecciones federales del 28 de abril de 2025. Este resultado, que parecía improbable hace apenas unos meses, se atribuye en gran medida a la reacción nacionalista frente a las provocaciones del presidente estadounidense Donald Trump, incluyendo amenazas de anexión y la imposición de aranceles a productos canadienses.
Un ascenso inesperado
A principios de 2025, las encuestas mostraban al Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, con una ventaja significativa de hasta 25 puntos porcentuales sobre los liberales. Sin embargo, la dinámica cambió drásticamente tras la renuncia de Justin Trudeau en enero y la elección de Mark Carney como líder liberal en marzo. Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, asumió el liderazgo sin experiencia política previa, pero con una reputación de gestión económica sólida.
El nuevo primer ministro convocó elecciones anticipadas para abril, buscando un mandato propio. Durante la campaña, Carney adoptó una postura firme contra las políticas de Trump, prometiendo defender la soberanía canadiense y reducir la dependencia económica de Estados Unidos. Esta estrategia resonó entre los votantes, que veían con preocupación las acciones del presidente estadounidense.
La influencia de Trump en la campaña
La campaña electoral estuvo marcada por las tensiones con Estados Unidos. Trump impuso aranceles del 25% a productos canadienses clave y sugirió públicamente que Canadá debería convertirse en el 51º estado de la unión. Estas declaraciones provocaron una ola de indignación en Canadá, fortaleciendo el sentimiento nacionalista y la determinación de proteger la independencia del país.
Carney capitalizó este sentimiento, presentándose como el líder capaz de enfrentar las amenazas externas. En su discurso de victoria, afirmó: "Trump quería quebrarnos para que Estados Unidos pudiera poseernos. Eso nunca, jamás sucederá". Esta retórica fortaleció su posición y debilitó la campaña de Poilievre, quien fue percibido como demasiado cercano a las políticas de Trump.
Resultados electorales y consecuencias
Los liberales obtuvieron 169 de los 343 escaños en la Cámara de los Comunes, quedando a tres de la mayoría absoluta. A pesar de ello, Carney formará un gobierno minoritario con una base sólida para gobernar. El Partido Conservador, que esperaba una victoria cómoda, sufrió una derrota significativa, incluyendo la pérdida del propio escaño de Poilievre en Ontario. El Nuevo Partido Democrático también enfrentó pérdidas, perdiendo su estatus oficial por primera vez desde 1993.
La elección también tuvo implicaciones internacionales. Carney anunció su intención de redefinir la relación con Estados Unidos, buscando diversificar las alianzas comerciales y reducir la dependencia del mercado estadounidense. Esta postura ha sido bien recibida por líderes europeos, quienes ven en Canadá un socio más independiente y comprometido con el multilateralismo.
Perspectivas futuras
El nuevo gobierno enfrentará desafíos significativos, incluyendo la gestión de las relaciones con Estados Unidos, la implementación de políticas económicas que aborden el costo de vida y la inflación, y la consolidación de su posición en un Parlamento sin mayoría absoluta. Sin embargo, la victoria de Carney representa un claro mandato para defender la soberanía canadiense y una señal de rechazo a las políticas intervencionistas de Trump.
En resumen, las elecciones federales de 2025 en Canadá no solo redefinieron el panorama político interno, sino que también enviaron un mensaje contundente al mundo: Canadá está decidido a proteger su independencia y a trazar su propio camino en el escenario internacional.