Venezuela ayer y hoy 2 de 3 

Rafael Céspedes Morillo

¿Chavismo o madurismo? Estoy convencido de que lo que sustentaba políticamente hablando al Chavismo desapareció y hoy en día se mantiene más por lo que dice y hace la oposición que por lo que dice y hace el sector oficial.

Parece una obsesión de parte de los políticos venezolanos de la oposición el querer mantener vivo al chavismo. Insisten, insisten, en referirse al chavismo cuando deberían referirse al madurismo, por varias razones. 

Una de ellas es que el chavismo tiene más base social y política que el madurismo, por lo que el madurismo es más fácil de vencer que el chavismo, porque este último tiene raíces más solidas, está mejor afianzado en una parte de la sociedad venezolana que lo sigue, aunque cada vez menos.

 ¿Por qué seguir hablando de una corriente política que no tiene como mantenerse, que carece del creador, de quien le daba vida, del real creador? Al este desaparecer, si no de inmediato, su corriente tarde o temprano desaparecería. 

Ejemplo: ¿quién habla en Venezuela de Rómulo Betancourt y otros más?, salvo como referencia. La realidad venezolana la crean los sectores y factores, el sector oposición es a mi entender el mayor sostenedor del “chavismo’’, no porque lo quiera, sino por no haber sabido cómo manejarlo. 

No han sabido reconocer que ya no hay que vencer a Chávez y/o sus consecuencias. Hay que vencer al madurismo. Es lo que existe. Recordar a Chávez es recordar sentimientos, esperanza, novedad; hablar de Maduro es hablar de incapacidad, falta de liderazgo.

La oposición sensata de Venezuela debería asimilar que ya no podrá, ni es necesario, vencer a Chávez. Es una decisión para tomar, pero hacerlo sin lamentos, por el contrario, hacerlo agradecidos, porque eso es un problema menos, no uno más.

El problema ahora es Maduro y sus secuaces, y ¡claro!, cuando hablamos de Maduro, hablamos de sus apoyos internacionales, razón fundamental del porqué aun está donde quizás nunca debió estar. 

En resumen, Chávez llegó a tener apoyo o reconocimiento de los venezolanos de una manera u otra de alrededor del 70%,  que en algún momento se sintió atraído por esa corriente. 

Creo que se deben dejar las puertas abiertas para que una gran parte de ellos entren a la verdad, entren a dibujar una nueva patria, a construir lo que ya por donde estaban o están, no será posible. 

Los seguidores de lo que fue el chavismo no pueden ser anulados, ni siquiera olvidados, deben ser motivados, porque ellos solo fueron o son, venezolanos equivocados, confundidos, frustrados, pero que son tan importantes como los que nunca lo fueron. 

Deberían abrirse las puertas de la esperanza y la libertad, en unidad, porque así se hace patria. No se deben abandonar a lo que se pierden en el camino, sino por el contrario, mostrarles el camino verdadero. 

Reitero, que sean los muertos quienes entierren a sus muertos y entonces volver a la vida, vida que se logrará haciendo cosas de las que hablaremos en el tercer y último artículo de esta serie.