Por Yancen Pujols
Hay guiones de películas que se ordenan por diferentes vías. Este, para los fines de la MLB y los seguidores del béisbol, luce que fue solicitado a una oficina celestial.
Grandes Ligas no podía pedir mejor cierre de campaña que uno que incluya luchas encendidas por un puesto en la postemporada más singular: la competencia entre las dos torres más altas del juego: Shohei Ohtani y Aaron Judge.La batalla Judge vs Ohtani es un regalo divino.
No importa cuál sea el escenario, esquinas de cualquier sector; oficinas labores; transmisiones en vivo de cualquier red social, especialmente los grupos de WhatsApp, en fin, el tema hace acto de presencia.
¿Quién es mejor? ¿El japonés o Judge?
Son horas, minutos y segundos largos con el tema. Y ahora es que falta, porque Ohtani se ha pegado de Judge por el liderato de cuadrangulares en ambas ligas.
No conforme, Ohtani, con su 50/50, primero en lograrlo con jonrones y bases robadas, lo que le confiere la autoría de una de las temporadas más imponentes que se han visto en los anales del espectáculo, ahora se ha puesto a darle caza al mastodonte de los Yankees por esa corona de vuelacercas.
Eso no se vislumbraba, quizás no se soñaba, pero ese es precisamente Ohtani, el fenómeno que ha roto todos los parámetros.
Él lanza a un nivel estelar, batea como una fiera y es un cerebro de Harvard en el robo de bases.
Judge es, probablemente, la fuerza ofensiva más devastadora de la actualidad. Nadie batea más que él.
De hecho, quedan cinco partidos y nadie descarta que esos 55 jonrones se extiendan a 60, con lo que se uniría a Mark McGwire y Sammy Sosa como los únicos que lo han hecho al menos dos veces. Judge ya dio la cifra de batazos de vuelta completa en 2022.
Ya en 1998 se vivió la épica disputa entre Sosa y McGwire. Hasta nuevo aviso no admite comparación, pero Ohtani es en sí una taquilla, un atractivo cada vez que pisa un terreno con su uniforme de los Dodgers.
Judge, por su parte, es el dueño de Nueva York por sus ejecutorias con los Yankees.
Sería una Serie Mundial soñada: la tropa del Bronx contra los Esquivadores.
Mientras tanto, en lo que varios conjuntos pelean por cruzar al baile de octubre, Ohtani persigue a Judge en jonrones.
¿Quién lo diría?
Están los de Ohtani y los de Judge. Me parece que si ambos gozan de buena salud, el debate “pica y se extiende”. Y en 2025 se espera que el nipón también lance.
¡A correr fanáticos! Diría el legendario Simón Alfonso Pemberton.
Y no se vayan, que esto se pone bueno.