Por Santo Salvador Cuevas
Es interminable la tanda de apagones que sufre el pueblo, sin que a corto plazo se presenten soluciones desde arriba, con una carga de promesas que se desvanecen ante el calor ardiente, los productos alimenticios que se dañan, los negocios que quiebran y servicios que se paralizan.
Esta realidad se presenta en todo el país, apenas 4 años después que en casi todas las provincias se contaba con un servicio energético 24/7.
A este desastre se agrega el deterioro en el sistema educativo nacional, no solo por la ausencia de aulas, sino también porque no hay cupos para recibir a cientos de niños de hogares humildes.
Esto camina hacia un desastre total.
La alta inflación registrada en el costo de la vida es otro elemento de un panorama incierto y de sorpresa general, por las expectativas creadas por la población ante un gobierno que ha pintado siempre al país como el mejor dotado, el "el país de las maravillas", el país de Alicia.
Hoy, por las cuatro esquinas, el país luce irritado, paralizado, con comunidades haciendo reclamos reivindicativos que van en forma ascendente.
El gobierno no da respuestas eficientes y más bien se preparó para manipular y alinear a los sectores populares a partir del control masivo de los medios de comunicación y los llamados Influencers.
Pensamos que la luna de miel entre la población y el gobierno habría de durar al menos año y medio, pero los reclamos y las alianzas sectoriales que se dan en el nivel local, auguran que para el 2028 vamos a tener un país ingobernable.
La tanda de apagones continúa, vamos a ver hasta dónde el pueblo aguanta.