Por Santo Salvador Cuevas
Lo que se vive actualmente en República Dominicana, es el retorno a una época ya superada, que se creía que no volvería.
En los gobiernos de Danilo Medina se superó la tanda de apagones y pasamos a conocer los programas 24 horas de luz ininterrumpidos.
Pero de repente retornamos a tardas de apagones, constantes e ininterrumpidos, que, en la mayoría de los casos, por zonas y regiones, supera las 15, 18, 20 y hasta 24 horas.
Las comunidades se levantan de manera espontánea. Vimos gente protestando en Bonao y La Vega y quemas de neumáticos en barrios de la Capital.
Asimismo, en San Cristóbal, San Juan y la Zona Cañera del ingenio Barahona, prendían velas y tiraban obstáculos a las vías públicas.
Lo mismo en pueblos del Este, Nordeste, Línea Noroeste y el Cibao.
"Esto no lo aguanta nadie", gritaban.
El país, un desastre que afecta a grupos de enfermos de alto riesgo y alimentos que se dañan por la ausencia de energía eléctrica.
En medio de esa realidad caótica y alarmante, el Gobierno se dispara en la voz del director regional de Edenorte, señor Andrés Cueto, afirmando: "Aquí no hay apagones. Eso de apagones solo se daban en los gobiernos del PLD".
Si no fueran tan mentirosos, vulgares e indolentes, dijéramos que lo de Andrés Cueto se trata de "un chiste de mal gusto".
Pero lo de este funcionario es una línea de comportamiento de toda la gestión de Luis Abinader, que acuden con frecuencia a mentirle al pueblo y usar la acción mediática para confundir y hacer creer a la sociedad, "que es bonito, lo que es feo".
Se impone la resistencia y lucha del pueblo.
Se impone promover la organización social, para la resistencia y defender la vida.
Superar lo espontáneo en la lucha y dar el salto hacia la planificación, la organización y coordinación con todos los sectores víctimas de esta mala administración.
Estemos claro, "si el pueblo no lucha, se muere de hambre".
