Por Federico Pinales
Por fin mi gente, empezaron a caer presos los legisladores americanos hispanos, engreídos y prepotentes.
Esos que, por ser congresistas y senadores de los Estados Unidos, se consideraban ungidos por el señor.
Con super poderes por encima de las leyes de los países oprimidos.
Bob Menéndez, ex senador de New Jersey, era uno de ellos.
Era tan arrogante y prepotente, que a veces se sentía con el derecho de bajarle líneas a ciertos presidentes, de algunos países de la región y de otros continentes.
Hubo un momento en que se vio envuelto en un sonado caso de corrupción en la República Dominicana, del cual salió ileso apoyado en sus poderosas influencias políticas.
Precisamente por ser presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, muchos gobiernos, incluyendo el dominicano, no querían ser incluidos en su poderosa lista negra.
Tan alto se le subieron los humos, que la cabeza parece que se le llenó de humo, y olvidó que la Justicia Americana es lenta pero segura y está obligada a medir a todos sus ciudadanos con la misma vara.
Cumpliendo con ese deber constitucional, el pasado año un jurado lo encontró culpable de 16 cargos de corrupción, por lo cual un juez del Estado de New Jersey lo acaba de sentenciar a cumplir 11 años de prisión.
También fueron sentenciados dos de sus corruptores, a pagar 7 y 8 años de cárcel respectivamente, más cerca de tres millones de dólares de multas.
La esposa de Menéndez también espera sentencia, por su participación dentro del mismo esquema de corrupción.
Esta sentencia es un mensaje de advertencia para todos los oficiales electos por el voto popular en los Estados Unidos, para que entiendan, que de acuerdo con la Constitución, nadie está por encima de la Ley en esa nación.
Ojalá esta sentencia también estimule a la judicatura dominicana a enviar el mismo mensaje a los funcionarios corruptos dominicanos. Públicos y privados, porque no puede haber corruptos sin corruptores.
Cayó como una guanábana, no le valió patalear, los rastros fueron muy visibles.