Lito Santana
De buenas a primera los accidentes de tránsito y las violaciones a la ley en esta materia se han convertido en los grandes protagonistas que copan las páginas de los periódicos, los canales informativos y los medios por Internet. Pareciera que es un tema nuevo, pero no lo es. Lo que si pasa es que los responsables de estas tragedias, sin importar el medio que usan, están totalmente fuera de control y las autoridades comienzan a preocuparse.
“Los índices de siniestralidad vial están obligando a maniobras del Gobierno, una situación que lleva tragedia a los hogares dominicanos y que en la “temporada de pandemia” (2020-2022) causó un 96% más de muertes que la Covid-19”, ha dicho la señora ministra de Interior y Policía Faride Raful, en un desayuno con Listín Diario.
Lo dijo ahí, pero también se lo ha comunicado a los medios que le pasan por su alrededor y quiere priorizar desde el cargo el cumplimiento del pago de las multas por estas violaciones, como si esa fuera la solución.
“Se está proponiendo una reforma a la ley de tránsito en ese capítulo solamente, para nosotros poner de manera obligatoria el pago de la multa. Porque en lo que todos estamos de acuerdo, es que cuando no hay un régimen de sanciones, las personas evaden la responsabilidad que les toca”, afirma la ministra.
Sostiene que, “con la normativa actual, las multas prescriben en un año a partir de la fecha en que se cometió la infracción, cuya extinción puede ser solicitada a través de un tribunal especializado. Hemos tenido casos donde personas que han sido llevadas por una violación a la ley de tránsito presentan una cantidad de multas en su registro, que, aunque han perimido, son exorbitantes y son personas que no deberían estar conduciendo y que son un riesgo para la seguridad”.
Las víctimas recurrentes en los accidentes vienen de la colisión de dos o más vehículos en un 60.8%, seguido de atropello al peatón (6.0%), accidente de un solo vehículo sin colisión (5.8%), colisión con obstáculos fijos (5.8%) y la denominación “otros” (21.6%). De hecho, en lo que va de este año 2025, han fallecido 363 personas, según la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte (Digesett).
En realidad, estos números de “bajas por accidentes” parecen un parte de guerra de alta intensidad en cualquier país del mundo en los que estos conflictos diezman la población.
No creo que un régimen basado en el cobro de las multas a los infractores esté cerca de solucionar este problema. Se necesita más que eso, se necesita un “gardeo a cancha completa”, que debe incluir cárcel, pues no hay dudas de que, si este país es una selva, los conductores se han convertido en las fieras más peligrosas, a los que no se les puede contener con simples pagos de dinero por sus acciones.