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miércoles, marzo 12, 2025
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Señor Presidente, si Leonel va con usted a Pedernales, por favor, también lleve a David Collado

Por Alfonso Tejeda

 Luis Abinader y Leonel Fernández tienen en común que nacieron en la Capital, que comparten haber ejercido de presidentes de la República, cargo en el que sí han relievado mantener su cualidad de ser decentes, aptitud que les ha ayudado a manejar las crispaciones de las querellas políticas que a veces parecen enfrentarlos, tal las suscitadas este lunes 10 de marzo a propósito de logros y reclamos que se atribuyen de sus gestiones respectivas en la ciudad de Santiago.

Esa decencia ha caracterizado el intercambio entre ambos, que discuten cuál ha construido más obras en Santiago durante los gobiernos respectivos, disputa que Leonel invitó a dilucidar a Abinader en un desayuno, almuerzo o cena en la residencia que tiene en esa ciudad, la que aceptó el presidente, pero condicionando la misma a ser él anfitrión de un almuerzo que degustarían en el muelle de Cabo Rojo, Pedernales, donde el mandatario pretende mostrarle qué ha hecho el gobierno en esa zona.

Sin ser invitado a ninguna de esas convocatorias, si me entrometo en el tema, esperando que Fernández se decida por ir a Cabo Rojo, y que ambos convengan – aquí si sugiero- que se vayan por carretera desde Barahona, para que disfruten la belleza de la costa y también puedan ir constatando las condiciones de esa vía, sujeta a reparación hace más de 15 años, cuando el expresidente dispuso arreglarla y está en peores condiciones.

Esa es la única obra que tienen responsabilidad en común, y por eso, tal vez convengan alguna decisión que resulte en la rápida solución a esa, que es una de las dificultades más gravosa para los habitantes de la provincia de Pedernales y los visitantes a la zona, quienes tienen que enfrentar más inconvenientes que Odiseo durante los diez años que pasó en su intento de retornar a Itaca.

Desde antes de juramentarse como presidente en agosto del 2020, Abinader ha manifestado un constante afán por llevar a la más austral provincia del país obras que aúpen el desarrollo económico y el progreso social para sus habitantes, que ya tienen en el puerto de Cabo Rojo un avance de lo que promete dejar el presidente como pruebas de lo que ha sido su dedicación a ese propósito y esa meta.

Allí en Cabo Rojo, dónde ya está adelantada la construcción de algunos hoteles y se palpan las huellas de cruceristas que visitan ese puerto, Abinader puede mostrar qué tanto se puede hacer, también cuánto falta para cumplir con ese deseo personal y responsabilidad oficial de cambiar la realidad socioeconómica de la región suroeste, la que engloba en su agenda de promesa de gobierno.

Como él adelantó que en la visita conjunta con Leonel le mostrará qué tanto se ha hecho más allá del antiguo puerto donde operaba la minera Alcoa Exploration, le sugiero que también le dé “una bola” al ministro de Turismo David Collado (que de seguro aceptaría para estar entre presidentes y presidenciable), y le pida que explique qué ha pasado con el malecón de Pedernales y las obras de la playa Bocanye, y con los recursos entregados desde junio del 2021 para esos fines.

Y para finalizar un día de provechosa visita, si estiman que el almuerzo en Cabo Rojo está fuera de su alcance económico, les sugiero moverse a bahía de Las Águilas, a la entrada del parque Jaragua, y procuren a “ La Rubia del sazón”, quien le acotejará buenos precios para que disfruten de suculentos platos de moro y pescado, y después de satisfacer el hambre y el calor, entonces pueden enfilar hacia la carretera de Acetillar, y visitar la zona donde están "las tierras raras", antes cruzar hasta Puerto Escondido, Duvergé, explorando otra posible vía de tránsito, conectora de las provincias Independencia y Pedernales.

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