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miércoles, abril 2, 2025
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Sammy Sosa está de regreso y es una buena noticia

Por Yancen Pujols 

El “Bambino del Caribe” volvió al terreno en el que una vez fue miembro del granado grupo de “amos y señores”, un escenario que dominó al ritmo de batazos provocadores de emociones fuera del alcance de mesura y con un encanto propio de las estrellas que saben manejar las luces.

Sammy Sosa fue popular a niveles admirables y un cañonero que inyectó a las Grandes Ligas la dosis que se necesitaba en 1998 junto a Mark McGwire. Esa “Batalla de los Jonrones” revitalizó el negocio y la mejor prueba ha sido su vigencia en el tiempo.

Una amplia generación, anglosajona, latina, no la olvida. Perenne como la hierba, diría el poeta y todo aquel que vivió la jornada épica de estos gladiadores.

Con el tiempo, el juez de todas las causas, salieron a flote detalles de distintas aristas y Sammy salió golpeado como muchos otros. Hay muchos grandes que están fuera del Salón de la Fama de Cooperstown. Barry Bonds y Roger Clemens se unen a Sosa y McGwire como figuras de números imborrables, pero de reputación llena de interrogantes para los votantes al Salón de la Fama, el recinto que reúne a las luminarias del juego. Hasta nuevo aviso, están fuera del llamado templo de los inmortales.

Sosa sintió el castigo del voto y su salida de Chicago no fue en buenos términos. Tuvo la oportunidad de volver a la acción en 2007, tras un año fuera, y pudo completar la hazaña de los 600 vuelacercas con los Rangers de Texas.

Pero el rechazo de la plana mayor del principal equipo de la Ciudad de los Vientos era brutal, implacable.

Chicago fue suya, especialmente tras el retiro del incomparable Michael Jordan. El nativo de San Pedro de Macorís cautivaba con su saludo de dos dedos en gesto de un beso. Al salir de la mencionada demarcación, donde está el Wrigley Field que azotó con su garrote, todo lo que se ventilaba era negativo.

Zarandeada su reputación y erróneamente distante por motivos que no encuentran otra explicación que no fuese el ego, Sosa estuvo en una especie de exilio.


Su vida continuó, los negocios la marcaron, y a la vez la MLB siguió con su marcha. Una persona de carácter inamovible contra una maquinaria indefendible. ¡Vaya capítulo!


Pero en 2024, tras incontables esfuerzos y peticiones de un arreglo, más de dos décadas después, Sammy pisó Chicago.
Al fin se vio la luz al final del túnel. Este año, fue invitado a la actividad que cada año hace la organización en enero y a finales de febrero estuvo como instructor invitado de la organización en el campo de entrenamiento. Como en otros años, las cámaras lo siguieron. No era para menos. Puedes mancillar el nombre, pero difícilmente aniquiles el brillo.


Saber que Sosa será ingresado al Salón de la Fama de los Cachorros hace justicia a su rendimiento en el terreno sin dejar de reconocer que admitió errores del pasado.


El otrora jardinero fue tan popular que, en una visita a Japón de Hipólito Mejía, a la sazón presidente de la República Dominicana (2000-2004), lo primero que escuchó fue: “Sammy Sosa”.
Verlo en uniforme y sin la marca del escarnio en su espalda es más que reconfortante.
Las heridas cicatrizan, el dolor desvanece y se da paso a una etapa de plena reconciliación.
Sammy Sosa está de regreso y esa es una buena noticia.



Yancen Pujols
Yancen Pujols
Periodista

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