Por Federico Pinales
Es un asunto de humanidad y salubridad,
que Salud Pública debe tratar con urgencia y seriedad.
Y es dotar a la playa de Boca Chica de lugares de servicios públicos higiénicos, en las inmediaciones de todos esos micros, pequeños y medianos negocios que expenden comidas hasta a medianoche.
Los pocos que existen, cierran temprano con candado, queda uno abierto con una persona en la puerta controlando la entrada y cobrando hasta 150 pesos, por el derecho a usarlo.
Las condiciones higiénicas son mínimamente aceptables solo para el uso de los hombres.
Muchas personas, hembras y varones, han sufrido accidentes fisiológicos intestinales, por no encontrar, en un momento de emergencia, donde realizar sus necesidades.
A ningún negocio ni casa de familia le hace gracia permitirle a nadie que venga de la calle a resolver su problema, para causarle otro a ellos.
Por lo tanto, es comprensible su negativa y justifica el hecho de pedirle a Salud Pública que estudie y considere la situación.
Muchas personas de ambos sexos, con frecuencia se ven obligadas a orillar sus vehículos, abrir las puertas para cubrirse mientras realizan sus necesidades, lo cual funciona para los hombres, pero no necesariamente para las damas que visten pantalones, porque se ven obligadas a exponer las partes más íntimas de sus cuerpos, en contra de su voluntad.
Es un tema que las autoridades de abordar urgentemente.
Gracias por esta llamada de atención