Estos protuberantes riscos son parte de los rastros dejados por quienes depredaron parte de la zona de amortiguamiento de Los Haitises, visibles desde la autopista del Nordeste. Se levantan ahora como si fuesen hijos de la naturaleza, y no de las agresiones de los insaciables en la búsqueda de recursos para sus "obras". Foto: Giordano Santana.