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miércoles, octubre 29, 2025
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¿Qué significa “volver a la normalidad”, después de la tormenta Melissa?

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Lito Santana

Justamente cuando en el país se comienza a hablar de progreso, crecimiento económico, estabilidad financiera y paz social, viene la tormenta Melissa a dañar la cosa.

Durante años y quizás desde el mes de noviembre del 2022 República Dominicana no había afrontado una dificultad que nos trasladara a lo que somos: un país que crece gigantescamente y un pueblo que vive bajo techos de hojalatas al borde de las cañadas y los desagües putrefactos.

Las aguas de Melissa nos trajeron a las realidades que vive el dominicano día a día, pero que se confunden con las cherchas y los teteos de cada fin de semana, donde corre el alcohol, las peleas de gallos y las mesas de dominó.

República Dominicana es una de las naciones donde se vive con mayores niveles de “felicidad”, dicen los reportes y encuetas internacionales sobre esa variable que ya registra la humanidad.

Pero tenía que venir Melissa a empañar estos paisajes y lugares hermosos.

Para los que conocen nuestro país a nivel internacional como “Punta Cana, Bávaro o Puerto Plata, casi quedan en shock cuando los reportajes de los medios digitales y televisivos muestran lo que pasó en lugares como Villa Marina, La Ceiba, El Maleconcito, La Vieja Barquita, entre otras comunidades. Ni hablar de la situación vivida entre los residentes en las márgenes de ríos, arroyos y cañadas.

Así lo reflejaron los medios:

“El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) reportó este lunes que los efectos del huracán Melissa han provocado el desplazamiento de 3,785 personas, la incomunicación de 48 comunidades, 38 personas permanecen albergadas en refugios oficiales, mientras que numerosas familias fueron acogidas en casas de parientes y amigos y más de 500 mil personas están sin servicio de agua potable”

“El Ministerio de la Vivienda y Edificaciones (MIVED) reportó que 737 viviendas resultaron inundadas, 18 sufrieron daños parciales y 2 fueron destruidas por completo, producto de las precipitaciones ocasionadas por el paso del fenómeno atmosférico”.

Los testimonios de centenares de personas inundan las páginas de los periódicos y las redes sociales, en los que cuentan que se salvaron milagrosamente, pero perdieron todos sus bienes, pues vivían en casuchas al lado de las cañadas o en zonas donde la acumulación de las aguas arrastró sus viviendas.

Resulta un poco difícil asimilar la información dada por los organismos de socorro, en el sentido que tras el paso de la tormenta Melissa, convertida ahora en huracán, República Dominicana vuelve a la normalidad.

Es evidente que para nuestras autoridades gubernamentales, las condiciones infrahumanas, debajo de hojalatas, pedazos de madera, al borde de arroyos y cañadas, es algo normal para estos seres humanos, que por demás son dominicanos. De modo que ya pueden estar tranquilos y tranquilas, pues después de estas aguas de Melissa, ha vuelto a “su normalidad”.

 

Lito Santana
Lito Santana
Nació en Tamayo. Locutor y periodista. Ha trabajado en distintos medios de comunicación. Aboga por la participación de todos los sectores en la solución de las dificultades por las que atraviesa el país.

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