POR SANTO SALVADOR CUEVAS
Mucho antes de la Guerra de Abril, y dos años antes incluso del golpe de Estado que sacó del poder al profesor Juan Bosch el 25 de septiembre de 1963, es decir, para el año 1961, en una rueda de prensa en la Casa Blanca, el presidente de los Estados Unidos de América, John F. Kennedy, anunciaba al mundo la puesta en marcha de su plan "Alianza para el Progreso", cuya estrategia integraba componentes económicos, sociales y, sobre todo, político y de contrainsurgencia. Este proyecto tenía como norte contrarrestar e impedir el impacto de la "Revolución Cubana" en los países de América Latina.
Concluida la rueda de prensa, el presidente Kennedy invitó a 22 países de América a una conferencia continental, a celebrarse en Sudamérica, específicamente en la playa de Punta del Este, Uruguay, para someter al debate, y dar como aprobado, aquel plan contrainsurgente, denominado "Alianza para el Progreso".
El presidente Kennedy convocó a todos los pueblos del hemisferio a unirse "en una Alianza para el Progreso, en un vasto esfuerzo de cooperación, sin paralelo en su magnitud y la nobleza de sus propósitos, a fin de satisfacer las necesidades fundamentales de América".
Llegado el día de la cita en Punta del Este, no se hizo esperar la voz disidente de algunos dignatarios allí presentes.
"Hemos denunciado a la Alianza para el Progreso como un vehículo destinado a separar al pueblo de Cuba de los otros pueblos de América, a esterilizar el ejemplo de la Revolución Cubana y, después a domesticar a los otros pueblos de acuerdo con las indicaciones del imperialismo", dijo el comandante Ernesto Che Guevara, como representante en ese evento del pueblo y gobierno cubanos.
De Punta del Este surge la cacería política e ideológica
Lo que el mundo conoció, y en lo que se centró el debate, fue en el componente económico, que no dejaba de contemplar unos matices transformadores, pues con dicha Alianza para el Progreso, el imperialismo jugó a la confusión, promoviendo elementos como lo de la inversión social en todas las Naciones y el impulso de la Reforma Agraria.
Sin embargo, el componente de agresión y aniquilamiento de los principales líderes de las izquierdas en todo el continente, marchaban de la mano.
Es decir, el plan económico de contrainsurgencia iba articulado al plan "secreto" de neutralizar el liderazgo continental y evitar así, la amenaza de que naciera otra Cuba.
Las izquierdas cayeron en la trampa
En vez de profundizar en el terreno político, identificando y proyectando a sus principales líderes, para la lucha política en el terreno electoral, estas prefirieron priorizar y central el grueso de su accionar en el plano militar, de ese modo, se prefirió combatir en el terreno, lo que quería el enemigo.
Un ejemplo, el 14 de Junio
El Movimiento Revolucionario 14 Junio, contaba con presencia nacional en República Dominicana, con todo el prestigio del mundo y con un liderazgo en la persona de su líder, Manuel Aurelio Tavárez Justo, sólido, pero estos prefirieron el camino de la sierra, imbuidos por el triunfo de la Revolución Cubana.
No proyectaron a Manolo como potencial presidente de la República.
Por ello, el 14 Junio ni participó en las elecciones de 1962, ni apoyó la opción democrática del PRD y Juan Bosch.
Sin embargo, en Noviembre de 1963, en rechazo al golpe de Estado, Manolo y sus compañeros "se alzan en armas en las escarpadas montañas de Quisqueya"; y allí en Las Manaclas, al ser apresados vivos Manolo y sus compañeros, los servicios de contrainsurgencia del gobierno y la CIA, aplicaron en Santo Domingo, por primera vez en el Continente Americano, las resoluciones de Punta del Este, de salir de caza contra los líderes de las izquierdas.
Por esta estrategia no hubo piedad y se aplicó el libreto contra Manolo y demás catorcistas: Todos los apresados fueron fusilados de manera sumaria.
Perspicaz análisis ,bien logrado