Por: César Aybar
Hemos coexistido con esa triste realidad de las guerras y de los abortos, pero sin perder la fe y escudándonos en la esperanza.
Vivimos en un mundo cambiante y convulso, donde hay más de 120 conflictos armados entre internacionales y nacionales (El aumento de los conflictos armados provoca un récord… https://elpais.com). Existe una amenaza cada vez más palpable de una tercera guerra mundial, con armas de tal capacidad destructiva, que sería prácticamente una catástrofe de dimensiones inimaginables.
Una parte importante de la población mundial vive en permanente incertidumbre. ¿Por las guerras? ¿Por los abortos? Hoy se vive un proceso de pérdida y/o sustitución de valores, de costumbres, de identidad cultural y de propósito de vida, que hace que la gente esté confusa, asustada, desorientada y, hasta violenta.
Y es importante hablar de esto con cierta crudeza, para tratar de tener un golpe de efecto que haga despertar a las personas. Hace falta un reloj despertador de esos del siglo pasado, que cuando marcaba la hora prevista para despertar, sonaba un timbre que te hacía saltar de la cama.
Hay que darse cuenta con urgencia que el camino que se está tomando lleva a la perdición, a la incertidumbre, a la soledad, a la indolencia, al sufrimiento, a la locura, a la pérdida de libertad y a la muerte.
Y no estoy hablando únicamente en términos de trascendencia o espiritualidad, sino, que hablo también en términos terrenales. Es decir que, en vez de estar dirigiendo al mundo a un entorno donde la gente viva feliz, más y mejor (viva feliz y muera feliz), se está haciendo lo contrario.
Por ejemplo, en enero del 2024, Worldometer, una web de estadísticas en vivo, lanzó un comunicado en el que establece que durante el año 2022 se realizaron 44 millones de abortos voluntarios; convirtiendo así al aborto en la primera causa de muerte de seres humanos (https://www.worldometers.info/abortions/).
El aborto no es sólo la principal causa de muertes humanas, sino que su número casi cuadriplica a la segunda causa de muerte que son las enfermedades transmisibles, que es de 13 millones de víctimas (El aborto es la primera causa de muertes humanas, Americans United for Life) https://aul.org › uploads › 2024/04 › Aborto22_SP).
Esto significa que el endurecimiento del corazón de las personas, el egoísmo y el deseo de diversión sin responsabilidad, está llegando a límites que encaminan a las sociedades a una autodestrucción de manera segura, si no se cambia de rumbo.
Tomemos como ejemplo lo que está pasando en España. En ese país nacieron en 2021 la mitad de los niños que nacían en el año 1975. Sin embargo, necesita que nazcan actualmente más de 277,000 niños anuales para poder asegurar el nivel de reemplazo generacional, pero para ese año nacieron 174,000 niños solamente. (Evolución de la Familia en España. Evolución de la Familia en España 2021 https://www.bioeticaweb.com).
En ese país, como en muchos otros países de Europa, el aborto avanza sin parar, y los expertos consideran que esa realidad está frenando la natalidad y dificultando el remplazo generacional, ya que mueren más personas que las que nacen, lo que está convirtiendo a España en una nación vieja.
Esa realidad va acompañada de un drástico descenso de la tasa de nupcialidad, con una alta tasa de divorcio, rompiéndose un matrimonio cada 5.5 minutos. A ese ritmo, España, en término de 36 años, tendrá una pirámide poblacional invertida (Evolución de la Familia en España. Evolución de la Familia en España 2021 https://www.bioeticaweb.com), con las consecuentes crisis que eso trae consigo.
¿Hacia dónde ustedes creen que conduce el camino que ha tomado España y otras naciones desarrolladas? Eso se llama autodestrucción de una sociedad. Y a eso vamos todos si no despertamos. Es necesario, como dice una canción, encender una luz y dejarla brillar.
Porque Cristo vino, Dios se encarnó para mostrarnos el camino, pero les estamos ignorando. Es necesario volver a Él. Hay tanta información. Hay que abrir los ojos, no cerrarlo, abrir los oídos y escuchar. También hay que estudiar, analizar, reflexionar y comprender.
Jesús, la luz de este mundo, vino, te enseñó el camino para vivir con dignidad aquí, y en plenitud cuando dejes este mundo. Pagó por tus faltas, te enseñó el amor en extremo, se entregó, murió en martirio y resucitó, todo para que te trasformes y vivas. Y estas no son palabras vacías, son datos históricos (CRITERIOS DE HISTORICIDAD – Cristo e Historia https://cristoehistoria.wordpress.com ›)
Busca y encontrarás.
*El autor es investigador y empresario agroindustrial