Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – Todo parece indicar que los días de tranquilidad y paz para los miles de inmigrantes indocumentados terminaron, y no solo por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, sino también, por lo que parece ser la nueva postura del alcalde Erick Adams, sobre la inmigración y las políticas fronterizas.
Cierre de refugios
El pasado fin de semana, durante un recorrido por uno de los refugios más grandes y que más familias de indocumentados había acogido, el Floyd Benette Field, el alcalde Adams reveló que tanto ese, como otros 12 centros similares serán cerrados antes del 25 de marzo.
Las razones
Según el alcalde Adams, las razones por las cuales cerrarán los albergues es que se ha producido una reducción de solicitudes de asilo.
De acuerdo con sus palabras, en 27 semanas consecutivas no se han producido nuevos ingresos de migrantes. El funcionario lo atribuye al éxito de las políticas de su administración y a la nueva política fronteriza
Esta reducción, afirma, ha significado un ahorro de 2 millones 800 mil dólares a las finanzas de la ciudad.
Serán más
Los cierres comenzaron desde junio del año pasado y la ciudad proyecta que, para junio de este año, la administración Adams haya cerrado un total de 46 refugios para migrantes en la Gran Manzana. Con esta cantidad de refugios cerrados, se reduce en un 20 por ciento los espacios de emergencia para solicitantes de asilo.
El más grande
El refugio desde donde Adams hizo su anuncio es un lugar que ha acogido a más de 2000 familias, pero que en los próximos meses cerrará sus puertas de manera definitiva.
La instalación se encuentra en un aeródromo federal fuera de servicio en Marine Park, y provocó mucho debate por su ubicación remota y porque era un área vulnerable a las inundaciones.
Pero en su momento fue de gran ayuda y jugó un papel relevante en la acogida de indocumentados.
Un cambio de actitud
Desde que la crisis migratoria se desbordó, el alcalde criticó a la administración Biden por el poco apoyo, que, según él, recibió del gobierno federal. Por eso, sus palabras subieron de tono, luego de la reunión que tuvo el mandatario con el denominado Zar de la frontera Tom Homan. Incluso, Adams llegó a insinuar que podría tomar acciones para eliminar la condición de Estado Santuario.
"La ciudad no tiene que cargar con el peso de un problema que es nacional", llegó a afirmar.
Sin esperanzas
Este cambio de actitud del alcalde y su decisión de cerrar los albergues, además de su simpatía con las anunciadas políticas migratorias de la administración Trump que iniciará la próxima semana, dan la impresión de que poco a poco, la ciudad, no solo cierra las puertas de los albergues, sino que con ello, cierra el paso a los migrantes y sus esperanzas de alcanzar el sueño de una vida mejor.
