Lito Santana.
República Dominicana encabeza la lista mundial como "líder en producción" de accidentes de tránsito, con los consecuentes resultados fatales para la vida de personas.
De hecho, en apenas tres meses de este año, estos accidentes suman más de 15 mil, con secuelas de muertos, mutilados y heridos.
De estos hechos trágicos, casi el 90 por ciento tiene como protagonistas de primera línea a motoristas. Y dentro de estos, el abanico envuelve a motoconchistas, deliveris, competidores de carreras y ahora ganan terreno "los calibradores".
Estos bárbaros se caracterizan por recorrer largas distancias con la gama delantera de sus moteros al aire.
En principio lo hacían en las autopistas y carreteras, en horas de menor tránsito, con la "desventaja" de que no tenían muchos espectadores.
Para ganar aprobación inventaron hacerlo en los barrios y su fama fue creciendo.
Ahora que las redes son la vida del ser humano, se trasladan al centro de la ciudad y en especial en la Avenida 27 de Febrero, túneles incluidos, para firmar sus videos y subirlos al mundo.
Como en nuestro país las autoridades se cuidan de no molestar a los bandidos, por el impacto político-electoral que puede perjudicarles, los actos delincuenciales de este tipo han crecido tanto, que ya no pueden obviar la barbarie.
Con el más reciente espectáculo de los calibradores el pasado domingo 9 de este mes de marzo, el Ministerio de Interior y Policía se enteró de esta práctica y prometió castigar con "todo el peso de la ley" a estos terroristas motorizados.
Es seguro que estas amenazas no harán ni cosquillas a los sinvergüenzas, que saben que en su defensa saldrán regidores, alcaldes, diputados, senadores y gobernadoras, que interpondrán sus “buenos oficios” para que, si los apresan, los liberen, pues en tiempo de campaña electoral por botellitas de gasolina, pica pollo y par de pesos, les aseguran sus caravaneos.
Así ha sido y así será, y en par de días nadie estará hablando de este tema, por más desacatados que sigan estos personajes que no sienten ningún temor.