Por Héctor Linares
Las recién divulgadas estadísticas de empleos presentan un mercado laboral doméstico con un perfil de avance cuantitativo y cualitativo y al mismo tiempo con retos y desafíos.
El crecimiento del empleo formal y descenso del informal revelado en el último informe oficial divulgado presenta un giro importante hacia la anhelada y reclamada calidad del empleo, porque además de hacer más transparente las cifras globales, aporta beneficios que la informalidad imposibilita su materialización.
El aspecto más transcendente de la formalidad del empleo es el requisito principal de la Seguridad Social, que permite al empleado tener acceso a los beneficios del plan de pensión, seguro médico y seguro de riesgo laboral. Los dos primeros son financiados por el patrono y el empleado y el tercero solo por el empleador.
Según cifras de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) correspondientes al primer trimestre de 2025, el segmento formal del mercado laboral se incrementó en 188,658 puestos, mientras que el número de plazas del informal se redujo en 12,077 puestos en los primeros tres meses del año en curso.
La pérdida de empleos informales y la ganancia de plazas laborales formales es una combinación doblemente positiva para la calidad del empleo, por los beneficios colaterales que ofrece la formalidad, además de que se presume que la remuneración es más alta porque al menos en el aspecto de salario mínimo el Estado tiene forma de darle seguimiento para fines de cumplimiento.
El informe, ofrecido por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), “en el interés de mantener debidamente informados a los agentes económicos y a la opinión pública en general, y como parte del compromiso institucional con la transparencia y la divulgación oportuna de datos bajo su responsabilidad”, informa los resultados preliminares del levantamiento de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) correspondiente al trimestre enero-marzo de 2025.
“El desempeño reciente del mercado laboral se mantiene reflejando un comportamiento positivo en los indicadores de ocupación, desocupación e informalidad’”, indica.
Enfatiza que el nivel y tasa de ocupación se encuentran en máximos históricos, la desocupación reduciéndose en términos interanuales, mientras la tasa de informalidad se encuentra en su valor mínimo desde el inicio de la serie estadística de la ENCFT.
Como dato relevante, el informe da cuenta de que en el primer trimestre de 2025 el universo de ocupados de la economía dominicana, incluyendo los formales e informales, se ubicó en 5,117,548 trabajadores, para un incremento neto de 176,581 nuevos ocupados en comparación con la nómina global de enero-marzo de 2024.
El BCRD explicó que “con este resultado, la tasa de ocupación (TO), definida como la relación entre el total de ocupados y la población en edad de trabajar (PET), se situó en 62.8 % en enero-marzo de 2025, siendo la cifra más alta en la serie de este indicador, superior en 1.2 p.p. respecto a la tasa del primer trimestre del año 2024”.
La explicación del aspecto favorable del cambio de perfil del mercado laboral la da el BCRD cuando afirma que “al analizar el aumento interanual de 176,581 trabajadores en el trimestre enero-marzo de 2025, desde la óptica de si las personas tienen o no acceso a los beneficios de la seguridad social vía su ocupación, se observa que el número de ocupados formales se incrementó en 188,658 personas, mientras los informales se redujeron en 12,077 personas”.
Dice que, de esta forma, la tasa de informalidad se ubicó en el punto más bajo de la serie al registrar un 53.4 % de la población ocupada en enero-marzo 2025.
La elevada informalidad del mercado laboral ha sido causa o consecuencia de la misma característica para la economía general, creando un escenario de subvaluación de las estadísticas macroeconómicas, algunas de las cuales deben ser estimadas por esas limitaciones.
El alto índice de informalidad laboral es también atribuido al tema impositivo, el cual, por la cantidad de requisitos, impuestos y tasas que exige, hace muy gravoso el paso a la formalidad.
Evolución del empleo
El informe explica lo referente a la evolución del desempleo y demás indicadores de la subutilización de la fuerza de trabajo. “Se observa que estos permanecen en torno a sus valores mínimos dentro de la serie histórica. De forma particular, la tasa de desocupación abierta (indicador de subutilización SU1), es decir, el porcentaje de los desocupados que están buscando activamente trabajo como proporción de la fuerza laboral, se redujo de 5.1 % en enero-marzo de 2024 a 4.9 % en igual trimestre de 2025”.
Técnicamente, ese indicador puede bajar por dos razones esenciales, que la persona haya encontrado empleo o haya desistido ante dificultades para obtenerlo.
“En cuanto a la tasa de subutilización de la fuerza de trabajo SU3, muy similar a la anteriormente conocida como tasa de desocupación ampliada, que toma en consideración tanto a los desocupados abiertos (buscando activamente trabajo) como a las personas que estarían dispuestas a trabajar, aunque no estén buscando trabajo en la actualidad, presentó una disminución de 1.6 p.p., al pasar de 10.9 % en enero-marzo de 2024 a 9.3 % en igual período de 2025”, detalla.
En ese aspecto radica uno de los principales desafíos y retos del mercado laboral dominicano, puesto que ese índice, aunque con un reporte de baja en el primer trimestre del 2025, es todavía más del doble del de los países desarrollados, en los que el pleno empleo se logra cuando la tasa de desempleo ronda el 4 %.
El informe de la ENCFT enfatiza que “el grado de inserción de las personas mayores de 15 años en el mercado laboral, medida mediante la tasa global de participación (TGP), definida como el cociente entre la fuerza de trabajo (PEA) y la población en edad de trabajar (PET), alcanzó su valor máximo al registrar 66.0 % en el primer trimestre de 2025, 1.1 p.p. por encima de la obtenida en igual período de 2024.
Como el empleo es el principal mecanismo de combatir la pobreza y de contribuir a mejorar la redistribución del ingreso, para que esos postulados se cumplan también se necesita mejorar los niveles salariales, que por ser muy bajos, han limitado el esperado impacto de la Seguridad Social, al menos en el aspecto previsional.
Hay sectores, como los empresarios, que estiman que el mercado laboral necesita reformas en su legislación, porque el esquema actual es muy oneroso, especialmente por lo que definen como pasivo laboral. El aspecto de la mano de obra calificada es también citado como una limitante para el aumento del empleo.
