Por Evelyn Irizarri Santos
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, acaba de vetar un proyecto de resolución que buscaba suprimir las sanciones y penalidades a quienes ejercen el comercio ambulante sin poseer licencia.
Esta medida afecta de manera directa a miles de personas, en su mayoría latinos, muchos de ellos indocumentados.
Norma introductoria 47B
El proyecto de norma introductoria 47B fue aprobado por el Concejo Municipal, pero ahora podría revertirlo, por iniciativa del alcalde. Esta medida fue creada con la participación de la Junta de Asesora de Vendedores Callejeros de Nueva York, una entidad integrada por empresarios, defensores de inmigrantes y comerciantes.
Contenido
El proyecto contempla cambios para garantizar una mayor igualdad entre los comerciantes minoristas.
Uno de los puntos más significativos de este proyecto era la eliminación de la calificación como delito menor que se le aplicaba a los vendedores ambulantes que carecían de licencia.
También eliminaba la imposición de sanciones económicas.
Las razones del alcalde
En una carta dirigida al secretario del Concejo Municipal, el alcalde ofreció una serie de razones para justificar su decisión. El alcalde Adams asegura que esa disposición despojaba a la ciudad de las herramientas para combatir y regular el comercio ambulante en Nueva York.
Para el funcionario, es esencial mantener las reglas que regulan el comercio ambulante, con sanciones incluidas.
Rechazo colectivo
Cuando los vendedores ambulantes conocieron el contenido del proyecto de resolución se sintieron felices y aliviados, pues no es fácil obtener una licencia para vender en las calles de la Gran Manzana, además de los costos y los complicados trámites, pero esa alegría duró poco.
Tan pronto como Eric Adams anunció el veto del proyecto, las reacciones de rechazo no se hicieron esperar.
Vendedores y defensores de los inmigrantes han manifestado su preocupación por las consecuencias que esta decisión les puede causar.
Aunque la intención del alcalde no es suficiente para lograr que el proyecto sea vetado, los vendedores no pueden evitar sentirse preocupados.
La propuesta del alcalde ahora debe ser conocida y votada por el Concejo Municipal.
