Más o menos, más o menos

Por Melton Pineda

Cancelado en TELEANTILLAS, entré a trabajar en La Noticia, y me asignaron la fuente del Palacio Nacional donde desarrollé una labor periodística caracterizada por los “palos periodísticos”.
Cada uno de esos palos periodísticos en Palacio Nacional estaban relacionados con el informe concluyente a raíz de los asesinatos del casacambista, Héctor Méndez, y su chofer Napoleón Reyes, hecho ocurrido a escasos metros del Palacio de la Policía Nacional.

En medio de las preocupaciones de las autoridades, el doctor Marino Vinicio Castillo (Vincho) fue invitado al Palacio Nacional, por su amigo y litigante juntos en los tribunales, el presidente Salvador Jorge Blanco.
En esa reunión, reseñada en los medios de comunicación, el mandatario perredeísta, le habría advertido a su amigo Vincho Castillo, que tenía el presentimiento de que le echarían ese muerto en los pies a su gobierno.

Parte del expediente investigado por las autoridades, cayeron en manos del destacado polemista y jurisconsulto, uno de los más capaces del país, el doctor Castillo.

Para desgracia del gobierno de Jorge Blanco, el doctor Castillo, con estas supuestas pruebas en su poder sobre el asesinato del banquero Héctor Méndez y su chofer, se armó unas de las disputas judiciales más sonadas que permaneció durante varios meses en las primeras planas de los medios escritos y de televisión.

El doctor Castillo se constituyó en abogado de la defensa de la familia Méndez y en una multitudinaria rueda de prensa, el jurista tronó con el expediente del caso en las manos que puso a las autoridades en apuros.

Los organismos de seguridad del Estado siguieron las investigaciones de los asesinatos y entre alegatos judiciales y la defensa de funcionarios gubernamentales que fueron ligados a esos crímenes, la opinión pública se enteró de informaciones de parte y parte sobre el caso.

El doctor Castillo intentó involucrar en el caso del asesinato del banquero Méndez al poderoso secretario de la Presidencia, licenciado Hatuey De Camps Jiménez.

Este funcionario, quien además era secretario general del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en el gobierno, diestro en la polemista pública, se defendió y logró diluir las acusaciones en su contra.
Algunos alegatos en la polémica sobre el asesinado, salió a relucir que el banquero fue asesinado por miembros de la Policía Nacional, específicamente, pertenecientes al Departamento de Falsificaciones e involucraba el cambio de millones de dólares falsos.

En la competencia entre los medios de comunicación que cubrían el Palacio Presidencia, un día llegué temprano, al acecho de los funcionarios civiles y militares, que acudían allí.

El crimen de Méndez siguió ocupando las primeras planas de los medios de comunicación, prensa escrita, radial y televisada, a la espera del informe final sobre el caso, que las autoridades habían ordenado.
En una ocasión, me percaté de la llegada del Jefe de la Policía, el mayor general del Ejército, Ramiro Matos González, con un folder debajo del brazo y subió a la tercera planta hacia el despacho del presidente Jorge Blanco.

Para tener control de los funcionarios que llegaban temprano a la sede de gobierno, yo los esperaba en la puerta frontal, donde están las dos estatuas de los leones.

Le di seguimiento al jefe policial, y se me ocurrió preguntarle sobre la noticia que estaba en boga. -jefe, ese es el informe del caso Héctor Méndez, éste me contestaba: “más o menos, más o menos”. Yo le insistía: …pero el informe definitivo, jefe. Y él respondía: “más o menos, más o menos”, y con ese “más o menos, más o menos, más o menos, repetido en cada pregunta que le repetíamos relativa al caso, bastó para reseñar una información de primera página en el desaparecido periódico vespertino La Noticia.
Bien temprano, salí hacia el periódico, consciente de que tenía la primera plana del día.

Y así fue. Coordiné con el jefe de Redacción, el periodista (fallecido) Pablo Jerez, y le comuniqué la forma como obtuve la información. A medida que le conversaba, este astuto comunicador me decía: pero está confirmando lo que tú le preguntas…

Fuimos donde el director Miguel Ángel Prestol para enterarlo de la importante información y de qué forma la había obtenido y este nos dijo: “usted cree Pablo,” y éste le contestó: “claro, pero según me cuenta Melton, cada vez que le cuestionaba sobre el informe final de la muerte de Héctor Méndez, este solo decía “más o menos más o menos”.

Prestol, hombre muy inteligente, cauto, conservador y cuidadoso, pero también juicioso y capaz, autorizó redactar y publicar en portada la información.

Esa información evolucionó de una forma dramática. Los familiares de Héctor Méndez, en una rueda de prensa, reclamaron que el caso no podía ser cerrado, ya que aún no había personas detenidas y que había, supuestamente involucrados funcionarios del gobierno, incluyendo al licenciado Hatuey Decamps.

El doctor Castillo, apoderado del caso, deploró la información, aduciendo que ese expediente no se podía concluir y que era muy temprano, porque no se habían apresado e investigado a todos los involucrados en ese abominable crimen.

El “más o menos, más o menos”, devino pues en un notición que provocó una reacción airada de la familia Méndez y su abogado Castillo.