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domingo, junio 22, 2025
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Más allá de la eufórica victoria de Omar Fernández en la senaduría de la capital

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Por Omar Santana

SANTO DOMINGO. De manera sorpresiva, Omar Fernández del partido Fuerza del Pueblo derrotó al oficialista Guillermo Moreno por Alianza País y el Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Omar Fernández obtuvo el 56.20% del total de votos emitidos, lo que equivale a un respaldo de 255,810 votantes. 

Mientras que Guillermo Moreno logró tan solo el 39.77% de los votos, representando a una significativa parte del electorado, con un total de 181,026 votos, pero mucho menos que el total de votos obtenidos por el oficialismo en la capital.

Una candidatura impuesta

La elección de Fernández impresiona aún más, porque se interpuso a la tendencia del Distrito Nacional, donde los diputados del oficialismo obtuvieron los siguientes resultados:  en la Circunscripción 1, los diputados del PRM obtuvieron 91,246 (53.23%) de los votos; en la Circunscripción 2, 87,078 (58.21%), y en la Circunscripción 3, 86,918 (58.22%). Para un total de 265,242 votos para los diputados del PRM, mientras que Guillermo Moreno solo pudo alcanzar 181,026 votos. Significa que en las urnas Moreno perdió unos 84,216.

El resultado valida la percepción de que la candidatura de Guillermo Moreno fue una imposición para los perremeístas y para los ciudadanos del Distrito Nacional. 

El PRM perdió la senaduría del Distrito Nacional que estaba en manos de Faride Raful, a quien se le despojó por decisión partidaria de la posibilidad de optar por la reelección, a pesar de que era la candidata natural de esa organización y una de las figuras fundadoras de lo que es hoy el Revolucionario Moderno.

Faride, en más de una ocasión expresó su inconformidad por no ser la candidata. “Todo el mundo sabía y para nadie es un secreto que mi intención era continuar siendo la senadora de la capital, pero las circunstancias no se dieron”, dijo horas antes del proceso electoral del domingo durante una entrevista en el programa Hoy Mismo.

Pero la candidatura de Guillermo Moreno en el Distrito Nacional era el fruto de una alianza forjada personalmente por el presidente Luis Abinader y su equipo. 

El mandatario tenía la intención de procurar la mayor cantidad de apoyos en la conformación de la alianza RD Avanza, una constelación de 22 partidos con la cual Abinader buscaba obtener más del 61.74 % obtenidos por su rival Danilo Medina en las elecciones de 2016. El presidente se quedó corto en su intención, pero finalmente ganó con un convincente 57.46%, casi 30 puntos porcentuales por encima su más cercano rival Leonel Fernández.

Por otro lado, Moreno, a quien de manera burlona sus adversarios lo llamaron como el candidato “mochila”, no puede alegar falta de respaldo, toda vez que fue apoyado en actos públicos por la plana mayor del PRM, comenzando por el presidente Luis Abinader, el presidente del partido José Ignacio Paliza, la secretaria general y alcaldesa Carolina Mejía, el ministro de Turismo y aspirante a la presidencia David Collado, y una serie de altos dirigentes de esa organización de manera particular.

Además, Moreno fue acompañado por la alta dirigencia del PRM en sus recorridos por las calles de la capital, igual por los candidatos a diputados de manera individual, y también las figuras electas de las elecciones municipales de febrero.

A lo interno del PRM, la derrota de Guillermo Moreno es vista como la derrota de un candidato “muy malo” en una demarcación como el Distrito Nacional, donde la población no respeta las líneas partidarias.

Lo perdió todo

Además de la derrota con el PRM, también hay que ver cómo repercutirá en su organización Alianza País, la cual perdió la proyección de un hombre como opción progresista.

Moreno, como candidato presidencial logró recaudar hasta más 1% en los procesos electorales, y su discurso representaba la negación de los políticos y los partidos del sistema, los tradicionales. Era una negación de los llamados “mayoritarios” como expresión del conservadurismo.

Al dejar sus aspiraciones presidenciales, se sumó a uno de esos partidos, si bien en una alianza en nombre de la “transparencia”, pero implicó una pérdidas para quienes lo veían como un factor de diferenciación en la política dominicana.

Habría que ver si a la postre esa candidatura perdedora no genera cuestionamientos al interior de Alianza País, donde ya había sufrido disidencias. También habría que pensar qué posición adoptará frente al nuevo gobierno, si se incorporará de alguna forma o pretende retornar a sus viejas críticas al conservadurismo.

El Fernández político

Omar Fernández, el abogado de 31 años, de hablar pausado y discurso políticamente correcto, hilvanó cuidadosamente su perfil político a partir de la diputación obtenida en el año 2020, desde la cual aspiró a senador.

En el tema de las tres causales, bajo las cuales se podría legalizar  un aborto en República Dominicana, Fernández solo está de acuerdo con que se ejecute cuando esté en riesgo la vida de la  madre y se expresó abiertamente como provida.

En temas delicados para los dominicanos, como la frontera y la migración haitiana, ha apoyado las acciones del presidente Luis Abinader.

“¿La República Dominicana debe recibir a los 10 millones de haitianos que se encuentran en situación de vulnerabilidad? Por supuesto que no. Este es un país soberano, un país independiente, un país que toma sus propias decisiones de cómo poner en marcha su política migratoria”. En otros escenarios ha dicho “que todo el que se encuentre de manera irregular debe ser enviado de vuelta para su país”.

Por otro lado, en la Cámara de Diputados ha propuesto temas sensibles para su demarcación. Como un proyecto de ley que libera de impuestos las toallas sanitarias; la ley que sancionaría con hasta tres años de prisión y 50 salarios mínimos la crueldad y maltrato a los animales, y otro proyecto que busca liberar del pago de anticipos a las microempresas.

Una vez Fernández decidió probar el Senado apostó a su fuerte: La juventud. Utilizó los canales sociales y apostó a ellos a fondo. Se mostró como cercano para sus contemporáneos de línea conservadora, en la defensa de valores familiares, religiosos, y solidario con los emprendedores.

Todo esto con una efectiva estrategia de redes sociales, y medidas apariciones en medios de comunicación, lo convirtieron en una figura popular.

La euforia del triunfo

La derrota política del PRM en la capital no deja de ser una victoria importante y simbólica para el Partido de la Fuerza del Pueblo. 

Sin embargo, observando el plano general, el PRM gobernará los próximos cuatro años con un control absoluto del Congreso y el Poder Ejecutivo.

La victoria sobre el oficialismo hace pensar en que Omar Fernández puede convertirse en una figura de esperanza para la oposición y el relevo de su padre, el expresidente Leonel Fernández. 

Pero en la vida, las victorias políticas se construyen en base a realidades y coyunturas.

A Omar Fernández solo le queda seguir construyendo su perfil político en el Senado, hacer oposición y saber elegir sus luchas. 

¿Es Omar un presidenciable en el 2028? Improbable.

El primer obstáculo es su padre, Leonel Fernández. A pesar de la derrota de su candidatura, salió fortalecido como líder de la oposición, con casi un 30% y con los bríos para imaginar que en cualquier de los hipotéticos escenarios que se puedan presentar, resultaría ganador.

¿Es Omar una figura relevante de la política dominicana? En la euforia del triunfo, sí. Y con su nuevo posicionamiento, más allá.

Después de 2028, seguramente.

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