Por Osvaldo Santana
Cuando todavía el presidente Luis Abinader no cumple su primer año del segundo período iniciado el 16 de agosto de 2024, ya la competencia en su Partido Revolucionario Moderno (PRM) avanza a alta velocidad, con los aspirantes a la sucesión en medio de recorridos y encuentros en todos los rincones del país, con el agravante de que el mandatario mismo adelantó algunas directrices, como la sugerencia de elaborar un protocolo.
Aunque inquieta que los responsables de la administración pública inicien su campaña tan temprano, probablemente no habrá que preocuparse demasiado, porque el propio presidente Abinader la abrió cuando a pocas horas de su reelección anunció que no aspiraría nunca más a la Presidencia de la República y posteriormente reunió a todos los aspirantes para expresarles de manera directa su visión sobre el futuro, la continuidad del PRM en el poder y el proceder ideal con que debía conducirse la competencia. Luego anunciaría la reforma constitucional para poner el “candidato a la reelección”.
Más todavía, la campaña del PRM quedó oficializada por el presidente cuando en dos de sus más recientes intervenciones en La Semanal, el encuentro con los periodistas celebra en el Palacio Nacional, se refirió al tema de manera muy precisa.
El lunes 16 de junio planteó la necesidad de un protocolo para la conducción de la campaña interna: "En un momento, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene que abocarse a una discusión sobre un protocolo de acción entre ellos, para que se desarrolle democráticamente, pero sin afectar ni al Gobierno ni al partido", lo que implica una aprobación, sujeta a que sea desarrollada de acuerdo con determinadas normas y procedimientos.
El 2 de junio dijo que trabajaría para garantizar la unidad de su partido: “Ese va a ser mi trabajo durante las elecciones del PRM; y garantizar después las elecciones totalmente transparentes para consolidar, aún más, la democracia de la República Dominicana”.
Ese día fue más lejos, cuando dijo: “todos y todas (los aspirantes) son muy buenos. Nosotros vamos a trabajar para que estos planes que hemos hecho, planes que avanzan y que están ahí, tanto en los indicadores sociales como los económicos, continúen. Yo estoy seguro de que los aspirantes que hay en el PRM son excelentes”.
Ese mismo día, el presidente del PRM y secretario de la Presidencia, José Ignacio Paliza, abordó el tema y reconoció la competencia, pero señaló que no se trata de una crisis ni de una confrontación, sino de aspiraciones, pero que esa organización ha dado muestras de madurez y unidad y que el proceso “es para el año próximo. Todavía el partido no ha decidido cómo lo organizará. Los estatutos proveen diferentes modalidades”, y que habrá que “esperar los momentos adecuados”, pero el partido no ha abierto el proceso.
Hipólito a la carga
El expresidente Hipólito Mejía fue al grano y defendió el adelanto de la campaña interna. Cuando los periodistas le plantearon que la misma implica el desconocimiento de la ley de partidos 33-18, dijo que el adelanto cuenta con el aval del presidente Abinader, cuando sugirió la necesidad del protocolo, con lo que significaba que estaba de acuerdo.
Lo que está claro es que todos los aspirantes a suceder a Abinader están en campaña, todos desde sus posiciones de poder. Uno ha advertido que otros competidores no han esperado los plazos previstos en la ley de partidos ni en las normas partidarias.
Pero la campaña marcha a todo dar. Carolina Mejía, alcaldesa de la capital, ha sido vista en las últimas semanas no solo en su territorio del Distrito Nacional, sino desde Pedernales, en el sur, hasta Capotillo, en la Línea Noroeste, donde lanzó su visión, acerca de lo que se debe hacer en esa zona, donde “inicia la República”, Y su padre Hipólito Mejía, actúa como vocero o jefe de campaña. Dijo el 18 de junio que Carolina “avanza a paso de vencedores”. “…La base decide, y nosotros hemos salido a aplicar la línea de masas abajo, en el seno de la sociedad, Y el que ganó, ganó”.
La tarea de Abinader
El presidente Abinader mismo ha definido su tarea, que es asegurar que el proceso de elección del candidato se conduzca según un protocolo y de acuerdo con los estatutos del PRM.
Como líder, deberá jugar un papel clave. Él mismo ha dicho que su misión es asegurar la unidad, “y garantizar después las elecciones totalmente transparentes para consolidar, aún más, la democracia de la República Dominicana”.
De modo que el presidente compromete un papel protagónico en el proceso interno perremeísta y habría que ver que el esperado papel de árbitro sea cumplido a cabalidad.
Pero al mismo tiempo, es el presidente de la República, y como tal debe ser un garante de la conducción de la cosa pública en los términos esperados, y especialmente, evitar que, con tantos funcionarios aspirando a sucederlo, y el mismo involucrado, el Estado no sea convertido en una fuente de financiamiento de estos.
Lo adecuado sería que quienes tienen aspiraciones presidenciales y desempeñan funciones en el Estado, se aparten o sean de sus responsabilidades en la Administración, lo que redundaría en beneficio de la imagen del PRM.
LOS ASPIRANTES A LA SUCESIÓN
Han proclamado sus aspiraciones para suceder a Abinader la alcaldesa Mejía; el ministro de Turismo, David Collado; la vicepresidenta Raquel Peña; el presidente de la Liga Municipal Dominicana (LMD), Víctor de Aza; Francisco Antonio (Tony) Peña Guaba, coordinador del Gabinete de Políticas Sociales del Gobierno; Wellington Arnaud, director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa); Guido Gómez Mazara, el presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) y Eduardo "Yayo" Sanz Lovatón; director General de Aduanas. Ramón Alburquerque, que en las primarias del PRM del proceso electoral pasado contendió con Abinader, brilla por su silencio.
