El 2025 se perfila como un año turbulento para la economía mundial, marcado por conflictos geopolíticos, tensiones comerciales y los desafíos climáticos que ya han puesto en jaque a las principales economías en años recientes. Según un informe reciente de S&P Global, los mercados de crédito enfrentarán riesgos significativos, que podrían provocar un deterioro en las calificaciones crediticias a nivel global.
Entre los puntos más destacados del informe, S&P Global señala que las tensiones entre Estados Unidos y China serán uno de los factores más desestabilizadores. La administración del presidente Donald Trump podría incrementar los aranceles sobre productos chinos al 25%, lo que derivaría en represalias por parte de Pekín. Este choque económico se sumaría a otros focos de inestabilidad en Medio Oriente y Europa, complicando aún más las cadenas de suministro y los flujos de inversión.
Principales riesgos identificados
1. Tensiones geopolíticas y volatilidad económica
Conflictos prolongados, como el de Rusia y Ucrania, junto con un posible cambio en las políticas gubernamentales en EE. UU., podrían aumentar el gasto militar y agravar los déficits fiscales. Las interrupciones en los mercados financieros serían inevitables ante una mayor imprevisibilidad en la política global.
2. Aumento del proteccionismo comercial
Las medidas arancelarias y de protección comercial en EE. UU. y Europa generarán complejidades en las cadenas de suministro y ejercerán presión inflacionaria. Según S&P Global, estas tensiones podrían perjudicar particularmente a sectores clave como el de los vehículos eléctricos, aumentando los costos para los consumidores y ralentizando la innovación.
3. Riesgos en los mercados inmobiliarios
El sector inmobiliario global enfrenta múltiples desafíos debido a las altas tasas de interés y la caída de las valoraciones. China, en particular, sigue inmersa en una crisis inmobiliaria sin precedentes, que amenaza con repercusiones internacionales en el gasto del consumidor y la estabilidad fiscal.
4. Impacto del cambio climático
Las catástrofes naturales más frecuentes y severas no solo interrumpen las cadenas de suministro, sino que también afectan los mercados de seguros y los presupuestos públicos. La transición hacia una economía de “emisiones netas cero” requerirá inversiones significativas que podrían generar desigualdades económicas entre países.
5. Ciberseguridad y cambios tecnológicos
El aumento de los ciberataques patrocinados por Estados y la implementación masiva de inteligencia artificial podrían poner en jaque infraestructuras críticas en todo el mundo. Según S&P Global, las inversiones en ciberseguridad serán clave para evitar interrupciones mayores en el ámbito empresarial y gubernamental.
6. Desaceleración económica global
Si bien la probabilidad de una recesión global en 2025 es baja, el informe advierte sobre un crecimiento más lento en varias economías. La combinación de alta inflación, aumento de la morosidad y menor confianza del consumidor presiona a los mercados emergentes y podría agravar el estrés crediticio.
Escenarios críticos para 2025
S&P Global concluye que la combinación de estos riesgos creará un entorno desafiante para los mercados de crédito. La respuesta de los gobiernos y bancos centrales será clave para mitigar los impactos, pero los altos niveles de endeudamiento post-pandemia complican la implementación de políticas expansivas.
El informe deja un mensaje claro: las turbulencias económicas, climáticas y políticas requerirán una mayor coordinación global para evitar una crisis económica mayor.