Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – Desde el principio se esperaba que en cuestiones migratorias las políticas del gobierno de Donald Trump serían duras e inflexibles. Es más, hasta implacables.
Pero, la denunciada práctica de esperar a que los indocumentados acudan a sus citas de migración para arrestarlos y después deportarlos, ha generado un rechazo generalizado, además de la indignación de la comunidad, los defensores de los derechos de los inmigrantes y de la clase política.
Esto incluye a algunos miembros del partido Republicano.
Lo que al principio se negó y algunos llegaron a atribuirlo a simples rumores, se transformó en una dolorosa e irrefutable verdad que ni el gobierno ni ICE pudieron seguir negando.
Y aunque la práctica se ha extendido por todo el país, fueron los activistas de Los Ángeles quienes salieron a las calles a protestar de manera enérgica.
La reacción de los cuerpos del orden no se hizo esperar y las protestas se tornaron violentas, desencadenando una batalla que apenas comienza.
¿Cita o emboscada?
Desde hace semanas se venía denunciando que agentes del Control de Inmigración de los Estados Unidos estaban apostados frente a las oficinas de migración, para esperar y apresar a las personas que acudían a sus citas en busca de solucionar su estatus o escuchar la decisión de una autoridad migratoria en torno a alguna petición.
En algunas ocasiones, los familiares denunciaban que ni siquiera les permitían asistir al encuentro con la autoridad que los había citado.
Para muchos, el relato era insólito e increíble, pero pronto, desde diferentes estados de la unión comenzaban a llegar las mismas quejas con los mismos detalles, por lo que la información no solo fue confirmada, sino también, justificada por las autoridades.
Esta situación ha obligado a las personas a dejar de acudir a sus citas, aunque eso signifique perder el chance de regularizar su estatus.
Es por eso por lo que los inmigrantes comienzan a preguntarse si dichas citas, más que eso, en realidad son una emboscada, una trampa de ICE para ahorrarse la molestia de ir por ellos a sus hogares.
En los centros de trabajo
Si la medida de sacar esposadas a las personas de sus centros de trabajo, encarcelarlas y deportarlas, había causado indignación y generado repudio, además del temor entre los indocumentados y sus familiares, esto ya sobrepasó los límites y más de uno ha comenzado a cuestionar la constitucionalidad de estas acciones, al tiempo de calificarlas como un atentado a los derechos humanos.
Al llegar a citas médicas
Aunque parezca mentira, los centros médicos también se han convertido en lugares de operación de ICE. Allí también se han realizado arrestos de pacientes que acuden a sus citas médicas. Una situación nunca vista por las personas que viven sin estatus migratorio regular.
Algunos familiares de personas arrestadas creen que muy probablemente, el personal médico ha entregado información a la agencia, pues de otra manera no se explican cómo pueden tener la certeza de quién tiene y quién no tiene una situación migratoria regular.
En Los Ángeles
Es toda esta situación, la que desencadena los disturbios de Los Ángeles, donde una multitud salió a protestar en contra de los arrestos y las deportaciones. En esta ciudad del estado de California, la situación se salió de control, al punto de que activistas han impedido en algunas ocasiones que los agentes de ICE se lleven a algunos detenidos.
En Nueva York
El domingo, dos congresistas del estado de Nueva York, entre ellos Adriano Espaillat, acudieron al edificio de Federal Plaza, con la intención de constatar la situación en que se encontraban las personas detenidas, pero fueron impedidos de ingresar al lugar por el personal de ICE.
Desde el sábado, Manhattan ha sido centro de reclamos y proclamas en contra de las políticas migratorias de la administración Trump y de su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien ha sido clara en dar fiel cumplimiento a las directrices de su jefe.
Mensaje de Kristi Noem
Las protestas se caldearon en Los Ángeles el viernes 6 de junio por la noche, y como para echar más gasolina en la hoguera, la secretaria de Seguridad Nacional envió un mensaje a quienes calificó de "alborotadores de Los Ángeles".
La funcionaria advirtió que las detenciones no se pararían, ni ralentizarían. Coronó su escrito con una amenaza. "Quien toque a un agente del orden público, será sancionado con todo el peso de la ley".
La guardia Nacional
El mensaje de Noem no fue lo único que llegó a Los Ángeles. El sábado en la noche, por órdenes expresas del presidente Donald Trump, fue desplegada en la ciudad la Guardia Nacional, sin previo aviso, sin si quiera informar al gobernador Gavin Newsom.
La orden de Trump fue clara: Detener las manifestaciones y regresar la calma a la ciudad a toda costa y lo antes posible.
Pero, en los Estados Unidos existen los gobiernos locales y la máxima autoridad de cada estado la ejercer el gobernador.
Reacción Gavin Newsom
El envío de 2 mil efectivos de la guardia Nacional a los Ángeles encontró el rechazo enérgico del gobernador Gavin Newsom. El gobernador junto al fiscal general de California, Rob Bonta demandaron a Trump y al secretario de Defensa Pete Hegseth por el despliegue de la Guardia Nacional en ese territorio.
La respuesta de Donald Trump fue que apoyaría el arresto de Gavin Newsom, por obstrucción de las acciones de cumplimiento de la ley federal de inmigración en Los Ángeles.
Newsom dijo que Trump sabía dónde encontrarlo, que fuera por él.
La demanda contra la administración Trump está basada en la toma ilegal de una parte de la Guardia Nacional de California, (Cal Guard), lo que según el escrito de acusación constituye una violación a la Constitución, además de exceder la autoridad presidencial.
El gobernador afirma que, con el despliegue de la Guardia Nacional, el presidente Trump federalizó a Los Ángeles.
Es un proceso judicial que recién comienza, que básicamente busca impedir que el presidente envíe más soldados a la ciudad, mientras Trump ha reiterado que Newsom debería ser arrestado por incompetente.
Por el momento, el centro de la ciudad sigue sacudido por las protestas y es casi seguro que se extenderán a otras ciudades donde los arrestos de ICE sigan el mismo patrón.
