Por Yancen Pujols
Las Águilas Cibaeñas renovaron varias piezas en las turbinas y están volando alto, tan elevadas están que la competencia debe buscar binoculares para tratar de ver sus alas.
Su récord de 15-3 al inicio de la jornada de este martes 18 de noviembre es más que suficiente para justificar la introducción de esta nota.
Vienen de vencer por cuarta ocasión en cinco partidos a sus acérrimos rivales Tigres del Licey y cuando se enfrentan, esos juegos valen y saben distinto para sus respectivas legiones de parroquianos.
Un triunfo amarillo sobre los azules es motivo de festejo y viceversa. Ambos pueden estar en una mala racha y con eso, se alegran. Y si van por un momento de puro dominio, perder uno del otro amarga la existencia.
Tan poderosas están las Águilas que con esa foja y a mediados de noviembre, pueden ir haciendo planes para la primera ronda de la postemporada, el conocido “Todos contra Todos”.
Cada día están más cerca de las 25 victorias de un campeonato de 50 encuentros en la serie regular, en una liga en la que cada jornada ganan y pierden tres. Aunque lleguen derrotas, como es de esperarse en pelota, será una tarea enorme para varios tratar de darles caza porque el calendario irá avanzando.
La gerencia de las Águilas, que no celebran una corona desde 2020, se decidió por sangre nueva y les ha dado resultados. El escepticismo de muchos seguidores se ha desvanecido tras estar en altos porcentajes.
Hay un núcleo integrado por los jardineros Emmanuel y Alberto Rodríguez, el torpedero Ángel Genao y el segunda base Adael Amador. Súmele al también patrullero Jonathan Clase. Esos jóvenes han dado agua a beber y el resto de la liga lo sabe.
Emmanuel tiene cuatro jonrones, líder de la escuadra en ese renglón, además de otros aportes. Genao y Amador son tremenda combinación defensiva y Clase vuela bajito.
Crédito también al dirigente Luis Urueta (Pipe) por dar la confianza a los novatos para que hoy sean piezas clave de una franquicia de altos parámetros y grey ansiosa de una caravana por el Monumento de los Héroes de la Restauración. Súmeles a ellos a JC Escarra, el receptor que es una máquina de embasarse, al primera base y Más Valioso de la pasada campaña Aderlin Rodríguez y esa ofensiva es de lujo.
De hecho, colectivamente, las Águilas encabezan la liga en promedio de bateo (.277), porcentaje de embasarse (.377), porcentaje de slugging (.429) y OPS (.806). Su picheo colectivo por igual ha rendido como su defensa.
De los cinco restantes conjuntos, al comienzo de la faena de este martes, solo los Toros (10-9) están como las Águilas por encima de .500. Estrellas (10-12), Licey (8-11), Escogido (8-12) y Gigantes (7-11) han sido muy inconsistentes. Falta torneo, es cierto, pero están llamados a apurar el paso o se les hará tarde.
Ganar cura todo en los deportes. Es capaz de vencer las dudas y la tropa amarilla es prueba de ello.
Por ahí viene el ecuador del campeonato (juego 25) y las alas de las Águilas, recargadas de plumaje joven y vigoroso, arropan la pelota otoño invernal. Tienen una garra en la semifinal.
Merecen todo el reconocimiento en esta primera parte.





