Rafael Aquiles Rivera Andújar
Con la victoria apabullante que obtuvo el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Gran Polo Patriótico, en las elecciones municipales, celebradas el pasado domingo 27 de julio de 2025, mediante la cual, de 335 alcaldías, se alzó con 285, y 23 de las 24 capitales del país, conforme a las informaciones otorgadas por Consejo Nacional Electoral (CNE), el presidente Nicolás Maduro, se consolida en el poder.
Para el presidente de la Asamblea Nacional doctor Jorge Rodríguez, esta ha sido la más grande victoria que la Revolución Bolivariana ha obtenido en elecciones municipales.
Es decir, el oficialismo ha dejado sin oxígeno a los partidos de oposición, sobre todos aquellos que actúan de manera pusilánime y entreguista a los intereses imperiales.
Estos, lejos de avanzar en cada proceso electoral, lo único que han hecho es retroceder.
Hay que subrayar que, estas dos últimas contiendas electorales no han sido cuestionadas por los partidos de oposición, lo que indica su conformidad con los resultados.
Ahora bien, estos resultados tienen otra lectura.
Recordemos que apenas hace un año se celebraron las Elecciones Presidenciales, el 28 de julio de 2024, convirtiéndose en las de mayor trascendencia en América Latina.
Todo ello por la importancia de Venezuela en el tablero geopolítico mundial.
Si en apenas un año, el mismo partido que se dijo ganó mediante un fraude monumental, barre en dos procesos casi seguidos, entonces, o no hubo tal fraude como se alegó, o el papel de la oposición ha sido tan ridículo que el pueblo le dio la espalda.
En estas elecciones, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Gran Polo Patriótico y su candidato presidencial Nicolás Maduro Moros, ganó con un 51.2%, sobre un 44.2 de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que postuló al candidato Edmundo González.
Este proceso electoral se desarrolló en medio de la campaña de desinformación más brutal que haya conocido la historia moderna en América latina.
La oposición alegó que las encuestas le daban una ventaja de más de un 70%, por lo que era imposible perder las elecciones.
Mostraron a la opinión pública las supuestas actas que le daban el triunfo ha Edmundo González.
Sin embargo, cuando el órgano electoral los citó para que las presentaran, no lo hicieron.
Aún así, lograron que decenas de jefes de Estados, incluyendo algunos que se dicen ser de izquierda, y millones de personas le creyeran.
Ese proceder fue acompañado de acciones violentas encabezadas por grupos de delincuentes denominados los “Comanditos”.
No hay dudas que la acción emprendida por el presidente de los Estados Unidos en contra de la diáspora venezolana, secuestrando niños y niñas y enviando a cientos de ciudadanos con falsas acusaciones a un centro de esclavitud en El Salvador y la forma astuta en que el presidente Maduro logró su regreso, le dio un gran impulso a su propuesta política.
El pasado sábado 26 de julio, el impresentable secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, volvió acusar al presidente Maduro y su gobierno de ser ilegítimos, tachándolo de ser jefe de una organización narcoterrorista, denominada “El Cartel de los Soles”.
A pesar de los ataques imperiales, Venezuela avanza en la profundización de su sistema democrático, organización social y militar, siendo uno de los países de la región con mayor crecimiento económico, a pesar del bloqueo y sanciones ilegales que mantienen en su contra.
