Por Yancen Pujols
La parte dulce del contrato de Juan Soto llegó a su fin. Muchos detalles lindos, que el récord de más dinero con 765 millones de dólares por 15 años; a cobrar 121 millones de dólares en 2025 entre el salario de 46 millones más el bono por firma de 75 millones; ser la cara de los Mets, en fin.
Pero, esta palabra siempre aparece, el “pero” nunca falta.
Soto se fue a los Mets en Queens, Nueva York, tras rechazar la oferta de 760 millones de dólares por 16 años de los Yankees de Nueva York.
Los Yankees son los “Beatles” de las Grandes Ligas. La mayoría de las cosas con ellos se magnifican y sus fanáticos van a los extremos, la pasión los arropa.
En buen dominicano, te aman o te odian. Soto fue adorado por ellos desde el primer hasta el último día de acción con la franela de rayas.
Fueron constantes las proclamas de esa grey en el Yankee Stadium pidiendo que retuvieran a Soto. Los vídeos que lo comprueban abundan como la verdolaga.
“¡Vuelvan a firmar a Soto! ¡Vuelvan a firmar a Soto!” Se escuchó con potencia en los entornos de la 161 y River.
La esperanza de ellos era que se quedara con la tropa con la que fue a la Serie Mundial. Luego del anuncio de su paso a los Mets, se han sentido reacciones acabándolo, sin piedad.
No hay que ser un genio para saber que vendrán más con el paso de los días y ni hablar del inicio del entrenamiento y de la campaña.
Desde ahora, muchos parroquianos esperan con ansias la serie del 16 al 18 de mayo entre Yankees y Mets. ¿Habrá cariño? Es probable. ¿Puro fuego desde las gradas? Lo puede asegurar.
A eso y más se enfrenta Soto: por un lado a fanáticos llenos de rabia por dejar plantados a los 27 veces campeones más la presión que cae con el territorio de ser el mejor pagado.
De eso nadie se escapa.
Cada turno será más seguido que nunca, si viene de dar 40 jonrones, le pedirán que sean 50 e ir a la Serie Mundial y ganarla será una exigencia de marca mayor por el próximo lustro.
Si recibió críticas a golpe de martillo por decirle que no a la oferta de 440 millones por 14 años de Washington en 2022, imagínense ahora que le dieron un monto jamás visto en los anales del juego.
Los negocios no tienen sentimiento, cuentan con un lado amargo y complicado.
Ya la parte agradable pasó. Nada malo para Navidad y Año Nuevo. Desde febrero vendrán los tragos de retama en un envase lleno de presión.
Soto, que se prepare, aunque sabemos que nació listo para la pelea.