Por Federico Pinales
Ahora les llaman “lobos” a las aves de rapiña, que siempre se han repartido la piña.
La piña llamada presupuesto nacional, que se han repartido políticos y rameados, sin que nada les haya pasado.
Han sido lobos rapaces, carroñeros y depredadores, con ínfulas de grandes señores, a quienes el pueblo trabajador ha tenido que rendirles, pleitesías y honores, bajo la farsa de que han sido nuestros protectores.
Hoy se está “descubriendo la fórmula del agua tibia” y la de los “helados en palitos,” al evidenciar las hazañas de estos “pobres angelitos”.
Esos que no pueden justificar sus múltiples milloncitos, acumulados ganando miserables suelditos.
En realidad, son unos desconsiderados, perversos y malvados, que hace tiempo debieron estar guardados, con sus bienes mal habidos decomisados, sus patrocinadores, protectores y cómplices debidamente enjuiciados y en Najayo bien cerrados.
Ese es el deseo ferviente de la población, que paga impuestos, que sean arrestados, enjuiciados y llevados a prisión.
Sin embargo, me asalta la preocupación de que esta nueva operación no sea un nuevo "bobo" para desviar la atención de otros problemas más graves que afectan a la nación.
Son dos espectáculos muy afines y persiguen los mismos fines.
La persecución de los “lobos” y la detención del detective Ángel Martínez.