Por Federico Pinales
Alguien, no sé si Dios, el Diablo o el Demonio, en fin, el que tenga más poder de los tres, debe intervenir para frenar el sobre abuso y la injusticia que las empresas eléctricas cometen a diario en contra de los usuarios de escasos recursos, a quienes los obligan a pagar altas facturaciones de servicio que no reciben, porque si no la pagan, les cortan la luz y les dañan sus récords en el buró de crédito llamado Cicla.
Hay miles de usuarios honestos a quienes les han dañado sus créditos, por resistirse a solventar deudas que ellos no han contraído y que han sido provocadas por una de tres razones básicas.
Primero, por “errores” administrativos, segundo por mala lectura de los contadores y tercero porque alguien se haya conectado fraudulentamente con o sin ayuda de algún técnico de la empresa eléctrica.
Es raro el ciudadano de clase media hacia abajo, que en algún momento de su vida no haya sido víctima de esta desagradable situación.
Hasta yo, que nunca he fallado con mis compromisos crediticios, dentro y fuera del país, manteniendo siempre un grado de excelencia, paradójicamente estoy registrado en el Cicla como mala paga, porque alguien se conectó a un contador que yo tenía, en el apartamento 1D, del edificio 19, ubicado en la Manzana 4709, de proyecto INVIVIENDA.
Y digo que alguien se conectó, porque apareció un consumo de entre 300 y 400 pesos mensuales, en una época en que el apartamento no estaba habitado y la cuota fija era de 10 pesos al mes.
Cuando yo reclamé y demostré que durante todo ese tiempo el apartamento permaneció cerrado, su respuesta fue que mi única opción era pagar la deuda, a lo cual me negué y me sigo negando a pagar, hasta que se haga justicia.
No precisamente por el monto de la deuda, sino por la irresponsabilidad y el abuso.
Conozco innumerables casos parecidos y de otros más graves que por razones éticas no voy a enumerar, en los que, por motivos similares y parecidas, las compañías eléctricas y sus técnicos debían ser seriamente investigados y sancionados ejemplarmente. Si es que existe la intención de aplicarle, aunque sea un calmante al soberanamente complejo problema eléctrico del país.
Hace 50 años y 56 días que llegue a la capital y rápidamente conocí la problemática de la energía eléctrica y de ahí para acá ha sido lo mismo.
Quiero q sepas q yo he pagado mucho dinero con un apartamento cerrado sin embargo ellos se salen con la suya, así es ojalá y Dios te acompañe y tenga la suerte q muchos no hemos tenido