Por Santo Salvador Cuevas
A propósito del voleibol, “Deporte Rey de Tamayo",, éste no existió siempre, como tampoco fueron eternos ninguno de sus deportistas.
Mucho antes que el deporte de la maya y la bola, la juventud de Tamayo practicaba con mucha entrega y pasión el deporte de la bola y el bate, en donde hubo grandes jugadores como Tonguén Carlos; Pastor Gómez; Nenito Sonsón; Machelo de La Cuaba, Freddy Bueno, Bienvé La Roncha, Alfredo Dickinson, Julio Fabián, entre otros.
Es decir, es a partir de un momento especifico de la historia, cuando se presenta a Tamayo un señor en amorío con una de las hijas de doña Rosa y Manuel HBeto Reyes (QEPD). Hablo del señor Apolinar Tavárez, (La Cigua) el papá de Robert, que falleciera recientemente en Nueva York.
La llegada de este señor al municipio de Tamayo ocurrió en 1966, a decir de su pareja, Hidalgo Reyes, la mamá de Robert.
Lo que deseamos puntualizar o destacar para contribuir a la conciencia histórica de la gente sobre el voleibol, es el hecho de que para sembrar en las escuelas y los barrios de Tamayo, no solo hay que partir de los jugadores o deportistas en sí, que son la materia prima más importante, sino que, para condensar el producto deportivo, entraron a escena varios componentes a lo que llamamos o denominamos, como la base social.
Ese deporte se cuaja en Tamayo, a partir de:
◇ La primera persona que lo trajo, el señor Apolinar Castro Tavárez; su hijo Robert nació en 1967, por lo que los familiares de Robert calculan su llegada a Tamayo para inicio de 1966, después de la Revolución de Abril
◇ Una población de jóvenes que se entusiasma y lo asumen como práctica de vida.
◇ Una juventud que no lo practica, pero que lo asume, le apoya y le acompaña a las competencias Inter barriales e interprovinciales, entre los que se destacan el profesor Kiko Zorrilla y José Reyes. Pero ahí también hay que destacar el aporte de doña Bayiya, que a la hora del calor y el sudor de los jugadores estaba presente, pues le presentaba por la verja la botella refrescante de mabí; o daña Albita Reyes quen le facilitaba las compotas; o doña Mireya Jiménez, quien le traía el pedazo de caña a orilla de la cancha; o Josefa Pin, que le facilitaba los bombones.
En esa base de apoyo hay que destacar a las familias de los alrededores que toleraban el rebote de la pelota en su casa, como María Bulín, Oliva, Mindé, doña Santa, Flora y Requetico; la profesora Felina Jiménez y el profesor Arturo Méndez.
Sin el apoyo de esa base social, el voleibol hubiese surgido natimuerto.
Ese empuje de acogencia social fue el incentivo motivador para que surgieran jóvenes como Milcíades Ventura (Gringo); el profesor Manuel Suazo; el profesor Francisco Apolinar Zorrilla Gómez (Kiko), a quien se puede declarar como la figura que más tiempo dedicó al voleibol de Tamayo durante toda su vida. Pero la figura de Kiko Zorrilla es el producto también de esa base de apoyo en la que juega un papel determinante el profesor José Reyes, que es a quien le nombra en la Escuela como profesor de Educación Física.
Son etapas del voleibol de Tamayo en donde se destacaron deportistas como: Rafael Fabián; King Moñé; Augusto Méndez; Miguel Cató; Jorgito Reyes; Danubio Méndez; José David; Manolín Reyes; Toñito; los hermanos Cheo, Kico, Papías y Angel Zorrilla; Antonio y Arsenio Ramírez Otaño; Milcíades Ventura (Gringo) y Ñoño Ventura; Héctor Romero y Nicio Medina; El Rey Tulany y Leito Jiménez; luego los Ana Luz Medina; Ariza Jiménez; Ivelise Arias; Luchy Santana; Xiomara y Arelis Méndez; Mariluz Fabián, Chiclán Medina; Miguel Mendez; Arístides Batista; Faelo, Jorge y Morao; Pérez Méndez; Hugo Solana; Silvio y Moreno Méndez; Miayo, Olguín y Roide; Elías Jiménez y César Bancolo; Dadonin, Peco y demás hermanos Contreras; José Luis Melo; Benjamín Jorge; Pedro la escopeta; Buche Reyes; Jhonny y Robert Felina; Saba y Mayito Pérez; Alejandro Reyes; Hungría Reyes (Papí); César y Pelao; Raúl; Peluca; Henry Basilio; Negrín Méndez; Viquito; Polón; Jhonny Petra; Tupio; José Marrero. Yeudy Pérez.
Olvidaba decir que la base social de apoyo al deporte rey fue tan fuerte que cientos de deportistas del país amanecían en los hogares de las familias de Tamayo cuando se concentraban en esta ciudad durante las competencias y torneos interprovinciales.
Fue así como Tamayo pasó a ser la Cuna Nacional del Voleibol.