Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – Tal como lo había anunciado durante la transición, al llegar al gobierno, Donald Trump ordenó dejar sin efecto el cobro de la tarifa de nueve dólares por concepto de peaje por congestión.
Como era de esperarse, la decisión encontró una oposición férrea de su principal propulsora: la gobernadora Kathy Hochul.
El peaje por congestión
El peaje de tarifa por congestión fue implementado en enero del presente año, tras un acuerdo de noviembre de 2024, como una manera de hacer más fluido el tránsito por una usualmente congestionada zona de Manhattan, específicamente por la calle 60, y cuyos fondos recaudados serían destinados a mejorar la infraestructura del transporte público, pero esta medida encontró el rechazo de los conductores, en especial de los taxistas, que deben pasar por la misma área más de una vez al día.
Esta tarifa de nueve dólares es un pago aparte del peaje regular que deben pagar quienes transitan hacia la ciudad de Nueva York.
Marcha atrás
Con solo un mes de haberse iniciado el cobro del peaje por congestión, el Departamento de Transporte de Estados Unidos, decidió rescindir el acuerdo y dejar sin efecto la medida.
Fue en febrero, cuando el gobierno federal tomó la decisión que comunicó mediante una carta a la gobernadora Kathy Hochul.
Antes de proceder a la cancelación del cobro de la tarifa, el secretario de Transporte Sean Duffy, calificó el cobro de esta tarifa como "una bofetada en la cara de la clase trabajadora estadounidense".
La reacción de Hochul
Visiblemente molesta, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, se opuso a dejar sin efecto el cobro del peaje. Tan pronto como recibió la carta con la decisión del gobierno federal, convocó a una rueda de prensa en la estación Gran Central de Manhattan, donde dijo, entre otras cosas, que el Estado de Nueva York había tomado una decisión y que el gobierno federal no tenía potestad para revocar la medida.
El gobierno fijó la fecha para apagar las cámaras y suspender el cobro. El plazo se venció el viernes pasado (21 de marzo).
Una prórroga
De acuerdo a lo expresado por el secretario de Transporte Sean Duffy, las conversaciones entre el gobierno federal y la gobernadora Hochul continúan. Por esta razón, el gobierno de Donald Trump decidió extender el plazo por 30 días más. Ahora, de mantenerse la decisión gubernamental, el plazo vencería el 21 de abril.
Posibles recortes
El secretario Duffy, en varias ocasiones ha sugerido que el gobierno federal contempla recortar fondos a la ciudad de Nueva York.
El funcionario ha dicho que la ciudad recibe un astronómico presupuesto, sin embargo, el transporte público deja mucho que desear.
Fue durante este fin de semana, cuando el secretario arremetió contra la gobernadora Hochul y el sistema de transporte de la Gan Manzana.
Duffy dijo que el sistema de transporte de Nueva York era un albergue para personas sin hogar, una zona de delincuentes, inseguro y sucio. Entiende que si la gobernadora quiere que las personas utilicen el transporte público debe hacerlo más seguro y limpio.
Dijo que la gobernadora podría hacer un gran cambio en solo 36 horas y convertir el sistema de transporte en uno más digno, limpio y seguro, pero que simplemente ella "no lo hace".
Criticó el flujo de dinero que percibe la ciudad y las partidas que aseguran las autoridades se destinan a realizar mejoras en el transporte de pasajeros, por lo que Duffy dijo que el gobierno federal estaría analizando la manera en que se han invertido los fondos, para de esta manera establecer si otorga o retiene el dinero para la ciudad.
Las personas están en peligro
El secretario de Transporte cree que las personas están en peligro al utilizar los trenes de la ciudad y entiende que ha faltado voluntad a la gobernadora para colocar más policías en las calles, sacar las drogas y las personas sin hogar de las instalaciones del transporte público.
Dijo que, si Hochul no puede hacerlo, no tiene sentido seguir financiándolo. "Ella podría arreglarlo en horas, no en días, no en meses. En horas, pero elige no hacerlo".
Un nuevo plazo
Hasta el momento, la gobernadora Hochul no ha respondido a estas críticas, pero ha reiterado su negativa a apagar las cámaras para el cobro de peaje por congestión.
La batalla continuará, aunque también continuarán las conversaciones entre el gobierno federal y la gobernadora.
Algo que se ve muy claro es la firmeza de ambas partes.
Desde el principio, el gobierno federal y el propio presidente Trump han manifestado desacuerdo con esta medida, de la misma forma en que, desde que solo era un proyecto, la gobernadora Hochul ha sido una defensora feroz de esta tarifa, en el entendido de que los fondos generados, contribuirán a mejorar el sistema de transporte público de la ciudad.