Lito Santana
Uno de los temas más candentes que se debate en la Capital en estos momentos es el proyecto de ampliación de la avenida Colombia, que cuando se construyó estaba diseñada como una vía de desahogo, casi de circunvalación para una parte de la zona norte del Gran Santo Domingo. Sin embargo, con el paso de los años y el crecimiento hacia esa zona de la ciudad, se ha convertido en un pandemónium para entrar o salir del Distrito Nacional a través de esa vía.
Nadie duda de que este problema de tráfico tiene que ser enfrentado por las autoridades para mejorar el desplazamiento vehicular, ahora con un programa especial llamado “RD se mueve”. Pero para el caso de la intervención de la avenida Colombia ha surgido un obstáculo mayor, que los funcionarios gubernamentales no manejan adecuadamente.
Lo que trasciende es que para ampliar la avenida a varios carriles se proyecta usar una parte de los terrenos del Jardín Botánico Nacional, lo que rompe todo el esquema de protección del medio ambiente, más cuando precisamente la densidad del tráfico de vehículo tiende a contaminar con sus gases descontrolados toda esa área.
La oposición a la solución del taponamiento por el lugar la encabezan dirigentes comunitarios y el Club de Caminantes del Jardín. Reclaman del Gobierno desistir del proyecto de mutilar el Jardín Botánico Nacional (JBN) una vez más, con 11 mil metros, según la versión más extendida. El diputado del Distrito Nacional, Tobías Crespo ha respaldo las voces comunitarias.
“Esto sería lo que podríamos llamar un ecocidio, la intervención que se quiere realizar en la República de Colombia, entre el tramo de la avenida de Los Próceres y la Carlos Pérez Ricart, donde se va a destruir una parte importante del Jardín Botánico Nacional, que es área de conservación científica y ecológica que debe ser protegida”, ha dicho el legislador.
Hay un detalle interesante en este conflicto. Quienes resisten que al Botánico se le quite parte de sus terrenos, están conscientes de que la avenida debe ser intervenida, lo que no aceptan es mutilar el Jardín Botánico Nacional. Tradicionalmente, el enfrentamiento a planes del Gobierno se hace sin sugerencias alternas y eso genera poca simpatía entre los ciudadanos que son potenciales beneficiados de los proyectos. Ahora quienes se oponen al destroce del Jardín tienen sus propuestas.
“Existen otras alternativas que permiten que se hagan soluciones soterradas a desnivel, desde la República de Colombia con Carlos Pérez Ricart hasta posiblemente la John F. Kennedy, conectando con el elevado de esa vía”. El diputado Tobías Crespo también estima que la solución puede ser a desnivel, con elevados, sin tener que impactar esa importante zona”, explican.
No sería mala idea que autoridades y munícipes se reúnan y consensuen sus diferencias ante un proyecto de gran magnitud, sin que peligre una zona tan especial como el Jardín Botánico Nacional.
Buenas tarde, estoy de acuerdo con que se busquen alternativas a esta situación, sin que afecte está área tan importante y más en estos momentos donde el cambio climático está afectando toda la humanidad y si se permite está obra más que un bien se convertiría en un mal mayor.