Por Héctor Linares
La Junta Monetaria y el Banco Central “remacharon’’ la política monetaria de dirección expansiva que vienen aplicando con el propósito de dinamizar la economía a través de un aumento de la demanda y el consumo impulsados por un mayor uso del crédito bancario.
Se trata de una especie de cuerda financiera para halar o enlazar a los sectores productivo de los niveles más bajos, pero con una participación en la producción nacional medida vía el producto interno bruto (PIB).
La decisión de la JM de autorizar al BCRD al BCRD al incluir los préstamos productivos a las Mipymes como parte de los sectores beneficiarios de los RD$35,355 millones liberados del encaje legal, le da un sentido más inclusivo a los incentivos monetarios que viene otorgando la Autoridad Monetaria en procura de contribuir a la expansión de la producción nacional.
En su reunión del pasado día 5 de diciembre, la JM autorizó al BCRD a que de los RD$35,355 millones liberados del encaje legal para ser prestados a la producción y a los hogares, se consideren hasta RD$2000 millones como préstamos productivos dirigidos a las micro, pequeñas y medianas empresas cuando sean otorgados por entidades de intermediación financiera especializadas en el financiamiento en ese sector de ingresos bajos y medios (conocido como microfinanzas).
La medida, que fue respaldada de inmediato por la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (Codopyme), permite a las empresas del sector mipyme optar por préstamos de hasta RD$2.0 millones a tasas competitivas y plazos de dos años, con la posibilidad de recolocación (renganche) al vencimiento del plazo.
La medida es un reconocimiento al escenario de corto plazo del crédito a las mipymes y les facilita la posibilidad de un financiamiento más holgado de tiempo, con posibilidad de renovación, lo que implica una ampliación del periodo de vigencia del financiamiento.
La JM y el BCRD enfatizaron al tomar la medida que con la ampliación del programa de flexibilización e incentivos monetarios facilita la participación de las entidades de intermediación financiera, cuyos modelos de negocios son más cercanos o afines al sector de las Mipymes, lo que aporta integralidad al uso de los recursos puestos en disposición de ser prestados.
La medida complementa y favorece el financiamiento de viviendas para familias de bajos ingresos, cuya actividad económica se realice principalmente en el ámbito de las micro y pequeñas empresas que se beneficiarán de los recursos del programa.
La disposición debe impactar en el desempeño de un sector que representa el 32 % del producto interno bruto (PIB) y aporta el 61.6 % de los empleos del país, y que tiene entre sus principales problemas u obstáculos la falta de acceso al financiamiento para la compra de insumos, pago de deudas, ampliación o reparaciones, igual que para la adquisición de equipos y maquinarias.
El BCRD explicó en un comunicado emitido para dar cuenta de la medida que la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera 2022-2030, elaborada por la Comisión Nacional de Inclusión Financiera, con la coordinación de ese organismo emisor, contempla líneas de acción vinculadas al incremento del crédito a los sectores económicos subatendidos o frágiles en materia de bancarización, como las pequeñas empresas y los segmentos de menores ingresos.
Objetivo explicado por el BCRD
“Esta disposición deberá contribuir a la disminución de las tasas de interés de los préstamos a los sectores productivos y hogares, así como al sostenimiento del crecimiento del crédito, propiciando condiciones favorables para mantener el dinamismo del consumo, la inversión y la demanda agregada, en un entorno en que la inflación ha mantenido en el tramo inferior del rango meta de 4.0 mas o menos 1.0 % durante 2024”, explicó el BCRD en su comunicado de prensa.