Por Santo Salvador Cuevas
Están muy desorientados aquellos que en los medios sostienen que Gonzalo Castillo ha llegado tarde a la contienda.
Esa visión está tan perdida que no parte del hecho de que el mismo Comité Político del PLD fue desautorizado por las Altas Cortes a celebrar la Asamblea Nacional para las escogencias de precandidaturas internas.
Esa asamblea no se pudo efectuar el 8 de junio, porque el Tribunal Superior Electoral dictaminó que esa actividad era a destiempo y chocaba con el calendario electoral que administra la Junta Central Electoral (JCE), resolución ésta que fue abordada por el órgano superior del PLD, acatando la decisión jerárquica del órgano competente.
Tarde voy a llegar yo y todo el que postergue la inscripción de su candidatura para después del 2026, porque para esa fecha hace rato que la JCE cerró el tiempo de inscribir candidaturas presidenciales.
La Ley Electoral mantiene las puertas abiertas para todos los ciudadanos que quieran batirse por la presidencia de la República en el 2028.
Digo más, el nombre de Gonzalo Castillo retumba en el momento más oportuno para la esperanza de los sectores humildes en el PLD y el seno de la sociedad, pues su figura unifica y cohesiona tanto dentro como "a fuera" del PLD y genera en campos y ciudades un especie de impacto nacional, que va in crescendo por todos los rincones del país.
Gonzalo Castillo, no se decide aún y, sin embargo, en todas las encuestas va superando mucho a poco a todos los candidatos de todos los partidos del sistema.
Gonzalo Castillo luce fuerte e imbatible.
Solo tiene un gran obstáculo en el camino, que es muy peligroso y con el que le toca lidiar.
El problema de Gonzalo Castillo se llama Gonzalo Castillo, que tiene un estilo de manejarse sin confrontación ni conflicto, que le arropa una vocación unitaria y es sorprendido por ciertas dosis de indecisión.
Estos factores juntos son explosivos y provocan que los seguidores de Gonzalo Castillo, a estas alturas tengamos con "los dedos cruzados", y más con la experiencia de que en el 2024 pudo ser el candidato morado y nos dejó a todos "con los moños hechos".
En política tiene sentido que tu formación unitaria y no conflictiva te lleven a asumir la vía de una candidatura consensuada en el PLD, y eso no deja de ser justo y necesario.
Pero también es justo y objetivo que Gonzalo Castillo sea proclamado por todos los presidenciables como el candidato del PLD para la contienda electoral del 2028.
Lo de una candidatura "consensuada" no siempre es posible, pues casi es costumbre que todos se creen “ganadores y los preferidos". Por ello, lo frecuente es escuchar al presidenciable decir: "A mí, que me cuenten mis votos".
De manera tal que todo político que quiera ser presidente de la República Dominicana debe prepararse, sobre todo para cumplir con el mandato de ley, participando en primarias internas y con el voto secreto de los miembros, observados por la Junta Central Electoral (JCE).
En esto la última palabra la tiene Gonzalo Castillo, pero como parte interesada y que, en mi condición de miembro del Comité Central del PLD, propongo:
1- Que Gonzalo Castillo formalice sus aspiraciones ante los Comités Político y Central del PLD;
2- Que Gonzalo Castillo solicite con la humildad y el respeto que le caracterizan, el apoyo de todos los presidenciables del PLD;
3- Que junto a su equipo convoquemos a la prensa nacional para anunciar la decisión de asumir ser precandidato del PLD; y
4to- Delegar entre los integrantes de este proyecto presidencial las tareas de ir a las provincias a hacer suyo el reclamo de la gente en su grito "Gonzalo, di que sí".
Hay que botar el miedo y salir de frente a dejar el pellejo en las calles y callejones, asumiendo los derechos de ciudadanía que salen de la Constitución.
El perverso que se use el poder para agredir, desacreditar y apresar a los hombres libres, entonces, como Donald Trump en Estados Unidos, le responderemos con la movilización popular y la desobediencia civil.
Para el retorno al poder necesitamos retomar el 38% en que nos dejó Gonzalo Castillo en el 2020, y colocarnos todos, Gonzalo Castillo y sus seguidores, la misma coraza de firmeza y determinación que en EE. UU., aplicaran Donald Trump y sus simpatizantes.
No soy ni seguidor ni admirador del presidente Donald Trump, pero reconozco que para llegar al poder los políticos de América Latina deben aprender de ese hecho histórico.
Ya es hora, vamos a la carga con Gonzalo Castillo Presidente 2028.