Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – El servicio de trenes en ciudades como Nueva York y Nueva Jersey es vital para millones de ciudadanos que por cuestiones laborales o educativas deben trasladarse a zonas alejadas de su lugar de residencia.
Sin embargo, y aunque siempre ha sido peligroso abordar este tipo de transporte, en las últimas semanas, la situación se ha salido totalmente de control.
Ni adentro, ni afuera
Los usuarios del Metro son agredidos tanto cuando se encuentran en la plataforma, a la espera del tren, como cuando están dentro, incluso, sentados en los vagones.
Algunas víctimas solo se estaban desplazando en las inmediaciones de las estaciones cuando fueron agredidas.
Delincuentes e indigentes
Sumado a la delincuencia, que se ha incrementado en los últimos años, con un repunte alarmante en los últimos meses, los indigentes, en su mayoría con problemas de salud mental, se han convertido en los dos principales problemas para quienes están obligados a transportarse en trenes.
El caso de Penny y Neely
Todos recuerdan el caso del exmarine que aplicó una llave de estrangulamiento a Jordan Neely, un desamparado, que actuaba de forma errática y amenazante contra los pasajeros. El desamparado murió y Daniel Penny fue acusado de homicidio involuntario y homicidio por negligencia criminal y llevado a juicio.
Las personas que se encontraban en el vagón ese día, no dudaron en ir a la Corte donde era juzgado Penny, para dar su testimonio a favor del ex militar a quien consideraron como un héroe. Sentían que al neutralizar al desamparado, les había salvado la vida.
Finalmente, el ex militar fue declarado "no culpable" de los cargos que se le imputaban.
Heridas, golpes y quemaduras
Viajar en el Metro es considerado un acto de valentía. Los usuarios están atemorizados por todos los hechos de violencia que se registran dentro de los vagones y mientras las personas esperan en la plataforma.
Golpes, heridas y últimamente incendios, forman parte de las agresiones que sufren las personas en este medio de transporte.
En las últimas semanas, varios usuarios del Metro han recibido heridas de gravedad, que han ameritado trasladados de urgencia a hospitales.
Y como última modalidad, están los incendios.
Quemada viva
Todavía los usuarios del Metro no salen de su asombro y horror, luego de haber presenciado las aterradoras imágenes de una mujer, a quien un hombre le prendió fuego, mientras estaba sentada, dormida dentro de uno de los vagones del tren.
Las autoridades identificaron a la víctima como Debrina Kawam, de 57 años y el agresor fue identificado como Sebastian Zapeta, un ciudadano guatemalteco de 33 años, indocumentado, que había sido deportado y reingresó al país.
Otro quemado
Solo una semana después del incidente en el cual una mujer murió quemada, otro hombre sufrió graves quemaduras, cuando viajaba en uno de los trenes. Aun las autoridades investigan si el fuego fue auto infringido o si fue provocado por otra persona. La víctima está aún hospitalizada. Se desconocen las circunstancias que rodearon el suceso.
Los Ángeles Guardianes
El fin de semana pasado, un anuncio trajo un poco de alivio a los usuarios del Metro. Se trata del regreso del patrullaje de los Ángeles Guardianes, una patrulla ciudadana que surgió en el metro de Nueva York en la década de 1970. Ahora han ha vuelto a recorrer las estaciones del transporte público, después de que una mujer fuera quemada viva en uno de sus vagones.
Ahora también se enfocarán en prestar ayuda a las personas sin hogar y estarán atentos a cualquier situación anormal y reportarán a los oficiales de policía.
El regreso de este escuadrón le ha devuelto un poco de tranquilidad a quienes utilizan los trenes como medio de transporte.
Sin embargo, es mucho lo que deben hacer las autoridades para devolver la seguridad a los cada vez más atemorizados usuarios del transporte de trenes en la Gran Manzana.
