spot_img
viernes, junio 6, 2025
spot_img

El sargazo nos está ganando

spot_img

Por Antonio Isa Conde

Cada año, el sargazo que llega a nuestras costas es más agresivo, más abundante y más destructivo. Ya no se trata solo de playas sucias. Está matando la vida marina, afectando la salud de comunidades costeras y golpeando duramente el turismo, uno de los pilares fundamentales de nuestra economía. Y lo más grave es que, frente a ese fenómeno creciente, lo que estamos haciendo es apenas simbólico, fragmentado y a pequeña escala.

 

Es tiempo de dejar la improvisación y actuar con una estrategia nacional, bien pensada, con visión productiva y voluntad política. Lo primero es establecer un equipo técnico y ágil que coordine las acciones públicas y privadas de forma eficiente. No se trata de una superestructura burocrática, sino de un núcleo operativo que reúna a Medio Ambiente, Turismo, las universidades, las Fuerzas Armadas, el sector hotelero y las comunidades costeras. Este equipo debe planificar, ejecutar y dar seguimiento con sentido de urgencia y responsabilidad compartida.

 

En segundo lugar, hay que dejar de esperar a que el sargazo llegue a la playa para recogerlo como se pueda. Otros países, como México, han desarrollado barreras flotantes y embarcaciones especializadas que lo interceptan en alta mar. Esa tecnología existe y se puede adaptar. Necesitamos invertir en ella sin perder más tiempo.

 

Además, ya hay investigaciones y proyectos piloto en marcha que muestran que el sargazo no solo es un problema: puede convertirse en una oportunidad. En distintos países se han instalado pequeñas plantas para producir fertilizantes tipo compost, biogás, bioetanol, bloques ecológicos e incluso papel. En el caso de los usos cosméticos y farmacéuticos, la investigación apenas comienza, pero tiene gran potencial. Claro, todo esto está aún en fase inicial y con escala muy limitada, dada la magnitud del problema.

 

Lo cierto es que los esfuerzos que se están haciendo desde los hoteles y resorts para limpiar las playas no son suficientes. Además, tienen un costo alto y creciente. Ha llegado la hora de hacer las cosas a mayor escala, con una visión integral. Porque lo que se está haciendo hoy no es más que sacar agua del océano con las manos.

 

El crecimiento agresivo del sargazo es una catástrofe que tenemos que enfrentar como tal.

 

Tenemos serios problemas financieros y la inversión pública está en el suelo. El servicio de la deuda se traga nuestro presupuesto, mientras los problemas crecen.

 

Estamos sentados sobre una bomba en este “paraíso”, mientras la politiquería engañosa nos entretiene y se frenan las reformas estructurales, urgentes y necesarias. Ojalá aún no sea tarde.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_img
spot_img

Las más leídas

spot_img
spot_img

Articulos relacionados