Por Federico Pinales
Nuevamente se intenta marear a la gente,
con el cuento del fiscal “independiente”
¿Cómo podrá ser “independiente” un personaje
escogido por un Consejo Nacional de la Magistratura,
integrado mayoritariamente, por gente del mismo partido del presidente?
Si en realidad a ese tema se le quiere dar una honesta solución,
ese funcionario debe ser escogido directamente por la población,
a través de un proceso de elección, para no repetir el esquema
del presidente de la Suprema.
Con la propuesta del presidente Luis Abinader,
aflora algo no muy difícil de ver, y es que se sigue jugando con la inteligencia de la gente, porque de ser aprobada como está planteada,
se concretizará la jugada,
y es que la justicia por los partidos seguirá controlada,
mientras que la impunidad quedará blindada.
Es oportuno recordarle al Poder Ejecutivo y a los legisladores
las experiencias de la modificaciones anteriores,
en las que se les permitió a dos “honorables” señores,
proteger a sus más cercanos colaboradores,
ejerciendo desde afuera las influencias,
que les dieron su paso por la Presidencia.
Donde se hicieron cómplices por omisión,
del desfalco a la Nación,
sin la posibilidad de una justa sanción,
porque antes de marcharse orquestaron una estructura,
a través del Consejo Nacional de la Magistratura,
que prácticamente castró a la Judicatura,
nombrando en la Suprema a un miembro del mismo esquema.
Para que desde allí deje sin efecto, anule o neutralice todo lo bueno que el Órgano Procurador realice,
en favor del pueblo y los infelices.
Esa justicia tan “celosa” del “debido proceso”,
pero sólo para un grupito de privilegiados presos
de esos que pueden soltar muchos pesos,
hasta a los medios para que los defiendan o no hablen de eso,
mientras guardan silencio sobre decenas de miles de presos,
a los que nunca se le respetó el derecho al debido proceso.
A la hora de reformar la Constitución deben tomar en cuenta eso.
