Lito Santana
De preocupante a peligroso ha pasado el deterioro de la “Carretera Internacional San Juan-Barahona”, en el corazón del Sur Profundo.
Esta vía, que ha sido la clave para el desarrollo de esa zona y el enlace perfecto para el vínculo agropecuario, minero y turístico de toda la región sur, ha desaparecido de los planes de asistencia vial del Gobierno.
En varios tramos de esta vía, inaugurada en agosto del 2012, hace ya 12 años, se acelera su deterioro ante la mirada indiferente de nuestras autoridades.
Los puntos de referencia más importantes son la subida de “El Puerto”, próximo a la comunidad de El Capá y todo el trayecto que va desde El Carril, en el cruce hacia Vallejuelo, hasta el municipio de San Juan de la Maguana.
Los tremendos boquetes en la vía son un peligro que ya han generado accidentes lamentables.
El otro elemento es la falta de mantenimiento en los paseos de la autopista, que están copados por el crecimiento de árboles, sobre todo Bayahondas y Cambrones.
Este daño es tan grave que hay zonas donde el paseo no existe y la acumulación de basura ocupa parte de los carriles, como sucede a las alturas de las comunidades de El Granado y Guanarate.
Súmele a esto la desaparición por robo de las barandillas de protección, lo que aumenta el peligro de quienes se desplazan en ambas direcciones.
Ni hablar de la falta de señalizaciones horizontales y verticales que hacen de todo el trayecto un peligro latente.
Creo que la región Sur no merece perder el atractivo de la utilidad de la carretera que de hecho no sólo une a las provincias San Juan y Barahona, sino a Pedernales, Independencia, Bahoruco y Elías Piña.
De modo que el Gobierno debe por lo menos agendar para el año 2025 el mantenimiento y la reconstrucción de varios tramos de esta importante obra.