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domingo, abril 13, 2025
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El futuro del sistema de partidos en República Dominicana: De la polarización a la fragmentación

Por Nelson Cuevas Medina

La política dominicana ha sido durante décadas un juego de poder entre unos pocos actores, en organizaciones llamadas de masas o mayoritarias. Desde la caída de la dictadura de Trujillo, la República Dominicana ha vivido un proceso político marcado por un sistema bipartidista que, a lo largo de los años, ha comenzado a fragmentarse. 

Este tema resulta interesante por cuanto busca explorar cómo la evolución de los partidos políticos en el país ha transformado el futuro político, del bipartidismo a un sistema pluralista, reflejando los desafíos y oportunidades que esto ha conllevado.

Desde antes de la caída de Trujillo en 1961, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fundado en el exilio por Juan Bosch, fue el principal opositor a la dictadura. Su victoria histórica en 1962 sobre la Unión Cívica Nacional (UCN) de Viriato Fiallo marcó el inicio de una nueva política. La UCN, aunque "nacionalista y antitrujillista", no logró frenar al PRD, cuya promesa de cambio se consolidaba bajo el liderazgo de Juan Bosch.

El gobierno del profesor Bosch fue derrocado en 1963, lo que desencadenó una guerra civil debido a la polarización política y la resistencia popular a su derrocamiento. Esta situación llevó a la intervención y ocupación militar de Estados Unidos en 1965, con el argumento "de restaurar el orden y prevenir una posible expansión comunista en la región". Tras el cese de la intervención, se convocaron elecciones en 1966, entre el Partido Revolucionario Dominicano, (PRD) y el entonces Partido Reformista (PR), marcando el inicio de una nueva etapa en la política dominicana.

En esas elecciones, la victoria del Partido Reformista (PR) de Joaquín Balaguer, la República Dominicana entró en una era de bipartidismo que perduró por décadas, dominada por dos fuerzas políticas: el PR y el PRD. Balaguer, con sus gobiernos autoritarios y represivos, representaba el último vestigio del trujillismo, mientras que el PRD se consolidó como la oposición, lo que le llevó 12 años revertir en unas reñidas elecciones en 1978. Este sistema se mantuvo en pie, ante la falta de cohesión de un conjunto de partidos y movimientos de izquierda que nunca lograron unirse.

El surgimiento del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973, fundado por Bosch tras su salida del PRD, marcó el comienzo de la fragmentación de ese partido, rompiendo parcialmente con el esquema bipartidista dominante. No sería hasta 1990 que el PLD comenzaría a desafiar de manera significativa el bipartidismo, aprovechando una nueva división del PRD. La consolidación del PLD como una alternativa política real se logró en 1996, cuando, en una alianza con el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), logró ascender al poder.

El siglo XXI vio una nueva dinámica política. El Partido Revolucionario Moderno (PRM), nacido de otra división del PRD, y aprovechando una crisis interna que dividió igualmente al PLD desde el gobierno, logró asumir el poder en 2020. 

El PRM, a pesar de ser el partido gobernante, también enfrenta desafíos internos y presiones para cumplir con las expectativas del electorado. El factor determinante de su éxito será la capacidad para mantener la unidad interna y gestionar las demandas de la sociedad.

Por otro lado, en las últimas elecciones, la Fuerza del Pueblo, liderada por Leonel Fernández, rompió nuevamente el modelo bipartidista y desplazó al PLD, que aún enfrentaba la crisis interna que lo sacó del poder en el 2020 y sucumbió a un tercer lugar. 

La Fuerza del Pueblo, aunque emergente, debe superar grandes obstáculos para consolidarse como una opción política real y viable. Su desafío más inmediato radica en garantizar su cohesión interna, lo cual será esencial para su estabilidad y éxito en las futuras elecciones del 2028. Inmerso en su Congreso Elector, tiene un reto que debe asumir de cara a su unidad interna y consolidarse como la segunda fuerza electoral.

Lo que está claro es que la política dominicana ha superado el bipartidismo tradicional, dando paso a un sistema plural con diversos actores políticos. El PRM, la FP y el PLD son en la actualidad los actores en el panorama político, mientras que el PRD y el PRSC luchan por sobrevivir y mantenerse relevantes, especialmente en lo que respecta a las posibles alianzas electorales. 

Mientras la Fuerza del Pueblo ha asumido el liderazgo de la oposición, movimientos emergentes como La Marcha Verde, en su momento y actualmente la Antigua Orden Dominicana, desafían las estructuras políticas establecidas. Este cambio debe ser visto no como una amenaza, sino como una oportunidad para diversificar el espectro político y fortalecer la democracia. Además, la creciente presencia de las candidaturas independientes añade una nueva dimensión a este panorama político en evolución.

A medida que el sistema de partidos se fragmenta, llegando algunos a su mínima expresión, la necesidad de una democracia interna sólida y transparente se vuelve más urgente. Los partidos políticos deben adaptarse a las demandas de un electorado cada vez más exigente. Están llamados a predicar la transparencia, rendición de cuentas y participación activa de su militancia. Aquellos que no logren dejar sus prácticas antidemocráticas corren el riesgo de ser desplazados por nuevos actores que proponen alternativas más modernas y abiertas.

La República Dominicana se enfrenta a un dilema: o sus "grandes partidos" fortalecen su democracia interna y adaptan sus estructuras, o el sistema político que representan como partidos seguirá fragmentándose. El futuro político del país dependerá de la capacidad de los partidos para abandonar prácticas obsoletas, clientelistas, antidemocráticas y autoritarias, y construir una política centrada en las necesidades reales de la gente.

El camino hacia un sistema de partidos más plural y competitivo pasa por una reforma interna profunda y por una ciudadanía que exija un cambio real. Solo con transparencia, equidad y democracia interna será posible garantizar que los partidos sigan siendo relevantes en un sistema cada vez más diverso.

Reiteramos que la política dominicana se encuentra ante una encrucijada. El sistema de partidos puede seguir fragmentándose, producto de intereses personales, debilitando aún más sus estructuras, o pueden algunos de ellos renovarse y fortalecerse. 

En un país como el nuestro, con un electorado cada vez más informado y exigente, la oportunidad de reinvención es ahora. El "E pa' fuera que van", es un lema que puede seguir resonando para quienes se nieguen a evolucionar.

Nelson Cuevas
Nelson Cuevas
Periodista - Dirigente comunitario. Lic. en Educación, Lic. en Derecho, con Maestría en Derecho Civil y Procesal Civil Contemporáneo. Con estudios en Manejo de Areas Silvestrea y Areas Protegidas, en la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU.

1 COMENTARIO

  1. Nelson Cuevas, has hecho un radiografía el sistema político, y el desenvolvimiento de cada uno de los que, por las rebatiñas y forcejeos de Intereses personales, que por cierto históricos y que retrotraen, aperturas para repetir con una cierta debilidad, en la que poner a sus partidos en el dilema para renovar y caer de nuevo en el mismo escenario, del que muy bien ha señalado con puntos y comas, Cuevas Medina.
    Parecen experiencias ensayadas, y en éste caso, es inevitable que el PRM, pueda mantenerse Unido, ese partido que vino de aquel PRD, comandado es su ultimo tramo, por su líder histórico, José Fco. Peña Gómez, ellos no pudieron mantenerse como un partido unificado, y cuando ocurre esa situación, en el seno de los partidos, No importas que esté gobernando, el PLD, es el otro caso, donde el interés personal de Danilo Medina, y confundido por el poder, que el electorado le entregó, incluso alcanzando las estadísticas más altas que haya tenido ningún otro líder político, un 62%, en una votaciones, es ahí, donde Medina Sánchez, se confundió y no supo pasar la Antorcha a quien se la entregó en su última gestión, ese fue Leonel Fernández, que sin otro camino sale del PLD, (de manera forzosa), y es aquí, que nace la Fuerza del Pueblo, (FP), que con LEONEL FERNÁNDEZ, alcanza en el último proceso electoral obtuvo un 30%, y pasa a ocupar el principal partido en la oposición.
    He aquí, la parte más importante, y creemos de manera clara, que la FP, no solo tiene el desafío, de no dejar que se repita, lo bien señalado por Cuevas Medina, el germen de la división ➗, y no solo ese, el pueblo dominicano, debes apostar, a qué en el PRM, tampoco haya división, ya que el sistema de partidos políticos, seguirían tentados por derrumbarse y caer el la nada, ahí están los ejemplos vividos por, los PRD, PRSC, y un PLD, que después de obtener 62%, cae en un 10% en su última elección.
    La FP, debe evitar, las posibles desavenencias y corregir cualquier posibilidad, de que en este proceso interno, algunos actores, unos desde afueras y posiblemente otros que desde dentro, pudieran negarse a entender y perder la visión, para que podamos mantener el Sistema Democrático, con partidos políticos fuertes!.

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