Por Santo Salvador Cuevas
Tres días después encontré sentido a la reacción de varios miembros del Comité Central del PLD ante mi propuesta de que la compañera Alejandrina Germán sea consagrada como miembro ad vitam del Comité Político del PLD.
"Todavía Alejandrina puede esperar", gritó uno de los distinguidos miembros. "Secundo", dijeron otras.
Un poco sorprendido solo atiné a decir: "Considero oportuna su apreciación, pero la misma no inhabilita mi humilde postura".
Es ahora cuando le tomo el sentido a su reacción "solidaria" con doña Alejandrina. Es que para ellos solo los que están tuñecos, con limitaciones de salud, o en la fase final de sus días, son los que se hacen merecedores del galardón que le declara "ad vitam".
Y les confieso que están ante un grave error, pues también los vivos son dignos de la distinción ad vitam; y digo más, desde sus orígenes en las Francmasonerías francesa y de Gran Bretaña, se le daba ese galardón (algunos hacían compra legal del "título") de ad vitam que consiste en la perpetuidad o permanencia de un cargo en el tiempo.
Alejandrina Germán tiene aún toda la vitalidad de la vida y conserva las garras de Dama de Hierro, una guerrera que no se anda por las ramas, que va de manera frontal en defensa de sus ideas y del interés nacional.
Ahí está frontal contra las posiciones neoliberales que desde el Palacio Nacional pretenden empequeñecer al Estado fundiendo los ministerios públicos.
Lo que pasa es que, en medio de su vitalidad, doña Alejandrina se ha ganado, con su historia de toda la vida, el aprecio y distinción de sus compañeros de partido.
No es correcto someter a la compañera Alejandrina a los rigores de una competencia en dónde ya corren los listados de "pactos y acuerdos tras batidores" para que queden en los puestos del Comité Político los que cuentan con mayor capacidad de alcance y maniobra.
Eduardo Selman es de los pocos que califican para un ad vitam, pero se le obligó a la competencia en el IX Congreso Joaquín Bidó Medina, siendo el compañero Eduardo Selman humillado y dejado fuera del Comité Político en un hecho inexplicable que afectó la imagen compacta del PLD ante la sociedad.
Tras igual suerte pretenden que corra la Dama de Hierro del PLD.
El que se haya esperado la hora final de don Juan Bosch y Reinaldo Pared para declararlos Presidente y Secretario General ad vitam del PLD no quiere decir que tal distinción no alcance a compañeros vivos y con vitalidad como Euclides Gutiérrez Feliz y Alejandrina Germán.
Pido al X Congreso valorar mi propuesta de que a la compañera Alejandrina Germán se le asuma como miembro ad vitam del Comité Político del PLD.
Mi distinguido amigo, Santos Salvador. Creo es un riesgo, -y más en un partido que querramos admitirlo o no, enfrenta una crisis interna,- declarar ad vitam de su Comité Político, a personas, dirigentes vivos.
La vida da muchas vueltas y no se sabe que podrá pensar más adelante, el que hoy tiene una posición política y una militancia determinada en un partido. Sería "anarrarle" a costa de su vokuntad.
Son decenas los que, antes fueron de Comité Político del PLD, y hoy, o han renunciado o se encuentran en otras parcelas políticas. Con méritos en la fundación del PLD. Franklin Almeyda, por ejemplo.
¿Qué pasaría si un o una dirigente, hoy en el Comité Político del PLD, es declarada ad vitam, y mañana decide, o renunciar o irse a otro partido.
Otro ejemplo muy sencillo aunque, no necesariamente sea vinculante a tu propuesta. El PLD, declara a Reynaldo Pared Pérez, Secretario General, Ad Vitam; lo mismo que con su nombre han designado al X Congreso. Sin embargo, Reynaldo, murió alejado del activismo del PLD, y su esposa, compañera de toda la vida, fue la compañera de boleta de Leonel Fernández, en los pasados comisios, y hoy es miembro de la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo.
Ambos hechos, debieron haberle ocasionado ruido a la Dirección del PLD, y ponderar mejor la decisión al momento de declararle Ad Vitam, y poner su nombre a su Congreso.
Pongo este ejemplo, por el mensaje de unidad matrimonial que siempre unió a Reynaldo con su mujer, y las declaraciones ofrecidas por ella, de las posibles causas de la depresión que afectó a Reynaldo, no sólo a causa de su enfermedad, sino también, al trato recibido del líder de su partido, cuando impuso a Gonzalo Castillo de precandidato a última hora, lo que, lo llevó a renunciar de sus aspiraciones.
Sin embargo, respeto su posición.