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miércoles, agosto 6, 2025
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Economía RD entra a segunda mitad 2025 en observación

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Por Héctor Linares

El último tramo del año, que desde el 2020 ha sido la época de mayor impulso y hasta de recuperación del terreno perdido en la primera mitad, proyecta ser para el cursante 2025 una temporada económica cargada de limitaciones para las políticas de apoyo al crecimiento económico diseñadas por las autoridades.

 El escenario económico prevaleciente, de incertidumbre global, ha prolongado la espera de las autoridades monetarias en aplicar la segunda fase del esquema de promoción al crecimiento que previeron. Hasta en los años de política monetaria restrictiva o antinflacionaria, la segunda mitad ha sido de apoyo al crecimiento del producto interno bruto (PIB).

En el 2020, cuando la economía decreció un 6.7 %, el segundo semestre en pleno de desarrollo de programas de ayudas y subsidios directos, la economía daba señales de supervivencia, con los últimos tres meses en los que el desempeño mejoró tanto que logró disminuir el hoyo inicial que fue una caída en torno al 37 % en el primer mes del cierre que provocó la pandemia del Covid-19. En esos periodos y procesos la política monetaria ha liderado las iniciativas. Aumento de liquidez y bajadas en las tasas de interés han sustentado los programas de incentivos monetarios aplicados.

Esos esquemas han tenido casi siempre los últimos cuatrimestres como periodo de aplicación, dando como resultado un final de año de mayor dinamismo económico. Para el 2025 el panorama parece más conservador e indeciso.

La Tasa de Política Monetaria (TPM) del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) lleva todo lo que va de año pausada, en espera de ver la dirección del indicador similar de la Reserva Federal (Fed) o Banco Central de los Estados Unidos.

Se asocia una baja de la TPM como complemento de las medidas de aumento de la liquidez que han puesto en marcha el BCRD y su órgano rector, la Junta Monetaria. El objetivo del paquete completo –mayor liquidez y baja en las tasas de interés—es propiciar un mayor dinamismo de la economía vía aumento del crédito para financiar el consumo y la inversión del sector privado.

Pero la segunda parte del paquete de las autoridades monetarias dominicanas ha quedado en suspenso, esperando a ver qué pasa con la tasa de referencia de la Fed, que sigue sin bajar a pesar del lento crecimiento de la economía de los Estados Unidos. Tradicionalmente las autoridades monetarias locales fijan una diferencia de alrededor de 3 puntos porcentuales entre las tasas de referencias de la Fed y el BCRD. Bajar esa brecha pudiera ser negativo para la economía dominicana, porque propiciaría la fuga de capitales atraídos por mejores rendimientos de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, el indicador que absorbe directamente el impacto de la tasa indicativa de la Fed. 

Si además del factor seguridad, los bonos del Tesoro, que son considerados los instrumentos de inversión más seguros, también pagan una tasa elevada, se convierten en un atractivo fundamental de atracción de capitales, disminuyendo las posibilidades potenciales de la economía dominicana. Y si hay desvío de inversión, se afectan las reservas internacionales y la tasa de cambio, indicadores garantes de la estabilidad macroeconómica.

La decisión del BCRD 

Esos factores prevalecieron en la decisión de la reunión de política monetaria del BCRD de julio pasado, en la se decidió mantener su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 5.75 % anual. Asimismo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 6.25 % anual, mientras que la tasa de depósitos remunerados (Overnight) continúa en 4.50 % anual.

Para esta medida, el BCRD tomó en consideración que se mantienen condiciones financieras internacionales restrictivas y persiste la incertidumbre a nivel global. 

Argumentó que “no obstante, los niveles de incertidumbre han comenzado a moderarse recientemente ante los acuerdos alcanzados entre Estados Unidos de América (EUA) y algunos de sus principales socios comerciales, que implicarán menores incrementos en sus tasas arancelarias con relación a lo inicialmente presentado en abril y podrían incidir en mejores perspectivas para el comercio internacional”.

También planteó que “en el ámbito nacional se tomó en cuenta que la inflación se ha mantenido por más de dos años dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %. En efecto, la inflación interanual fue de 3.56 % en junio de 2025, mientras la inflación subyacente, que excluye los precios de los componentes más volátiles de la canasta, se ubicó en 4.15 % en junio, en torno al centro de la meta”. Agregó que sus modelos de pronósticos señalan que la inflación general y la subyacente continuarán dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % durante los años 2025 y 2026, en un escenario activo de política monetaria.

“Ante un panorama internacional convulso y de elevada volatilidad, el BCRD ha mantenido sin cambios su tasa de política monetaria durante los primeros siete meses de 2025, a la vez que se adoptaron medidas macro prudenciales con el objetivo de fortalecer la estabilidad financiera. Además, a fin de limitar el impacto de las condiciones externas adversas sobre el mecanismo de transmisión de la política monetaria, en el mes de junio la Junta Monetaria autorizó un programa de provisión de liquidez por RD$81 mil millones, de los cuales se han desembolsado a la fecha alrededor de RD$40 mil millones, propiciando la canalización de crédito a los sectores productivos bajo condiciones financieras más favorables”, explicó el BCRD en su comunicado de política monetaria.

Otro aspecto importante del comunicado refiere que, en el entorno internacional, el crecimiento de la economía de EUA continúa moderado, al registrar una expansión interanual de 2.0 % en el periodo abril-junio de 2025, proyectándose un crecimiento de 1.9 % para el cierre del año, según las últimas Perspectivas Económicas Globales del Fondo Monetario Internacional (FMI).  Evaluó por otro lado, que la inflación interanual de la principal economía del mundo fue 2.7 % en junio, permaneciendo por encima de la meta de 2.0 %. 

“En este contexto, la Reserva Federal mantuvo la tasa de referencia en el rango de 4.25- 4.50 % anual en su reunión de julio. Dado este escenario, los analistas de mercado han retrasado sus expectativas de recortes de la tasa de fondos federales, previéndose que se reanuden a partir del tercer trimestre”, argumentó el BCRD, que también revisó los precios de las materias primas en el mercado internacional.

En el aspecto local dijo que el indicador mensual de actividad económica (IMAE) registró un crecimiento acumulado de 2.4 % en enero-junio de 2025, al comparar con igual período de 2024. Las actividades de mayor contribución a este desempeño fueron agropecuaria, minería, manufactura local, manufactura de zonas francas y los servicios. Hacia adelante, se espera que la economía dominicana crezca en torno a 3.0 % – 3.5 % en 2025, conforme se disipe la incertidumbre global y se continúen flexibilizando las condiciones monetarias que contribuyan a dinamizar la demanda interna.

De su indicador referente del impacto de la política monetaria, el BCRD hizo una mención amplia.  Dijo en ese sentido que el crédito privado en moneda nacional registraba un crecimiento interanual superior al 8 % al cierre de julio y que se proyectaba que acelere su ritmo de expansión hasta ubicarse entre 10 % y 12 % interanual al cierre del año. “Asimismo, los agregados monetarios se han dinamizado, creciendo a tasas superiores a la expansión del PIB nominal, conforme se han canalizado los recursos de las medidas monetarias recientes”.

En el sector externo, las exportaciones totales crecieron 10.4 % interanual en el primer semestre del año; mientras que las remesas aumentaron en 11.2 % interanual durante el mismo período. Además, se proyecta que la inversión extranjera directa superaría los US$ 4,700 millones en 2025, cubriendo con holgura el déficit de la cuenta corriente. La evolución favorable de las actividades generadoras de divisas ha contribuido a mitigar el impacto de la incertidumbre sobre el mercado cambiario, observándose una apreciación acumulada del peso dominicano en torno al 0.3 % con relación al cierre de 2024. En este contexto, las reservas internacionales permanecen por encima de US$14,200 millones en julio, equivalente a cerca de 11 % del producto interno bruto y unos cinco meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el FMI.

“Es importante resaltar que la economía dominicana cuenta con fuertes fundamentos y un sector productivo resiliente, que se reflejan en una mejor percepción de riesgo país en comparación con el promedio de América Latina y de otras economías emergentes,” destacó el BCRD.

Otro Plus para RD

Esta semana el BCRD dio a conocer una nota importante para el sector externo y la economía en general. Informó que la inversión extranjera directa alcanzó a US$2,892.8 millones en el primer semestre del 2025. La cifra superó en un 15.3 % la registrada en igual periodo del año pasado.

El valor representa un buen ritmo frente a las proyecciones para el 2025 completo, que son de unos US$4,700 millones.

El BCRD dijo que casi la mitad del valor registrado en IED durante el primer semestre fue dirigida a los selectores turismo y energía, y que esos flujos reflejan la confianza de los inversionistas extranjeros en el destino Republica Dominicana para colocar sus capitales.

Recordó que además del aumento de 15.3 % en los ingresos por inversión extranjera directa, también incrementó el flujo de remesas en un 11.2 % y las exportaciones en un 10.4 %. Los ingresos por turismo crecieron en unos US$100 millones, para llevar el total a US$5,800 millones en el periodo enero-julio 2025.

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