Lito Santana
Santo Domingo. – “Cada uno de nosotros podemos ser víctimas en cualquier momento de una colisión, un accidente. Hemos ido muchas veces a dar el pésame o a atender personas que resultan heridas o fallecidas o que le dañan su vehículo en un accidente de tránsito en el que casi siempre hay daños a la propiedad pública o privada. Y yo creo que ya esto es un punto de no retorno. Yo creo que esto es una pandemia, una epidemia que está creando demasiado dolor, demasiado luto”. Con estas palabras, el diputado del Distrito Nacional Rafael Tobías Crespo se refirió al tema de los accidentes de tránsito, al ser entrevistado por Pronosticamedia.com.

Tras revelar cifras escandalosas de los muertos por choques o accidentes en las vías y que estos son evitables, prevenibles en un 98%, llamó al país a una campaña sin tregua contra este flagelo.
“Yo creo que nosotros debemos levantarnos, pero de manera pacífica, ¿verdad?, para que no se entienda que es violento el levantamiento, y llamar la atención, porque la peor forma, o la forma más absurda de fallecer es en las vías públicas, porque ahí muere toda clase de personas, niños, jóvenes, ancianos, mujeres y hombres, sin distinción de raza o religión… mueren perremeístas, peledeístas, de la Fuerza del Pueblo, perredeístas, comunistas, izquierdistas, extranjeros y visitantes. Es decir, que hemos llegado a este punto de no retorno y ha sido responsabilidad de todos”, afirmó Crespo en una entrevista que publicamos a continuación:
¿Cómo te sientes?
RTC: Me siento mejor ahora contigo aquí, Lito. Agradecido y afortunado de compartir con tus medios y tus espacios.
Muchas gracias, Crespo, ¿cuál es tu especialidad?
RTC: Bueno, si nos vamos a nuestra primera profesión, nuestras especialidades son las telecomunicaciones. Yo soy de la primera promoción de ingenieros electrónicos en computadoras y telecomunicaciones, egresado de la Universidad APEC, del año 1999, hace 34 años, pues hemos estado trabajando en el sector, en algunos temas empresariales, académicos, pero sobre todo en lo que son las tecnologías de información y telecomunicaciones.
Dijiste que es tu profesión primaria. ¿Qué más has hecho?
RTB: Sí, porque recientemente me gradué de licenciado en Derecho y también antes de eso, pues tengo maestrías en administración de empresa; en mercadeo, porque fui gerente de mercadeo y trabajé cinco años. Los primeros 13 años los trabajé en una de las principales empresas de telecomunicación, cinco de ellos fue en mercadeo, incluyendo que llegué a ser gerente de “Mercadeo de Desarrollo de Nuevos Negocios”, en la parte de comunicaciones móviles. Es decir, tenemos la parte de la tecnología, el derecho y también la parte de mercadeo.
¿Cómo es que llegas la primera profesión, después llega la otra y entonces te asocia de repente a la política? ¿Qué te lleva a ese mundo?
RTC: Bueno, en los años 80 y pico, finales, ya antes de entrar a la universidad, nosotros veíamos con mucha frecuencia los programas del profesor Juan Bosch. Bosch nos inspiró mucho en aquel momento. Su participación en los programas, la forma académica y magistral, como explicaba los conceptos económicos, políticos y cómo orientaba también a la sociedad. Y a partir de ahí, eso nos fue inspirando hacia una simpatía del profesor Juan Bosch. Y en el año 1986, que fue mi primer voto, lo eché precisamente por el profesor Juan Bosch en el sector Los Jardines, del Distrito Nacional, en la Escuela Fray Ramón Pané. En el 90, también de nuevo por el profesor Juan Bosch. Y a partir de ahí pues siempre hemos estado involucrados en la política. Ya en el 1990 yo era suplente de una mesa electoral en la UNPHU, en las elecciones del 94 me designaron delegado de mesa y ya después del año 1998, 2000, pasamos a ser encargado de un recinto. En el caso de la UNPHU, que era un recinto con miles y miles de votantes. Entramos al PLD, primero tú sabes que había que entrar como simpatizante, luego a un círculo de estudios, a estudiar política en la parte teórica y práctica, lo que significa que somos formados como un cuadro político, por el profesor Juan Bosch. Después hicimos carrera en el PLD. Me hice miembro, fui presidente del comité de base, secretario de actas y correspondencia de un intermedio, luego secretario de organización. Pasé a presidir el intermedio durante 20 años. Y ya también en la Secretaría de Asuntos Gremiales y Profesionales en el 2003, entramos como vicesecretario de esa secretaría y duramos 16, 17 años, y pasamos a ser también miembro de la dirección central, que es la máxima dirección de decisión de ese partido. Hasta que en el 2020 salimos del partido hacia la Fuerza del Pueblo y hoy estamos aquí en la Fuerza del Pueblo. Pero siempre las actividades políticas las realizábamos en paralelo con las actividades académicas, porque impartimos docencia en APEC, en la UASD, en Pucamayma y también en CODETEL, que era la empresa de telecomunicaciones más importante del país en ese momento. Además, me he mantenido con la parte empresarial, porque después de salir de ahí fundamos nuestra empresa y hemos estado trabajando en esa área.
¿Has podido llevar a algunos de tus familiares a la actividad política? ´
RTC: Bueno, a varios, a muchos, porque nosotros somos 10 hermanos, de los cuales 7 varones, 3 hembras. Falleció uno, quedamos 6 varones y 3 hembras, y de los varones todos estamos metidos en la política. Las hembras hay una que no está, las otras, pues, no son tan militantes, pero los varones todos somos militantes, y nosotros nos encargamos, incluso de formar equipos, organizar líderes y también orientarlos, formarlos y encaminarlos.
¿Todos en el mismo partido?
RTC: Sí, de los 6 hay 5 en la Fuerza del Pueblo y hay uno que está en el PRM. Bueno, la variedad, clásico de las familias dominicanas, eso es parte de la democracia. Y de la pelota, el dominicano es fanático, yo diría de la “pelótica”. Cuando no está en pelota, está en política, y si no está en política, está en pelota.
¿Cuáles tú crees que han sido tus principales aportes en tu desarrollo como militante político?
RTC: Bueno, desarrollar una carrera de méritos, de lograr las cosas con el tiempo, de trabajarlas, de esforzarnos y de ir haciendo un recorrido que la gente lo ha valorado. Yo, por ejemplo, cuando Leonel Fernández nos designó en el 2004 como director general de Tránsito Terrestre, mi hermano fue ministro de la Juventud también (se refiere a Manuel Crespo) Eso fue en el segundo gobierno de Leonel, nunca había estado en una función pública, mi primera función pública, y fue una función muy alta, porque era un director general para dirigir todo el tránsito del país. Y nosotros logramos ahí, aplicar lo que aprendimos en el sector privado, porque esas experiencias se pueden aplicar en el sector público. Fuimos a llevar toda nuestra experiencia, nuestra disposición, dejamos ahí 27 proyectos de transformación, porque yo encontré un desorden, un desastre, heredado del Gobierno en el cuatrienio 2000-2004. Y ya en el 2010, seis años después, cuando salía, dejé en mi memoria, ya están más de 26, 27 proyectos de modernización y transformación. Aplicamos el gobierno electrónico, lo que le llaman e-government, automatizamos y digitalizamos casi todos los procesos. Y también en el 2010 nos nominaron al premio a la calidad y a la excelencia que se otorga en el Palacio Presidencial.
Eso nos catapultó, nos empujó hacia las aspiraciones de diputados. En el 2009 y 2010, porque nunca había aspirado a ninguna posición electiva. Era la primera vez, ya tenemos cuatro periodos. Y aquí, en la Cámara de Diputados, hemos dejado una impronta, como un legislador productivo.
Tengo cinco leyes aprobadas y promulgadas y en este cuatrienio tenemos alrededor de seis o siete leyes. La principal, la que más se conoce, es la ley 63-17, que es la Ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial”. Somos autores también de la ley que establece la cláusula de conciencia como un derecho fundamental, laboral, para los periodistas. Esa es una ley muy importante para ese sector, porque, cuando cambia el propietario del medio, viene otro dueño y quieren imponerle una línea ideológica y programática con la que el comunicador puede estar en desacuerdo, entonces con la nueva ley puede renunciar como si fuera un despido injustificado y hay que garantizarles sus derechos laborales, sus prestaciones. También somos autores de la ley 35-18, que oficializa el 23 de septiembre como Día del Atleta con Discapacidad, para fomentar las actividades deportivas en las personas que hacen competencias con Condiciones de Discapacidad. Somos autores también de la ley 193-19, que oficializa las imágenes de los patricios en todas las instituciones del Estado, cuarteles policiales, militares, bibliotecas, escuelas, ministerios, direcciones generales, gobierno central, instituciones descentralizadas, poderes autónomos, los extra-poderes y donde quiera que haya una oficina en el exterior que esté la bandera dominicana.
Deben también estar las fotos de los padres de la patria. Nosotros también somos autores de la ley que regula la lengua de señas en República Dominicana. Una ley que derriba barreras de comunicación entre las comunidades sordas y las que no lo son, que garantiza derechos a las comunidades sordas, sobre todo que las instituciones de servicio deben tener un personal preparado en lengua de señas, por ejemplo, en las emergencias de los hospitales, de las clínicas privadas, la Policía Nacional, el sistema de justicia, y para cuando haya que buscar un intérprete que se comunique con un sordo, o un ciego y que pueda ser testigo. También esta legislación fomenta la capacitación y la certificación de intérprete en lengua de señas, a través del Ministerio de Educación, para que se despliegue en todo el sistema educativo. Bueno, hemos entregado nuestros conocimientos en esas cinco leyes. Ese es nuestro principal aporte. En este cuatreño tenemos alrededor de seis proyectos de leyes que se están discutiendo en varias comisiones. Uno fue la Ley General de las Tecnologías de Información y Comunicación, que fue mi trabajo de tesis para graduarme de licenciado en Derecho. Un aporte para modificar de manera fundamental la Ley 153-98, que es la Ley General de Telecomunicaciones. También sometí a un proyecto de ley para crear el sistema de ciberseguridad contra la ciberdelincuencia de la República Dominicana. Otro proyecto de ley más reciente, hace tres semanas, que va a regular los sistemas y las aplicaciones de inteligencia artificial. También sometí un proyecto de ley para regular los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Estoy trabajando dos proyectos de ley que todavía no los hemos sometido. Uno es el que va a regular la privacidad de datos y la protección de datos. Y otro que va a regular la ciudadanía digital, la identidad digital y los municipios inteligentes, lo que le llaman los Smart Cities, las ciudades inteligentes, para fomentar el uso de las tecnologías en las alcaldías.
Está en debate ahora mismo lo que pasa en República Dominicana, y tú eres un gran gestor de ese tema, que es el sistema de tránsito, el tráfico en nuestras vías. ¿Qué es lo que hay que hacer para ver si esto se puede comenzar a controlar?
RTC: Creo que se necesita voluntad política, no solamente del Primer Mandatario, creo que, de los ministros, los directores, aquí, la Cámara de Diputados, el Senado, el sistema judicial, el Ministerio Público, los medios de comunicación, en fin, los dominicanos. Cada uno de nosotros podemos ser víctimas en cualquier momento de una colisión, un accidente. Hemos ido muchas veces a dar el pésame o a atender personas que resultan heridas o fallecidas o que le dañan su vehículo en un accidente de tránsito, que hay daños a la propiedad pública o privada. Y yo creo que ya esto es un punto de no retorno. Yo creo que esto es una pandemia, una epidemia que está creando demasiado dolor, demasiado luto. Yo creo que cada uno de nosotros deberíamos levantar el ánimo para chocar con esta anomia social, porque la gente entiende o cree que los accidentes los mandó Dios, que los mandó el destino, que no son prevenibles. Y no es así. Los accidentes de tránsito son evitables, son prevenibles en un 98%. Si se trabajan las causales, que en este caso son dos o tres ejes principales que contribuyen con los accidentes de tránsito. El primero es el factor humano. Nosotros como peatones, como pasajeros, como conductores, afectamos de una forma u otra el entorno vial y producimos colisiones, accidentes, violaciones, inconductas. En un 90% está el factor vehículo, las condiciones de los vehículos, las llantas, los frenos, los amortiguadores, las luces, los retrovisores, la carrocería, la seguridad física mecánica del vehículo y la seguridad activa y pasiva que vienen ellos diseñados. Porque ya hay vehículos que vienen autónomos y con inteligencia artificial, pero sobre todo es para prevenir accidentes y salvar vidas. Y el factor vía, las condiciones del entorno, de la vía, cómo está el asfaltado, si hay curvas, si no hay curvas, si está lloviendo, si está iluminada, si hay arena, si hay falta de señalización. Todos esos aspectos impactan y pueden provocar accidentes de tránsito.
¿Cómo hemos llegado a este punto?
RTC: Bueno, yo creo que hemos llegado por una situación, vuelvo y te repito, de anomia, de entender que eso no es prevenible, que lo mandó Dios y el destino y no es así. Yo creo que nosotros debemos levantarnos de manera pacífica, ¿verdad? y llamar la atención, porque la peor forma, o la forma más absurda de fallecer es en las vías públicas, porque ahí Es decir, que yo creo que, aunque hemos llegado a este punto de no retorno, ha sido responsabilidad de todos, porque es lo que muchas veces echamos la culpa al fenómeno de la motocicleta, por ejemplo, que aquí el 60, el 67% de los accidentes está involucrado un vehículo de dos ruedas. A veces le echamos la culpa a los guagüeros, a los choferes de concho, a los patanistas, pero cada uno de nosotros, en un momento u otro, violamos la ley, y a veces tenemos licenciatura, ingeniería, maestría, doctorado, y tenemos alto nivel educativo y académico, pero violamos la norma, y todos de una forma u otra somos parte del problema y deberíamos ser parte de la solución. Por eso, la semana pasada, y esta semana, yo he estado haciendo un llamado al país para que hagamos un stop y enfrentemos el problema, porque realmente se nos escapó de las manos.
Si tuvieras el sartén por el mango con autoridad sobre el tema ¿Por dónde tú, de manera cortante, iniciarías esto? ¿Qué tú harías?
RTC: Mayor fiscalización. Como dicen por ahí, en lo que enseñamos a pescar, hay que dar el pescado porque se te muere el pescador. Es muy bonito la expresión que es mejor enseñar a pescar… Tiene que estar vivo el pescador. Hay que darle de comer, hay que darle pescado. Es muy retórica, muy teórica, muy idealista, muy filosófica. Pero la realidad se impone. Pero yo creo que podemos empezar por la fiscalización.
¿Qué implica la fiscalización?
RTC: Trabajar con la Policía de Tránsito en las vías, que se distribuya a los agentes en puntos críticos. Porque, por ejemplo, si te dijera que, en la Autopista Duarte, en el punto conocido como La Cumbre, hay muchos accidentes y fallecen muchas personas, pero te pregunto… Y eso es para solamente tenerlo levantado como estadística, de decir, cuántos muertos, números fríos, no. Eso es para determinar cómo ese detalle me sirve de insumo para un plan estratégico de seguridad vial. ¿Qué pasa ahí? Un problema de diseño, un problema de construcción, un problema de mantenimiento o falta señalización, falta monitoreo de las vías. Hay que poner radares, hay que poner reductores de velocidad. ¿Qué es lo que pasa en la cumbre? ¿Por qué tantos deslizamientos, vuelcos ocurren? Entonces, eso es para prestarle atención. Los puntos negros no son para dejarlos negros, sino para llevarlo a grises y luego de llevarlos a blancos, porque los puntos negros son de luto. Entonces, yo creo que pudiéramos empezar con la fiscalización. Yo lo resumo de manera muy simple, a Dios rogando y con el mazo dando. Es decir, te educo, te concientizo, te capacito, pero si sales de la raya, te aplico el garrote, te aplico el régimen sancionador. Entonces, solamente hay dos formas de cambiar la conducta o la inconducta de un individuo. Por un lado, educar, concientizar y orientar, y por el otro lado, si eso no funciona, el castigo, el régimen sancionador. Esas son las dos únicas vías con las cuales un ciudadano, un individuo, puede hacer un cambio de comportamiento, un cambio de actitud.
¿Por qué entonces nuestras autoridades, que son al fin y al cabo los que tienen que poner lo principal, no asumen eso como un foco de atención para reducir por lo menos los accidentes en esos puntos que hace mucho que están identificados?
RTC: -Bueno, porque al final y, en definitiva, yo creo que debe haber la disposición, la voluntad, y de darle seguimiento. Porque, por ejemplo, nosotros fuimos directores de tránsito por 6 años, 2004-2010. No se tenía la capacidad que tiene el Intrant, porque dependía del Ministerio de Obras Públicas. Hacíamos y preparábamos el informe técnico de todo el sistema de siniestralidad en el país entero, de cuántos accidentes se provocaban, qué día, qué hora, cuál es el tipo de vehículo, de qué color, qué cantidad de muertos, de heridos, si habían muertos y heridos. Y ese informe ejecutivo debe servir de insumo para Obras Públicas, para el Ministerio de Viviendas, para los Ayuntamientos y para el Intrant. Incluso ya hay auditorías viales, auditorías de seguridad viales y software que, de manera georreferenciada, cartográfica, o la digital, te pueden identificar todos los puntos negros, todos los puntos críticos y las posibles intervenciones que hay que hacer para que ese punto cambie de crítico a seguro. Pero también hay que trabajar en el factor humano, porque no todos se lo podemos echar a la vía, ni al entorno, ni a la carretera, sino que el ciudadano tiene que entender que debe respetar la ley, que debe respetar los límites de velocidad, que debe respetar la norma, que debe respetar la vida del otro, que debe respetar los derechos del otro. Y en ese respeto, yo creo que los derechos míos terminan y empiezan donde empiezan y terminan los tuyos. Entonces yo creo que es un tema también de deberes y de derechos, de concientización, porque el mismo dominicano que hoy puede ser capacitado, académicamente preparado, coge un vuelo, y aquí, media hora antes de irse, está violando la ley, pero llega a otro país y en dos horas, tres horas, ese dominicano cambia y respeta los pare en las intersecciones, respeta los semáforos, pero aquí no, y es el mismo dominicano.
¿A qué se debe eso?
RTC: Oh, a que allá hay un régimen sancionador, allá se paga la sanción, pero aquí no. Entonces, yo creo en el régimen sancionador que incluya al Ministerio Público, a los tribunales, a la justicia, a los jueces que son quienes en última instancia juzgan y deciden sobre las violaciones a la ley. Podemos nosotros empezar, en lo que en una generación o en una generación y media, se inserta en la educación vial de cero a cinco años, en el nivel preescolar, en el nivel primario de primero a sexto y en el nivel secundario, porque estamos hablando que el joven, el adolescente, tiene alrededor de quince años de educación preuniversitaria, pero también tiene la educación de la escuela, de la casa, en el hogar, en la familia. Es que, en el hogar, inicia y terminan todos los problemas de la sociedad, del barrio, del país, porque es donde se educa, porque en la escuela lo que hay es la academia, pero en la casa se educa.
¿Cómo es que no se ve eso desde el Estado? ¿No será por no echarse encima a esa cantidad de gente que serían castigadas?
RTC: No, Lito, mira, yo creo que la voluntad política debe expresarse. En España, el expresidente Zapatero empezó a hablar de seguridad vial. España tenía en el año 1990 más de seis mil setecientos y pico de víctimas mortales fallecidas en la vía pública, que morían tremendamente. Una pandemia igual que aquí, 1990. España asumió el problema, se levantó, como yo estoy planteando, aprobó una norma, aprobó una ley como nosotros la aprobamos en el 2017, y el presidente de la República. Ese gobierno, como puso el tema, le dio seguimiento al tema, y todos los ministros, todos los directores, todos los funcionarios le cayeron detrás del tema. ¿Por qué? Porque vieron en la boca del Primer Mandatario, del presidente de la República, la seguridad vial. Entonces, enfocaron los planes, proyectos, programas y recursos a reducir los accidentes de tránsito. Luego fiscalizaron y fueron rígidos en el régimen sancionador, insertaron la educación vial en las escuelas, y hoy España es un modelo en la parte de seguridad vial, y llegó de seis mil setecientos muertes al año a bajarla a mil cuarenta. Estamos hablando que le quitó más de cinco mil y pico de muertes anuales a las vías públicas, y eso les quitó dolor, luto y sufrimiento a muchas familias, y sobre todo no solamente españoles, porque España recibe una gran cantidad de inmigrantes de otros países y turistas y visitantes, y en ese sentido sé que se puede, se puede. Yo creo que mientras más invierten los Estados en educación para la prevención, en las atenciones sanitarias, menos tienen que invertir en cárcel, en la parte represiva, en la parte correctiva. Si educas al niño, no tienes que castigar al hombre. Yo creo que esa voluntad política debe expresarse. Se puede, hay modelos de muchos países que han agarrado el toro por los cuernos, y sí hay que involucrar al país, hay que tener un liderazgo, que la gente vea que tú no estás haciendo bultos, que no es parte de una búsqueda, de likes, de un circo, de una burla a la población. Yo creo que debemos asumir el problema de manera muy seria, muy responsable.
Muchas gracias.