Por Federico Pinales
Son verdaderos “demonios” vestidos de gentes, soberanos delincuentes, criminales indolentes y sádicos vivientes; enfermos de corazón y mentes, esos que prefieren exterminar a la humanidad, disfrutando con su maldad.
Ya está sobradamente demostrado, que a los insaciables “dueños” del dinero no solo les basta con promover y financiar la violencia armada, para gozarse viendo la sangre derramada y la población humilde diezmada, sino que ahora también están recortando y sustrayendo los recursos destinados a la salud, como otra forma sutil, de eliminar a grandes masas sin el uso de la bomba, el cañón ni el fusil.
Los 14 billones sustraídos por los empresarios de las “EPS”, en Colombia, según el presidente Gustavo Petro; La decena de miles de millones desfalcados al seguro de salud dominicano SENASA, según lo denunciado por la prensa dominicana, atribuyéndoselo a fuentes oficiales y el recorte de 1.5 billones de dólares , al presupuesto de los servicios básicos de salud de los Estados Unidos, para perjudicar a más de 10 millones de personas humildes, son solo tres ejemplos de la deshumanización progresiva de quienes prefieren destinar cientos de miles de billones para aumentar los presupuestos de la industria de la muerte, en todo el mundo, mientras descuidan la producción de alimentos, medicinas, servicios básicos de salud, educación y prevención del crimen de cuello blanco.
Otro método igualmente despreciable, apoyado y silenciado por la gran prensa internacional, es la forma descarada y cínica de inventarse excusas, ya muy desacreditadas, para justificar las invasiones y el estrangulamiento de grandes poblaciones, a las que condenan a morir por inaniciones, fusilamientos, explosiones y grandes destituciones, diseñadas y ordenadas por los súper protegidos halcones, escondidos en profundas excavaciones, inalcanzables por misiles y cañones.
Privar a un ser humanos a tener acceso a los servicios básicos de salud, equivale a condenarlo a una muerte lenta pero segura. Lo mismo sucede con las poblaciones a las que se les somete a bloqueos criminales indiscriminados para que lo les lleguen recursos para la subsistencia y para la adquisición de medicamentos.
Justificando la acción con puros cuentos.
Para esos delincuentes debiera existir la pena de muerte. Ladrones de lomo tomo, debieron morir 9 meses antes de nacer.