Por Nelson Marte
Bajo el entramado de comentarios interesados y de análisis facilones sobre la alianza que acaban de anunciar el PLD y la FP, emergerá con el paso de los días la evidencia real de que Danilo Medina ha sido el gran ganador del acuerdo anunciado por Miguel Vargas.
Desde que hace alrededor de un año Fernando Ramírez lanzó la propuesta dirigida a contarle los votos a Leonel Fernández, intuí que era producto de un laborantismo mental y una articulación estratégica esmerada.
“Eso es cosa del mismo Danilo”, pensé sobre la trampa de que quien obtuviera más votos en las municipales de febrero, sea respaldado por el que obtenga menos.
Luego de que la propagara su vocero y asesor de comunicaciones, Fernando Ramírez, la repitió Abel en varios medios, ya como desafío abierto a Leonel y a la FP: el partido que gane menos votos municipales, en febrero, pasa a apoyar, para las presidenciales, al que obtenga más.
La elaboración estratégica conduce, claramente, a un trago demasiado amargo para Leonel, para no decir el epílogo de su liderazgo político, del que habrá de descender para apoyar a un altanero Abel, siempre en el caso hipotético de que la competencia llegue a una segunda vuelta.
Es un dato de la realidad que por ser el PLD el partido matriz de la alianza, y por haber tenido estructuras en todo el país, lo cual no ha podido materializar la Fuerza del Pueblo aún, está llamado a ser el que tenga más dirigentes, candidatos y activismo para el desafío municipal de febrero.
Por eso Leonel y sus voceros dieron todo el tiempo la callada por respuesta ante la propuesta que consideraban indecente de Fernando, Abel y otros voceros de la campaña peledeísta.
Pero he aquí que producto del laborantismo del ex canciller de Danilo y el teórico de Leonel, José Frank Peña Guaba, y las presiones de comentaristas proclives al Danilismo, finalmente Leonel ha caído en la trampa de aceptar un acuerdo que le da, por las razones antes expuestas, mayor preponderancia a los candidatos municipales del PLD.
La alianza en 86 alcaldías y 150 distritos municipales, que cubren 236 territorios, equivalente al 60 % del territorio nacional, asegura al PLD mayores ganancias que a la FP, con lo que Danilo gana, y Leonel pierde.
La otra parte del acuerdo, lo del apoyo en segunda vuelta, es sólo una eventualidad que riñe con la alta aprobación ciudadana a Luis, y la tradicional preferencia del electorado criollo por decidir en primera vuelta.
