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domingo, abril 20, 2025
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Comedores económicos para soldados de la frontera

Por Emiliano Reyes Espejo

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El factor humano es crucial para toda iniciativa pública o privada. El valorar la parte humana no tiene escarceos, ni titubeos, es sí o sí. Y esto tiene que ser más cuando se trata de acciones oficiales que impactan la integridad holística y fortalecimiento de la defensa de la Patria.

Nunca pudo ser más oportuno, según nuestro parecer, el discurso pronunciado este domingo 6 por el presidente Luis Abinader, respecto al acuciante problema migratorio.

El mundo sabe que el problema migratorio crece día a día y existe el temor de que estalle como un globo creciente, a punto de reventar y que desate, si no se toman medidas a tiempo, una crisis humana y social, con dimensiones traumáticas para la nación.

En la pieza dirigida al país, y que sorprendió a todo el mundo, el mandatario hizo un esbozo de nación concentrado en 15 medidas, una de las cuales estipula el “reforzamiento de la vigilancia fronteriza con 1,500 soldados adicionales, sumando un total de 11,000 desplegados permanentemente”.

Desplegar 11,000 guardias en el cordón fronterizo con Haití implica un gran reto, primero en lo que respecta a crear conciencia a estos soldados de que van allí, no a ganar dinero como sea, un emolumento extra a su salario, sino a defender el mayor tesoro que tenemos, la nación Dominicana, y segundo, la inversión económica y el desarrollo.

Chelitos se van para defendernos de Haití

Los pocos recursos que tenemos se nos están yendo en inversiones para defendernos de Haití, en muchos sentidos. En el aspecto militar, tenemos que los haitianos han creado un ejército civil o bandas armadas, cuyo principal objetivo es desestabilizar, aunque no lo parezca, a nuestra parte de la isla.

Y han podido lograr aterrorizarnos. El presidente del país tuvo que coger un domingo para anunciar una serie de medidas relativas a ese tema. Supuestamente las bandas atacan a sus propias gentes en su territorio, pero en esencia el terror que crean los pandilleros allá busca forzar a una emigración masiva que le sirve de sustento para el financiamiento de sus operaciones.

En eso están no solo los pobres trabajadores haitianos que son “especies de mulas” para toda clase de trabajo mal pagados y para hechos delictivos. También tienen aquí “empresarios”, “inversionistas”, entidades ONGs, organismos extranjeros radicados en nuestro territorio para desde aquí dirigir acciones que nos debiliten como país.

Cualquiera se preguntaría ¿para qué hacen eso? Acontece que comenzaron a fomentar el caos en Haití para que eso repercuta en la estabilidad política, económica y social de nuestra nación. Esa estrategia es un tema conocido (unificación de la isla: Estados Unidos, Francia y Canadá).  En ese sentido, especialistas del tema haitiano plantean esa situación a modo de alerta, sin que se observe a la vista ningún resultado.

Tenemos infiltrados hasta en los organismos de decisión de políticas, en la planificación del desarrollo como son las estrategias migratorias, a la vez que trabajan, me consta, en la infiltración de la prensa nacional, a través de medios digitales orientados a crear opinión, no solo en materia económica, sino también en el área del espectáculo. Es que los nuevos “inversionistas haitianos” han descubierto que a nosotros los dominicanos nos gusta mucho el dólar y “nos van a dar duro” por esa vía, usando ofertas irresistibles.

Pero ese no es el tema. El caso es que el presidente Luis Rodolfo Abinader Corona informó que entre las 15 acciones que realizará el gobierno para defensa de la soberanía, está el asentar 11 mil soldados en la zona fronteriza del país.

El más grande muro humano

La magnitud de la medida constituye el “más grande muro humano” que se haya erigido en la frontera en toda la historia de la defensa de la soberanía nacional y la protección fronteriza.

Ese conglomerado humano de 11 mil militares que se desplazará en la frontera deberá ser bautizado como un gesto simbólico como “soldados patriotas”. El traslado de esos soldados, ataviados de avituallamientos, armas y demás necesidades en el orden militar, cuesta mucho dinero al gobierno y eso es lo que quieren los enemigos haitianos y de otros países.

Estos soldados reforzarán la verja física que se construye en la franja fronteriza, con una dimensión proyectada de casi 400 kilómetros y que dispondrá de cámaras, radares terrestres, drones y sensores de movimiento.

Pero algo es insoslayable. Los gastos que se realizan en esas acciones nos sustraen recursos que el Estado puede destinar a planes de desarrollo en distintas zonas del país, como es la misma franja fronteriza.

Son seres humanos

Tenemos que tomar en cuenta que los militares que serán llevados a la frontera son seres humanos. No solo necesitan uniformes, botas, armas y otros avituallamientos. Los sueldos que reciben estos soldados no son de los más atractivos del mercado, pero hay que aceptarlo por vocación, por misión patriótica y disciplinaria, la necesidad y, además, porque surge en sus pechos el imperioso deseo de cumplir con el deber patrio.

En esa tesitura, nos animamos a sugerir al Presidente Luis Abinader que, como parte de la movilización de esos miembros de los cuerpos castrenses a la frontera, sin que estemos en estado de guerra, disponga garantizar que se les suministren alimentos y atenciones médicas permanentes.   

La nueva medida en adición a las 15 anunciadas por el Presidente Abinader, y que no está contemplada en los puntos cruciales que adoptó el gobierno en su discurso a la nación del domingo 6 de abril, podría ser la creación de una “moderna red fronteriza de comedores económicos”, especializada en la elaboración y suministro de alimentos a los soldados, acorde a las necesidades de estos, ya que se presume que se mueven en una zona de guerra.

Surgen comedores económicos

Los comedores económicos son estructuras de carácter social creadas en el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo Molina, mediante la ley número 16 del 23 de junio del 1942 para afrontar la crisis alimentaria que nos afectó durante la segunda guerra mundial y por “una gran sequía que causó la más terrible hambruna de todos los tiempos en el país”.

A esa ley el presidente Trujillo le agregó el decreto número 2052 que regulaba los comedores, los cuales funcionaron en esquinas y locales del Partido Dominicano (PD) en los cuales se brindaba a la población pan, leche y otros comestibles.

No obstante haberse superado dichas circunstancias, y el país registrar un crecimiento económico sostenido en los últimos años, persiste este tipo de asistencia social, lo cual nos confirma que todavía estamos lejos de sobreponernos a la pobreza en el territorio nacional.

Las estadísticas nos dicen que los comedores económicos han suplido 1, 439,804 raciones alimenticias de enero-junio de 2024, mientras que las cocinas móviles suministraron 15, 553,947 para un total de 16, 993,757 durante el mismo periodo. Igualmente, el año pasado se invirtieron más de 3 mil millones de pesos “en la entrega del combo de comida cruda”.

Las sugerencias

La anterior situación nos lleva a plantear:

-La creación de una “red especializada de comedores económicos” en la frontera, al margen de los existentes y destinados a alimentar a los 11 mil militares y sus familias asentados en la franja fronteriza.

-Alimentar a los guardias que ejercen su compromiso patriótico en la frontera es un activo para el fortalecimiento y sostenibilidad de la Patria en la frontera. Un militar bien alimentado y debidamente orientado para defender el suelo patrio, estaría menos expuesto a recibir sobornos y canonjías para permitir la inmigración ilegal.

-La medida se podrá ver además como una forma de aumentar los ingresos de los militares fronterizos.

-Habrá que definir si esas estructuras serán administradas por militares o por el organismo Comedores Económicos del Estado Dominicano (CED).

-Garantizar que los alimentos que se utilicen en esos comedores económicos sean adquiridos a proveedores, productores y comerciantes de la región, como forma de fortalecer también la situación económica y la creación de empleos en la zona.

-Crear una estructura de transporte de los comedores para llevar las raciones alimenticias a los militares mientras estén de servicio en distintas zonas, incluyendo las que son pocos accesibles.

No existe nada nuevo bajo el sol (rey Salomón). Y como muestra, señalamos que el tirano Trujillo aplicó una medida similar con su ejército, al cual suplió de una ración alimenticia que popularmente se conocía entonces como el “chao”.

En ese régimen de triste recordación se utilizaban “ingresos que provenían de la Lotería Nacional para proveer a los soldados con casas baratas”. (“El Ejército Nacional y Trujillo en sus primeros quince años de su dictadura”. Teresita Quesada).

Informes de la época señalan que a los miembros del ejército se les suplió la “comida, que aunque no era de muy buena calidad, era regular; servicios médicos, ropa, pensiones para los retirados y facilidades para medios de diversión, entre otros beneficios (Teresita Quesada)”.

¿Por qué no hacerlo ahora con nuestros soldados de la frontera?

*El autor es periodista. 

 

Emiliano Reyes
Emiliano Reyes
Periodista y Gestor de relaciones públicas

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