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lunes, junio 9, 2025
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Chávez, su entorno y yo en la dirección de la Campaña

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Rafael Céspedes Morillo

El capitán Carreño me trasladó a la casa del señor Fernando Gaviria. Ese día se consolidaba el acuerdo entre él y su hermano Hiram, del apoyo a la candidatura del comandante Chávez por parte del movimiento agrario que los hermanos dirigían. 

Allí conocí no solo a los dos hermanos, sino que también estaban presentes Luis Miquelena, el segundo hombre del proyecto político de Hugo Chávez; General Alberto Mueller Rojas, jefe de campaña en el “Polo Patriótico’’ (así se llamó la unión de varios partidos y movimientos que apoyaban la candidatura presidencial del comandante Chávez). 

Otra persona que conocí ese día fue Gustavo Méndez, amigo de Marisabel, esposa de Chávez, que estaba en el proceso de incorporarse a la campaña, y ese día se conocía con el Comandante. Gustavo era encuestador, dirigía una empresa de esa área que se llamaba DOSA. Ese día el Comandante y yo nos citamos para al día siguiente para desayunar en su apartamento, donde residía con su familia. 

En tal sentido, giró instrucciones a Carreño para que me buscara a las 7:00 a.m. y me llevara a desayunar con él. Así ocurrió; ese día marcamos algunos detalles, como la ubicación de una oficina donde yo trabajaría, que fue en las dependencias de la empresa La Multinacional de Seguros, del empresario y principal sostenedor económico de entonces de la candidatura, Tobías Carrero.

Hablamos de la necesidad de formar un equipo de trabajo. Le entregué un perfil de las personas que requería, añadiendo mi parecer de que lo ideal sería que me permitieran entrevistar por lo menos de dos a tres personas, según perfiles, para yo seleccionar una en cada caso y formar el equipo.

Había decido seleccionar a Gustavo Méndez y le informé al Comandante de esa decisión para saber si no tenía alguna objeción. Al no tenerla, llamé a Gustavo al día siguiente y acordamos vernos para su incorporación al equipo central de dirección de la campaña. Dos días después, y ya instalado en la Multinacional de Seguros, comencé las entrevistas, que fueron organizadas por una joven que, no siendo mi secretaria, me ayudaba en esas tareas. 

La primera persona que entrevisté era una periodista experimentada, muy de Chávez, joven, elegante y de muy buen nivel intelectual, con mucha soltura. Le hice muchas preguntas sin decirle de qué se trataba, porque entendía que, si decía para qué, los entrevistados mostrarían todo el interés, al tratarse de unas funciones que, en términos generales, y teniendo preferencia política a favor, serían apetecibles, pero ella se inquietó y me reclamó: “¡Ya va!, ya va! 

“¿Quién es usted y porqué esas preguntas? ¡No lo conozco y no entiendo nada!” Me reí y le respondí, tratando de mostrar seriedad en mi respuesta: “El Comandante estuvo preocupado por tu soltería y me eligió para que después de conocerte decidiera si me caso contigo o no.” 

Tras esto, creo que estuvimos unos cinco minutos riendo, ella más que yo, que intentaba mantener una “postura’’ de credibilidad. 

En ese instante decidí que ella formaría parte del equipo y en ese sentido le expliqué la realidad y el porqué de la entrevista, asintiendo con un gesto positivo y una gran sonrisa.

Le pedí que se levantara para ir a donde se encontraba el Comandante a darle la noticia de que ella aceptaba. Sin esperar respuesta me incorporé y la invité a salir. 

Fuimos hasta la oficina, que ese momento, en el mismo lugar, ocupaba el Comandante y, al entrar, él saludó efusivamente a Maripili y me preguntó: “¿Qué te parece?; ¿Qué pasó?”. Mi respuesta fue así: “Bueno, después de la entrevista y de su aceptación, la respuesta es que sí, que me voy a casar con ella y que tú serás el padrino.”

Le quité la mano de él, que aun agarraba la de Maripili y la llevé hacia mi lado. Ella seguía riendo y no se opuso a mi acción. El Comandante se sentó, riendo también, y entonces le dije: “Ella es ya parte del equipo central de la dirección de la campaña.” Aún después de tanto tiempo, hasta hace poco, cuando ella me llamaba en el celular se leía: TU NOVIA

Rafael Céspedes Morillo
Rafael Céspedes Morillo
Rafael Céspedes

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