Por Alfonso Tejeda
Con la segunda edición de “Plásticos por útiles escolares”, la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía ¡vuelve a hacerlo!, esta vez duplicando la cantidad de envases recolectados en la primera versión de hace un año, fortaleciendo así un programa que también ejecuta para el día de Los Reyes Magos, y que todavía puede afinar en muchos aspectos para convertirlo en una realidad cotidiana, solventando así una necesidad urgente en la agenda educativa y medioambiental.
Ya son más de 33 millones de plásticos que la Alcaldía del Distrito Nacional ha intercambiado por tabletas, cuadernos, lápices y otros materiales escolares, así como por juguetes. La del pasado domingo 24 de agosto es la séptima jornada y es en la que más se ha recolectado, 15 millones de botellas plásticas, según datos del propio ayuntamiento, iniciativa considerada como “el evento ambiental más grande del país” (Diario Libre), un logro a tomar en cuenta, que, de apreciarlo en su perspectiva, la funcionaria edilicia podría convertir en trascendente.
Ante el deterioro de ríos, cañadas y arroyos, la amenaza de humedales, lagunas y acuíferos (la zona del Cachón de la Rubia, por ejemplo), el desconocimiento altivo de gran parte de la población frente a la conservación de los recursos naturales, el desprecio en el manejo y disposición final de residuos contaminantes, de la basura, la racionalización en el uso de agua potable y la servida, entre otras falencias, este programa relieva la percepción que del problema tienen las autoridades municipales y de la responsabilidad para enfrentarlo.
Testimonios de participantes en este intercambio de “ Plásticos por útiles escolares” muestran una actitud y una disposición que rebasa la recompensa que logran al entregar las botellas para obtener una tableta, o un juguete: varios de los recolectores narraron cómo, desde hace semanas -y hasta meses- estuvieron pendientes y dedicados a recoger el material reciclable, algunos involucrando a otros familiares en la tarea de acumular la mayor cantidad de plásticos, tiempo y esfuerzos dispuestos que deben ser fundamentos para incorporar a un proyecto más acabado.
Ahí está un reto para la alcaldesa Mejía, que, junto a las otras entidades que apoyan esas jornadas con recursos económicos y colaboración, tienen la oportunidad de diseñar una estrategia que apunte a una más concurrente, diversa y cotidiana práctica hasta convertirla en una cultura ciudadana, sabedores de que los cambios en la conducta social, lo difícil es asumirlos, pero que, en este caso, la participación lograda ya presunta la posibilidad de ir ampliando esa iniciativa.
Interesante en esta segunda jornada de “Plásticos por útiles escolares” y esperanzador para la continuidad del proyecto es que la Dirección General de Aduanas fue de los auspiciadores de la misma, muestra de la colaboración posible y de la participación necesaria de sectores y protagonistas que entiendan que la realidad ambiental, la educación ciudadana y la protección y buen manejo de los recursos naturales es responsabilidad de todos, trascendente sobre los intereses particulares, sin importar quién sea.