Por Osvaldo Santana
El presidente Luis Abinader mostró el pasado lunes 5 de agosto su determinación de modificar la Constitución de la República, sin escuchar y mucho menos consensuar con los partidos políticos opositores.
Al mismo tiempo, fue establecida una nueva plataforma en WhatsApp, “#LAencuesta, mediante la cual, según el vocero del gobierno Homero Figueroa, “busca -justamente- que todos puedan opinar sobre los temas más relevantes del país…”.
Horas antes de la participación del presidente en La Semanal, en la que presentó el plan de reforma constitucional, Figueroa dijo que las primeras preguntas a la población a través de “#LAencuesta, abordan propuestas significativas y de gran relevancia para el país, como la unificación de las elecciones presidenciales, congresuales y municipales a partir del 2032, la reducción de la cantidad de diputados en el Congreso Nacional, la inmodificabilidad de los límites al período presidencial y la garantía de un Ministerio Público Independiente y apartidista”.
Figueroa explicó que esas “preguntas se han distribuido de manera estratégica para capturar el sentir de la población sobre estos temas fundamentales”.
Es evidente que #LAencuesta es una respuesta a la oposición de los partidos Fuerza del Pueblo y de la Liberación Dominicana a la reforma constitucional. Avisado, el gobierno optó por ejecutarla por sus propios medios, lo que obviamente le resulta fácil, toda vez que tiene la mayoría absoluta para convocar la Asamblea Nacional Revisora, y además, tomar las decisiones con la mayoría de las dos terceras partes de los votos, como establece el artículo 271 de la Constitución.
Como las tendencias modernas sugieren que toda reforma constitucional tiene que ser un pacto, y como tal, debía ser el resultado del diálogo y la negociación entre los actores políticos, el gobierno, que desde ya no tiene interlocutores opositores, busca un mecanismo para socializar con la “sociedad”, mediate “#LAencuesta”.
“Apoyo abrumador”
Y desde el otro día, el 6 de agosto, el gobierno reveló los primeros resultados de #LAencuesta, según los cuales, todas las propuestas reformistas del presidente Abinader recibieron el “apoyo abrumador” de los consultados por WhatsApp.
Según un boletín del gobierno, #LAencuesta recibió 114,900 votos de participación con un 93.6% de apoyo y un 95.0% de reacciones positivas en un solo día, desde el lunes 5 de agosto.
El boletín dice: “El canal de WhatsApp del Presidente Luis Abinader, con una creciente base de seguidores que ahora asciende a 58,142, ha mostrado una impresionante participación en #LAencuesta tras 24 horas de estar disponible al público. La encuesta ha abordado cuestiones fundamentales sobre propuestas de reformas constitucionales, capturando el sentir y las reacciones de los ciudadanos.
“En cuanto a la pregunta sobre la propuesta de modificar la Constitución para unificar las elecciones Presidenciales, Congresuales y Municipales a partir del 2032, un total de 27,500 personas participaron. De estas, 25,400 (92.4%) votaron "Sí", mientras que 2,100 (7.6%) votaron "No". En términos de reacciones, 658 (96.8%) expresaron apoyo positivo y 22 (3.2%) mostraron una reacción negativa.
“Respecto a la propuesta de reducir la cantidad de diputados en el Congreso Nacional, participaron 28,600 personas. Los resultados mostraron que 26,800 (93.7%) votaron a favor y 1,800 (6.3%) en contra.
“En la pregunta sobre la reforma constitucional para hacer inmodificables los límites al período presidencial de dos periodos de cuatro años y nunca más, participaron 29,000 personas. De estas, 27,100 (93.4%) votaron "Sí" y 1,900 (6.6%) votaron "No". Las reacciones incluyeron 767 (94.5%) positivas y 45 (5.5%) negativas.
“Finalmente, la propuesta de reformar la Constitución para garantizar un Ministerio Público independiente y apartidista contó con la participación de 29,800 personas. Un total de 28,300 (95.0%) votaron a favor, mientras que 1,500 (5.0%) votaron en contra. En cuanto a las reacciones, se registraron 934 (92.5%) positivas y 76 (7.5%) negativas.
“En total, #LAencuesta recibió 114,900 votos de participación en las cuatro preguntas, con un total de 107,600 votos "Sí" (93.6%) y 7,300 votos "No" (6.4%). Las reacciones globales sumaron 3,048 positivas (95.0%) y 160 negativas (5.0%).
“Estos resultados reflejan un apoyo abrumador a las propuestas de reforma presentadas y una alta participación en la plataforma de WhatsApp, que facilita un contacto directo y dinámico con los ciudadanos…”
Recurso propagandístico
Habría que valorar los criterios metodológicos relativos a la formulación y manejo de esa “encuesta”, su fiabilidad y calidad profesional, pero parece obvio que una encuesta de este tipo, administrada por el gobierno, siempre arrojará resultados favorables a la causa del Presidente: la reforma constitucional, por lo que habría que verla como un mero recurso propagandístico.
La sociedad civil
Pese a que el gobierno no tiene en carpeta entablar el diálogo con los partidos opositores, el mecanismo electrónico de #LAencuesta no sería suficiente para garantizar una verdadera participación ciudadana organizada.
Si bien algunas entidades acudieron a La Semanal, donde el presidente presentó sus ideas reformadoras, el pasado lunes 5 de agosto, se asume que deberían involucrar a entes sociales verdaderamente representativos, en una discusión nacional, cara cara, en las regiones y localidades.
Obviamente, una acomodada versión de “consulta popular” que vendría a asimilarse a la previsión del artículo 210 de la Constitución, sobre referendos o consultas populares, no vigentes, porque no existe ley que norme su aplicación.
Los partidos
La ausencia de los partidos políticos de la discusión de una reforma constitucional tiene sus implicaciones.
El gobierno puede considerar que fueron los partidos políticos opositores quienes se autoexcluyeron de la discusión de la reforma, pero no se puede desconocer que esas entidades tienen un rango en la Constitución, según el artículo 216, y entre “sus fines esenciales” está “garantizar la participación de ciudadanos y ciudadanas en los procesos políticos que contribuyan al fortalecimiento de la democracia”.
Siendo así, podría cobrar importancia la afirmación de opositores, que adelantaron que la reforma constitucional pudiera ser legal, hecha como ordena el procedimiento previsto, pero carecería de legitimidad, porque sería fruto de una imposición del gobierno y su partido (PRM).
Prioridad a la reforma constitucional
No ha dejado de llamar la atención que el presidente Abinader priorice la reforma constitucional a las reformas sociales y económicas prometidas.
Lo mismo habría que decir sobre la reforma a la Administración del Estado, tendente a disminuir su tamaño.
Según informes confiables, hace tiempo que el presidente Abinader tiene en su despacho el proyecto para refundir varios ministerios, como el de Cultura y el de Educación Superior, para reducirlos a viceministerios del ministerio de Educación.
Lo mismo que los ministerios de la Mujer y de la Juventud, que forman parte de una propuesta para incorporarlos a un Ministro de Asistencia Social, que agruparía, además, todos los servicios sociales del gobierno.
El pasado 15 de julio, el presidente de la República emitió el decreto 385, mediante el cual crea el
Comisionado para las Reformas del Estado, para coordinar, planificar, elaborar e implementar “las reformas normativas, institucionales y administrativas, tanto generales como sectoriales, impulsadas desde el Poder Ejecutivo en cumplimiento de los mandatos constitucionales”.
El Ejecutivo designó como coordinador de ese Comisionado al destituido ministro de Administración Pública, Darío Castillo Lugo, sin embargo, no se percibe que haya un impulso dirigido a materializar las reformas de las cuales tanto habló.
Lo que se teme es que las reformas que sí tienen que ver con las personas, las económicas y sociales, lo mismo que la reforma de la Administración Pública, orientada a mejorar y eficientizar el servicio público, queden relegadas, para privilegiar unas reformas políticas, como la constitucional, que el Presidente asume como su “legado”.