Lito Santana
Con la salida a las calles de Puerto Príncipe, en misión de patrullaje, la Policía de Kenia da su primer paso al frente en esta difícil misión encomendada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El primer contingente de 400 policías kenianos llegó a Haití el martes 25 de julio y se tomó una semana exacta, como acostumbrándose al clima, para salir a patrullar "armados hasta los dientes".
Mientras tanto, y como una especie de desafío, los líderes de bandas atacaron de manera coordinada la zona de Gressier, matando 20 personas y provocando la huida despavorida de los pobladores.
En su demostración de fuerza, las bandas ocuparon la comisaría local, obligando a los policías haitianos que la protegían, a emprender la huida.
Desde esa misma subcomisaría, los jefes de bandas lanzaron la siguiente proclama: "Esta vez no nos vamos a retirar. Les estoy demostrando que soy más poderoso que ustedes. Aquí estamos. Estamos en la subcomisaría de Gressier. Estamos tomando el control de esta comisaría”.
Ese que hablaba así es un jefe de banda llamado Ti Bébé Bougoy, que además subió un video, que grabó él mismo, rodeado de varias decenas de sus soldados.
“Se lo advertí. He oído hablar de Kenyo, de Kenia, de los keniatas. Vengan aquí y les enseñaré de lo que somos capaces”, continúa Ti Bébé Bougoy, ridiculizando a la fuerza multinacional que tiene por objetivo luchar contra las pandillas, según reportes de medios de prensa.
Este reto de los criminales debe poner en contexto a los enviados de Kenia, que jamás debían pensar que su misión es "un fly al cátcher".
Es una advertencia también a los estados que prometieron enviar tropas para combatir la crueldad de estos vándalos y acercar la paz y la tranquilidad al golpeado pueblo haitiano.
